La presidenta Cristina Fernández de Kirchner defendió ayer la construcción de dos represas hidroeléctricas en la provincia de Santa Cruz y negó que las empresas en carrera para adjudicarse la millonaria obra sean "amigas" del Gobierno.
"Acá no hay preferencias para nadie y por eso, cuando algunos hablan de 'amigos del Gobierno' es porque son ellos los que tienen enemigos y así se dedican a desinformar e inventar porque se consideran ellos enemigos del Gobierno", expresó la Presidenta en un acto oficial en Santa Cruz.
Cristina Fernández mencionó expresamente a los diarios Clarín y La Nación y habló de "histeria" y "paranoia" en los medios de prensa. "Lo que pasa es que hay algunos a los que no les gusta que la Argentina crezca y por eso difaman, inventan y desinforman", añadió.
Este nuevo ataque desde el Gobierno a la prensa coincidió con la difusión de un informe del Comité para la Protección de Periodistas, con sede en Nueva York, que manifestó su preocupación por la situación argentina.
Clarín publicó el domingo que la apertura de los sobres que se hará esta semana para la obra de infraestructura más importante de la gestión kirchnerista: un complejo hidroeléctrico sobre el río Santa Cruz. La obra tiene un presupuesto inicial estimado de 15.406 millones de pesos y los dos consorcios de empresas mejor perfilados para adjudicarse el contrato tienen una fluida relación con el Gobierno.
Esos consorcios están conformados por Corporación América, Pescarmona y la brasileña Camargo Correa, por un lado, y Electroingeniería, IECSA y Cartellone, por el otro. Cristina agregó un tercer consorcio a esa lista, formado por Roggio, ESUCO, Techint y Supercemento. Pero sólo se presentarían los dos primeros.
"Estas empresas estaban antes de este Gobierno y seguirán estando cuando haya otros gobiernos porque algunas tienen más de 50 años en la Argentina y estoy orgullosa porque han realizado emprendimientos a escala global y son empresas argentinas", dijo.
"Acá no hay preferencias para nadie", reiteró Cristina Fernández. "Acá hay una ley y se hace cumplir. Y las diez empresas que se han presentado para estas obras en tres consorcios no son empresas amigas ni enemigas del Gobierno", aseguró.
"La ley es igual para todos y no se pueden utilizar los medios, que deben ser de información, para desinformar, que es lo que hacen al ocultar las obras, las mejoras, pero ahora han pasado a la segunda etapa, que es la de inventar noticias a difamar, y hablan de empresas amigas del Gobierno", se quejó la Presidenta.
Cristina Fernández también criticó a la oposición, que denunció maniobras con la compra de campos aledaños a la obra y que podrían ser expropiados cuando esas tierras sean inundadas por la construcción de las represas de Cóndor Cliff y La Barrancosa. Ayer, el empresario Lázaro Báez, admitió haber comprado campos en la zona.
"A nadie se le cae una idea alternativa a las que propone el Gobierno. Hay algunos que no tienen ideas, pero hay otros que si dicen las ideas que tienen no los vota nadie, y por eso las disfrazan con el término de variables macroeconómicas", expresó la Presidenta.
Cristina Fernández participó ayer de los actos por el 133° aniversario del Bautismo del Lago Argentino. Allí inauguró obras en el acceso al Parque Nacional Los Glaciares y estuvo en la vecina villa turística de El Calafate.
"Este lugar no es de los santacruceños. Es de todos los argentinos", destacó la Presidenta. Las represas del megaemprendimiento hidroeléctrico se levantarán no muy lejos de allí. El río Santa Cruz nace con las aguas de los lagos Argentino y Viedma y las obras se harán a unos 250 y 175 kilómetros de su desembocadura en el Océano Atlántico. La apertura de los sobres con las ofertas de las empresas iba a ser ayer pero el acto se pasó para el próximo viernes.
"Esta obra dará 1.750 megavatios. Acá somos poquitos y no hay industrias que demanden mucha energía. Esta obra tendrá un excedente para el sistema nacional eléctrico de más de 1.700 megavatios. No lo consumirán los santacruceños sino quienes viven en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, donde están los grandes centros urbanos y de producción, donde se consume la electricidad", defendió el proyecto la Presidenta.
Quien también salió a criticar a los medios y a la oposición fue el gobernador santacruceño, Daniel Peralta, que ayer estuvo presente en el acto que animó la Presidenta. "Se cuestiona esta mirada federal que tiene el Gobierno nacional sobre nuestra provincia", dijo. También aprovechó la ocasión para defender todas las obras públicas que la provincia ha recibido durante la gestión kirchnerista.

Qué informó Clarín
El complejo hidroeléctrico "Cóndor Cliff y La Barrancosa" que se construirá en Santa Cruz implicará una inversión estatal de $ 15.406 millones.
Dos grupos de empresas que tienen una fluida llegada a la Casa Rosada se disputarán la obra.
Por un lado, se encuentra el grupo Pescarmona, asociado a la brasileña Camargo Correa y al grupo Eurnekián (que busca entrar a Telecom asociado a la familia política del embajador argentino en los EE. UU., Héctor Timerman).
Y por otro lado, está el grupo que aglutina a Electroingeniería, Cartellone y la firma Iecsa.
La apertura de sobres estaba prevista para ayer, pero se postergó hasta el viernes.
Empresarios ligados al Gobierno también compraron tierras en zonas que serán inundadas por las represas. Uno de ellos es Lázaro Báez, dueño de 182.000 hectáreas.
Según denunció la oposición, buscarían así cobrar una millonaria indemnización.

Aspiraciones y restricciones
Jorge Luis Velázquez
En medio del panorama fiscal cada vez más complejo que enfrenta la Argentina, la que pretende ser la mayor obra pública de la era kirchnerista no parece tener su existencia asegurada. Ni siquiera su inclusión en el Presupuesto 2010 garantiza que finalmente se pueda concretar, al menos dentro de los plazos pretendidos. Sobre todo porque son 15.406 millones de pesos que tendrá que aportar como mínimo el Estado. La compañía que concentra el flujo de subsidios para el mercado eléctrico (Cammesa) no deja de acumular deuda con el sector. Y las perspectivas de poder pagarla son cada vez menores.