Según informes meteorológicos, en la segunda quincena del mes que transcurre continuarán las lluvias con cierta intensidad, sobre todo en las partes altas y al pie de la Cordillera Oriental y un sector del Trópico Oriental, por lo que Defensa Civil, autoridades locales y nacionales tienen que tomar los recaudos correspondientes y evitar que centenares de familias se sumen a las miles de afectadas por riadas, turbiones, inundaciones y anegamientos de comunidades, poblaciones y ciudades. De acuerdo con los registros conocidos hasta la fecha, Cochabamba, Beni, La Paz y otros departamentos fueron afectados por las fuertes precipitaciones pluviales, que han dejado un saldo de 36.205 familias damnificadas, 12 personas muertas y tres desaparecidos, en 107 municipios.
Contrariamente, en el Chaco boliviano la sequía está causando problemas a un gran número de familias, las que corren el riesgo de perder el ganado vacuno y otros que poseen, por falta del líquido elemento, sin dejar de mencionar que muchos sembradíos quedaron prácticamente inutilizados. Por lo tanto la ayuda de las autoridades debe abarcar a todos los bolivianos que pasan por momentos difíciles y angustiosos, sea por las fuertes precipitaciones pluviales o, en otros casos, por la carencia de agua.
Si hacemos un recuento de los afectados por las torrenciales lluvias caídas en las últimas semanas, llegamos a la cifra de 36 mil familias, lo grave es que más poblaciones y comunidades pueden ser afectadas por la crecida de las aguas, aunque muchos de sus habitantes se niegan a trasladarse a sitios más seguros, ya que quieren cuidar su patrimonio, sobre todo los animales y sembradíos para su sustento diario. Lo cierto es que cuando se presentan los fenómenos naturales, mucha gente no está preparada para enfrentar los embates de las aguas, lo que origina problemas difíciles de solucionar, por la falta de recursos y de información y comunicaciones. Poblados quedan aislados y el auxilio no llega en el momento oportuno. Por este motivo las autoridades tienen que iniciar una campaña de concientización para prevenir futuras desgracias si no son tomados los recaudos necesarios.
Las autoridades nacionales analizan la posibilidad de evacuar a las familias ante las advertencias de deslizamientos, inundaciones y riadas en varias regiones del territorio nacional. La evacuación de los pobladores que corren el riesgo de ser afectados por los cambios climáticos del llamado fenómeno de El Niño, tiene que ser oportuna, sin esperar que los problemas sean más difíciles de resolver. Aunque la mayoría de la gente en riesgo trata de cuidar su patrimonio, tiene que hacer caso a las advertencias que hacen las autoridades para evitar desgracias personales, como muchos de los accidentes que ocurrieron en los últimos días, por la falta de precaución.
En las últimas semanas se intensificaron las precipitaciones pluviales, causando desbordes de ríos e inundaciones y varias poblaciones fueron anegadas por aguas que estancadas pueden convertirse en focos de infección, por lo tanto es importante que sus habitantes busquen sitios más seguros. Este mismo problema puede afectar a otras comunidades y pueblos por las persistentes lluvias, por deslizamientos de tierra y derrumbes, como ocurrió en varias ciudades donde centenares de familias perdieron sus viviendas y corrieron el riesgo de morir. Por todo esto es importante que las autoridades hagan prevalecer el principio de autoridad, sobre todo para preservar las vidas de personas afectadas por fenómenos naturales.
Defensa Civil no tiene que esperar que los problemas se agudicen para recién entrar en acción. Por los peligros que amenazan a centenares de familias, generalmente de bajos recursos económicos, el estado de alerta debe ser permanente. En el caso de la sequía que afecta a poblaciones del sur del territorio boliviano, desde hace años se vio la necesidad de perforar pozos para que en situaciones de emergencia se pueda bombear agua y dotar de este liquido elemento a todos quienes la necesitan. Pero ese proyecto quedó en anuncios, porque el drama de todos los años continúa y no hay autoridad que solucione este problema que afecta a miles de bolivianos.
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