En 2007, después de cinco años de crecimiento económico, el sistema eléctrico nacional estuvo bajo tensión y muchas empresas tuvieron que salir a comprar sus propios grupos electrógenos. En enero pasado, tras la ola de calor, se batió el record histórico de consumo, con 19.460 megavatios (mw), y todavía se disponía de 2000 más. El Plan Energético Nacional prevé llegar a 27.700 mil megavatios en 2011 y a más de 32 mil en 2015. Para lograrlo, el gobierno de Santa Cruz, con el aval del Ejecutivo Nacional, llamó a licitación para realizar la obra hidroeléctrica más importante de la gestión kirchnerista: Cóndor Cliff y Barrancosa, que sumarán 1740 megavatios al sistema integrado nacional. El 19 de febrero se presentarán las ofertas. Ya confirmaron su participación tres consorcios, integrados en total por diez empresas, entre las que sobresalen Roggio, Techint, Cartellone y la brasileña Camargo Correa. El precio total se estima en 15.400 millones de pesos. Como los tres grupos ya lograron la calificación técnica, ganará el que ofrezca el precio más bajo.
Los consorcios están integrados por Corporación América, Pescarmona y Camargo Correa; el segundo se compone de Electroingeniería, Cartellone e Iecsa; y el tercero por Esuco, Techint, Roggio y Supercemento. En los últimos días surgieron denuncias que aseguraron que sólo se presentarían los dos primeros grupos, en los que supuestamente se beneficiarían dos empresas “amigas del Gobierno”: Corporación América, de Eduardo Eurnekian, y Electroingeniería. Página/12 consultó a dos altas fuentes de las empresas Esuco y Techint, del tercer grupo, que aseguraron que se presentarán a la licitación: “No sólo nos vamos a presentar; vamos a ganar”, señaló una de ellas. En este tercer grupo se encuentran empresas como Roggio y Supercemento. Vale recordar que Techint no mantiene relaciones demasiado aceitadas con el Gobierno desde que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, le expropió dos de sus compañías.
Si bien se avanzó mucho en la generación de energía eléctrica en el último trienio, aún quedan zonas del país que se ven en apuros cuando crece la demanda. En el Ministerio de Planificación explican que el país aún no terminó de cerrar un sistema de interconexión eléctrica que una todo el país. Para ello hace falta mayor generación en algunas zonas alejadas del centro del país, como es el caso de esta obra en Santa Cruz y mayor inversión en transporte. Los más de 1700 mw que generarán ambas represas abastecerán al Sistema Interconectado Nacional. Poco más del 10 por ciento se utilizará en Santa Cruz.
La obra fue planificada hace casi cuarenta años por la ex empresa estatal Agua y Energía. El informe al que tuvo acceso Página/12 realizado en 1975, firmado por el ingeniero Mariano Castillo, indica que “el río Santa Cruz es uno de los ríos con la mayor potencialidad hidroeléctrica del continente sudamericano, porque tiene un flujo de caudal muy parejo durante todo el año”. Pero en ese momento la Patagonia estaba prácticamente desconectada del resto del país. Desde 2004 se viene trabajando en la interconexión del sur argentino con las obras de Choele-Choel, Puerto Madryn y Pico Truncado. La nueva obra figura en el presupuesto 2010 como plurianual, junto con las represas Chihuidos, Los Blancos y Punta Negra, actualmente en ejecución por el consorcio Techint-Panerile.
La primera fase del Plan Energético Nacional, que comenzó en 2004 y termina en 2011, prevé elevar la generación de energía eléctrica en un 55 por ciento, pasando de 17.900 a 27.700 mw. Para ello se destinará un total de 46.900 millones de pesos. A la vez, el plan contempla la ampliación en igual porcentaje de las líneas de alta tensión que transportan la energía por el país. En este caso se amplía de 9083 a 14.207 kilómetros, que costarán 12 mil millones de pesos. Las principales obras ya terminadas son la elevación de la cota de Yacyretá, que aporta 800 mw; la Central Belgrano, que suma 550 mw, y la Central San Martín, que agrega otros 550 mw. Estas dos obras están teniendo una ampliación que sumará 270 mw cada una.