La crecida del río Paraná, que no se detiene y en Rosario llegó hoy al pico de 5,46 metros, es decir 16 centímetros por encima del nivel de evacuación, arrastra camalotes que vienen desde el norte con algunas sorpresas.
Eso mismo fue lo que generó ayer a la tarde un yacaré que desembarcó en la costa del balneario La Florida y generó algunas escenas de pánicos entre los bañeros que disfrutaban de uno de los últimos espacios con arena.
Personal de Prefectura, con ayuda de algunas redes de pescadores, terminaron capturando al animal que durante algunas horas se convirtió en el espectáculo de la jornada para quienes fueron a sofocar los 37 grados de sensación térmica. El yacaré fue liberado más tarde en la zona de islas.
Por otro lado, las lanchas que realizan los cruces a las playas ubicadas frente a la ciudad suspendieron la actividad por falta de espacios. Lo propio ocurrió con el barco Ciudad de Rosario. Además, las autoridades pidieron a los navegantes circular despacio para no generar oleaje.
Es que es tan delicada la situación de los isleños que una pequeña ola puede implicar el ingreso de agua a sus viviendas, superada ya casi todas las defensas y la altura de los pilotes preventivos.
Si bien se esperaba que el Paraná baje en los próximos días, este sábado volvió a subir y también llegó la lluvia –de hecho un alerta meteorológico rige para el sur de la provincia-. Aunque río arriba comenzó a registrarse una merma en el caudal que podría llegar a la zona y dar una tregua a las cientos de familias que resisten rodeadas de agua.
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