Se trata del CEM 108, un establecimiento que pese a que posee orientación agropecuaria, pero no cuenta con un sistema de captación de agua de riego para poder sustentar los proyectos de producción animal y vegetal que allí se desarrollan.
La institución lleva más de tres años reclamándole al Ministerio de Educación la realización de la obra de captación, pero nunca hubo una respuesta concreta al problema.
El predio del campo experimental del CEM 108, ubicado detrás del establecimiento y en la zona norte de Allen, necesita indispensablemente contar con agua de riego.
Y por más que exista buena voluntad y ganas de trabajar en el colegio, sin agua la enseñanza práctica es imposible desde todo punto de vista.
"No tenemos acceso al agua para riego desde el canal por lo tanto todo lo que se produce en la escuela se abastece con agua potable de la red, lo que además de ser ambientalmente poco sustentable, es costoso y genera una disminución en la presión", explicó Analía Sepúlveda, directora de la institución educativa.
La docente además destacó que en el colegio existe una hectárea fuera de producción debido a la faltante de agua para regar cultivos.
En ese lugar está proyectada una pequeña charca experimental con vides, pasturas y frutales, algo que por el momento resulta inviable.
Reclamos infructuosos
"Hemos intentado varias alternativas. Con la ayuda del Departamento Provincial de Aguas se hicieron perforaciones pero no se pudo hallar agua. En innumerables oportunidades hicimos gestiones ante la Delegación Regional del Ministerio de Educación para lograr la captación propia del agua de riego, que es quien debe brindar la solución a este asunto", relató la directora Sepúlveda.
La intención de las autoridades del colegio era que antes de que se asfalte la calle Perito Moreno y para evitar roturas innecesarias, desde el Ministerio de Educación se disponga el tendido de un plastiducto desde el canal de riego hasta las instalaciones del CEM 108.
"En noviembre del año pasado enviaron a un ingeniero y aparentemente la obra se hacía, se nos dijo que era un hecho. Pero ya se está pavimentando la calle y todavía estamos esperando", agregó la responsable del establecimiento.
Por el momento el invernadero, la huerta y la granja de animales del colegio son abastecidos con agua potable de la red.
Si bien la institución cuenta con una cisterna de 7.000 litros, para concretar el proyecto de la chacra experimental haría falta por lo menos un almacenamiento continuo de 10 receptáculos de esa capacidad, que jamás podrían llenarse con el agua que sale de la canilla.
Ahora se aguarda que desde Educación se tome en cuenta la situación y la obra pueda verse plasmada.
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