La lluvia torrencial de ayer a la tarde disparó los llamados a Defensa Civil municipal, por parte de vecinos complicados por el ingreso de agua en las viviendas. Por lo general se trata de familias asentadas a la vera de arroyos, los cuales al incrementarse su caudal, provocan problemas en las viviendas, por lo que los vecinos necesitan asistencia en colchones y ropa seca. Esta situación se repite cada vez que llueve fuerte y desde el Estado se admite que por ahora no se vislumbran soluciones de fondo.
El primer chaparrón fue al mediodía, pero breve. La lluvia que provocó problemas fue la de la tarde, cuando cayó mucha agua en poco tiempo. En ese momento el área recibió alrededor de 45 llamados solicitando asistencia pero también bolsas de arena para contener el ingreso del agua a las viviendas, un pedido que se ha impuesto con este último chubasco. De acuerdo con lo que se informó desde el organismo, Defensa Civil municipal “cuenta habitualmente con entre 2.000 a 3.000 bolsas de arena: con la demanda de ayer quedaron sólo 500 bolsas aproximadamente”, dijo el director de la repartición.
De todos modos, la lluvia no provocó al menos hasta el cierre de esta edición desastres comparados con los del fin de semana pasado, cuando los arroyos desbordados inundaron calles y casas, hubo familias evacuadas, y un alud llenó de barro dos viviendas en Bajada.
EN PROBLEMAS. En diálogo con EL DIARIO, el titular de Defensa Civil municipal, Jesús Núñez, informó que “por la lluvia torrencial de la tarde –que comenzó un poco antes de las 17- tuvimos 45 llamados con reclamos de alimentos, frazadas y colchones” pero además los vecinos pidieron “bolsas de arena y broza” para proteger sus viviendas. Los pedidos llegaron desde “barrio Giachino, Las Flores, La Floresta, Gaucho Rivero, barrio Libertad y Arenales”, dijo.
De todos modos, no hubo daños “de gravedad” por la tormenta. Los problemas surgieron a la vera de “La Santiagueña (barrio Maccarone), el Antoñico, la desembocadura del arroyo Las Viejas en el Thompson pero allí ya bajó el agua, la sacamos con bombas”. A la orilla del Antoñico, a la altura de barrio Las Flores, “dos familias se autoevacuaron en la casa de un vecino”, comentó Núñez y señaló que “son vecinos que asentados muy cerquita del arroyo”.
PRONÓSTICO. El meteorólogo Alejandro Gómez, de la consultora Ecomet, analizó que las precipitaciones de ayer no pueden calificarse de “inusuales” teniendo en cuenta las situaciones de lluvia que se han venido dando en Paraná desde fines de diciembre, con mucha agua caída en poco tiempo, lo que provoca los inconvenientes. “Hay lugares de la provincia donde ha llovido bastante más milímetros en poco tiempo, como en el sur de La Paz y el sur de Gualeguay también. La cantidad importante de agua caída en poco tiempo hace que algunos sectores se inunden y tengan problemas de desagüe: crecen muy rápido los arroyos porque el suelo escurren rápido hacia las zonas bajas. Por otro lado, como no ha pasado mucho tiempo desde la última lluvia fuerte, no hay forma de que el agua absorba rápido”, señaló Gómez. En tanto, explicó que las lluvias fuertes pasaron y se están yendo al Uruguay, aunque las condiciones “de inestabilidad continuarían hasta el miércoles por la tarde, a partir de cuando el tiempo se tornaría estable por le plazo de un día o dos”, pronosticó.
El dato
27 MM
es el total de lluvia caída ayer en Paraná, según Ecomet: 14 mm a la mañana, y 13 mm a la tarde, totalizando 27 mm hasta las 21. Con las mediciones de ayer, suman ya 185 mm caídos pasadas apenas dos semanas de febrero, cuando el promedio para el mes entero se ubica en 191 mm.
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