Un torbellino de viento con forma de espiral sorprendió ayer a los santafesinos. Fue apenas pasadas las 17, cuando en el cielo apareció una tromba, un fenómeno natural mucho menos violento que un tornado pero que igual dejó boquiabierto a quienes miraron al cielo, hacia el este.
Ignacio Cristina, del Centro de Información Meteorológica de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la UNL, explicó que “fue una corriente de aire descendente en forma de espiral, consecuencia de un cúmulus nimbus, de un fenómeno convectivo”, pero “no fue un tornado”, aclaró el profesional.

Diferencias
Ambos fenómenos tienen la misma génesis, es decir “nacen de la misma forma”, pero mientras el tornado es “terriblemente violento y cuando toca la tierra deja una importante franja de devastación”, la tromba “es mucho menos severa y sólo produce voladura de polvo y agua”.
Tal como ocurrió ayer en Santa Fe, la tromba se da sobre espejos de agua, como océanos y ríos abiertos. Pero la gran diferencia entre uno y otro lo marca la presión atmosférica: “Para que se dé un tornado la presión debe estar sumamente baja, en tierra o en agua”. A la hora que la tromba recorrió la zona de islas cercanas a la capital provincial y atemorizó a los vecinos de La Vuelta del Paraguayo, la presión atmosférica era normal: entre 1010 y 1020 hectopascales. Además, las ráfagas de viento no fueron intensas ayer, como lo son cuando se trata de un tornado y suelen superar los 150 km/h.

¿El primero?
No hay registros del paso de otra tromba por esta zona, al menos los especialistas no lo recuerdan. Sí, mencionan el devastador tornado de San Justo en 1973, cuando la presión atmosférica fue inferior a los 970 /980 hectopascales.
“El fenómeno de ayer no fue nada extraordinario, y la pauta lo dan las imágenes registradas (por aficionados) donde se ve el tendido de alta tensión del Colastiné, que no fue afectada”, dijo Cristina.

Las dudas que quedan
Sin embargo, todavía “no se sabe bien qué fenómeno se produce dentro de la nube para que el viento se arremoline y baje tipo torbellino”, confesó el especialista de la Fich. “Se está estudiando para comprender el comportamiento y es por eso que en la actualidad no se puede dar una alerta temprana por un tornado en ninguna parte del mundo”.
Según explicó, los modelos de prevención de EE.UU. más rápidos han podido dar un alerta sólo 5 minutos antes de que se produzca el fenómeno.

Siete colores
La tromba no fue el único espectáculo que la naturaleza regaló ayer a los santafesinos. Cuando las nubes dejaron de gotear, y un poco antes de que el sol diera paso a la noche, un majestuoso arco iris tiñó el cielo de siete colores.

Gran interés
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