Puede haber otros San Antonio de Areco.” El director provincial de Hidráulica, Daniel Coroli, aludió así -en una entrevista con este diario- a la posibilidad de que haya nuevas inundaciones en la Provincia, producto de las intensas lluvias que cayeron en enero y lo que va de febrero de este año, y que de acuerdo a las autoridades podrían intensificarse en los próximos meses.
Cada diez años, según los especialistas, la Provincia sufre inundaciones.
En este contexto, el gobierno bonaerense declaró el estado de Emergencia Hídrica en 68 municipios, con particular preocupación en los que pertenecen a la región del noroeste y sobre el Río Paraná de las Palmas. La medida abarca también a los partidos de nuestra región: La Plata, Berisso y Ensenada.
El decreto número 51, que establece la Emergencia Hídrica, fue firmado por el gobernador Daniel Scioli, la ministra de Infraestructura, Cristina Alvarez Rodríguez y su par de Economía, Alejandro Arlía, y contempla un fondo de 40 millones de pesos para afrontar eventuales catástrofes, que al cierre de esta edición aún no había sido otorgado.
Según se informó, el gobierno decretó la emergencia hídrica para contar así con una “herramienta que agilice” los trámites en caso de tener que enviar equipos y ayuda a las zonas inundadas, ya que de lo contrario, si se siguiesen los mecanismos propios de la administración, la ayuda podría demorar varios días.
“La Provincia tiene que estar preparada, porque de la noche a la mañana caen 260 milímetros en tres días, como ocurrió en Areco -donde hubo 3 mil evacuados- y se desata una catástrofe”, afirmó el director provincial de Hidráulica.
Según se puntualizó, el estado de Emergencia Hídrica tiene vigencia por un año a partir de la firma del decreto, que fue fechado el pasado 25 de enero.
FUERTES LLUVIAS
“Hay un sólo factor desencadenante de las inundaciones: que llueva mucho, en un corto período de tiempo”, afirmó Coroli, y enfatizó que las inundaciones “no son producto de la falta de obras en la Cuenca del Salado”, sino de las copiosas precipitaciones.
En ese plano, el ingeniero indicó que en el noroeste bonaerense llovieron en los últimos tres meses entre 600 y 700 milímetros, una cifra que está cerca de la media anual para esa región, calculada en alrededor de 900 milímetros.
Coroli recordó, en tanto, que en 2001 ocurrió un fenómeno similar, con fuertes lluvias e inundaciones. Es que cada diez años, según los entendidos, la Provincia sufre episodios de esta naturaleza.
DEFENDER LAS CIUDADES
Preocupados por los anegamientos en el noroeste, desde el área de Hidráulica afirmaron que la prioridad ahora es proteger a las personas, y, en ese sentido, aseguraron que están trabajando para “fortalecer las defensas de los cascos urbanos”.
Según Coroli, hay que “construir presas aguas arriba”, en la zona de campos, para contener el agua, y evitar que llegue a las casas.
“El sistema de presas funciona como una bañadera, que se llena, y que cuando deja de llover, se le saca el tapón, para que el agua se vaya escurriendo lentamente”, graficó el ingeniero.
Otra posibilidad, según informaron desde esa cartera provincial, es “altear” los caminos y construir allí un terraplén perimetral, con una estación de bombeo. Sin embargo, estas obras son muy costosas, y según admitió Coroli, la Provincia no puede afrontarlas a todas al mismo tiempo.
“En Pergamino tenemos proyectada una obra por 300 millones de pesos, pero aún no encontramos financiamiento. Son obras que demandan entre 18 y 22 meses, y que en general tienen costos muy elevados”, explicó el ingeniero.
No obstante ello, Coroli manifestó que están haciendo obras de desagüe en muchos distritos del conurbano bonaerense y del interior de la Provincia, con ayuda de la Nación.
CAMPOS BAJO EL AGUA
Las inundaciones en el noroeste de la Provincia no sólo afectan a las ciudades. También preocupan a los productores rurales, que ven perder sus cosechas, a raíz del rebalsamiento del Río Salado.
En este marco, el intendente de General Pinto, Alexis Guerrera, uno de los distritos que más sufrió las inclemencias del clima -en apenas tres días llovieron allí 300 milímetros- expresó su malestar por las pérdidas económicas para el campo.
“Lamentablemente la cosecha no va a ser todo lo buena que esperábamos”, afirmó el jefe comunal a este diario.
En la misma línea, el intendente de Lincoln, Jorge Fernández, afirmó que la semana pasada “llovieron 210 milímetros en apenas cinco horas, y se inundó todo el pueblo”, generando complicaciones y pérdidas económicas en los campos de la zona.
Desde el gobierno informaron que en General Pinto hubo un problema con la empresa que se había adjudicado la licitación, y que en consecuencia la obra de regulación de la Laguna La Salada aún no se pudo iniciar, pero confiaron en que las obras comenzarán en los próximos días.
En General Pinto falta -como informó este diario- un canal que traslade el agua de la ciudad hacia la Cañada de las Horquetas, en el sur de Santa Fe.
80
Obras fueron licitadas en 2009 por el ministerio de infraestructura, entre trabajos de defensa urbana y rurales, contra las inundaciones, los cuales demandaron una inversión de 300 millones de pesos. Si bien es un presupuesto importante, las autoridades reconocieron que es insuficiente.
