En la reunión del Comité de Cuenca que se hizo el miércoles en General Pinto las autoridades del agua nacionales y provinciales admitieron que el Puente de Lincoln tendría que haber sido incluido en las obras del Plan Maestro, y que ahora está oficiando como un verdadero “cuello de botella”. A los ojos del ciudadanos común parecía una presunción demasiado apresurada, pero es verdad; la diferencias en el nivel del aguan en uno y otro lado de la Ruta 188 es notorio.
Como pasa siempre las falencias aparecen cuando el problema ya está instalado. Con la sequía nadie vio que el viejo puente no sería suficiente ante una embestida de agua como la que se está dando, y eso también fue admitido por las autoridades responsables de las obras. Según se dijo tras el encuentro, Meoni había solicitado la construcción de un nuevo puente, pedido que primero fue aprobado y luego rechazado.
Y ahora esa necesidad se nota más: del costado derecho, yendo de Junín hacia Lincoln, el nivel del agua es muy superior a la parte que va a la Laguna de Gómez. De ese lado con mayor caudal, el espejo está a unos sesenta centímetros de llegar a cubrir el murallón que pasa por debajo del puente.
Además la violencia con la que pasa el agua también es significativa, por lo que la pregunta es qué pasaría si se sufre una inundación similar a la de 2001, cuando el puente de la Ruta 7 se derrumbó producto de la erosión del agua, que socavó las bases.
Lo había adelantado Borchex
No hace mucho, en una nota publicada por La Verdad, el ingeniero hidráulico y ex presidente de la Sociedad Rural de Junín, Alejandro Borchex, adelantaba lo que ahora se mira con sorpresa. “Falta ahí un nuevo puente con un ancho de paso de por lo menos cincuenta metros. Eso lo sabe el secretario de Recursos Hídricos, todos los técnicos también lo saben, pero no aparecen los presupuesto y no se ejecuta. El proyecto ejecutivo está elaborado hace mucho tiempo”, explicó en aquélla oportunidad.
El mismo Borchex aseguró la semana pasada que estaban ingresando a la Laguna de Gómez unos “50 metros cúbicos de agua por segundo”, que “el sistema está en creciente” y que “entra más de lo que sale”.
Por ahora el viejo paso en la Ruta 188 parece resistir, y el agua fluye tranquilamente cuenca abajo. Pero la gran incógnita es hasta cuando
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