Según la Ciudad, la solución para las inundaciones en la zona de la avenida Juan B. Justo es la construcción de los canales aliviadores del arroyo Maldonado. Sin embargo la primera parte de esta obra recién estaría habilitada a mediados del año que viene. Además es una obra muy cuestionada judicialmente.
Se trata de la construcción de un túnel de 5 km desde el río hasta Niceto Vega, y el otro de 10 km hasta Cuenca. La construcción se hará con dos tuneleras, unos taladros gigantes que mientras van excavando apuntalan el túnel con anillos de hormigón.
Pero el primero de los dos túneles recién estaría operativo "en un año y medio", tal como explicó ayer el jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta.
Este proyecto, el más importante de los que lleva adelante la Ciudad, está muy cuestionado. Para hacerlo, la Legislatura aprobó la toma de un crédito de US$ 130 millones, del Banco Mundial, y además estipuló las características técnicas de los trabajos a realizar. Pero el Ejecutivo resolvió que, en lugar de realizar tres pozos contiguos, se hiciera uno solo.
Esto motivó que el legislador Sergio Abrevaya y los ex diputados Milcíades Peña y Facundo Di Filippo denunciaran al Gobierno por dos motivos. Primero, porque afirman que el pozo pone en riesgo el acuífero Puelche, una reserva de agua dulce. Y, segundo, porque dicen que el cambio en la obra generó un sobrecosto de unos US$ 20 millones. La obra está a cargo de la empresa italiana Ghella, socia de la firma Iecsa, propiedad de Angelo Calcaterra, primo de Franco Macri.
Por esa causa, la Justicia porteña ordenó en agosto que se suspendiera la obra. Voceros del Ministerio de Desarrollo Urbano afirmaron que presentaron los papeles que se habían requerido en el expediente, y que la obra había sido rehabilitada. Pero fuentes judiciales le confirmaron a Clarín que, si bien es cierto que la Ciudad llevó un certificado, aún no fue aceptado como válido, por lo que la prohibición de seguir la obra está vigente.
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