La lluvia de ayer, que arrancó a la mañana y siguió cayendo durante todo el día, complicó un poco más el panorama en el barrio El Mangrullo, ya jaqueado por la altura del Paraná, que llegó a 5,46 metros y el arroyo Saladillo. Por las dificultades de drenaje, seis bombas de achique debieron trabajar en el lugar. En el norte, los canales Salvat e Ibarlucea, a la altura de Nuevo Alberdi, también mantuvieron en constante monitoreo al personal de Defensa Civil del municipio e Hidráulica provincial. Pese a la preocupación, no hubo evacuados.
El Mangrullo sufre los dos problemas: sobre el Brazo Seco del Saladillo, la crecida del río y el arroyo amenaza a unas 15 familias. En otros sectores del barrio lo peor es la lluvia, porque la creciente impide el drenaje del agua.
En Nuevo Alberdi el problema llega cuando llueve mucho en los campos de la cuenca del arroyo Ludueña. Sin embargo, dijo el titular de Defensa Civil, Raúl Rainone, los monitoreos de la Central de Emergencia e Hidráulica no evidenciaban ayer que fuese a haber dificultades con las tomas de los canales Salvat e Ibarlucea.
Otro problema que trajo la lluvia fue la caída de árboles. Uno se desplomó en El Mangrullo, otro en Paraguay y San Juan, y el tercero en Montevideo al 400, este último sobre un auto.
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