En Caballito, Flores y Palermo, tres de los barrios más afectados, el agua ingresó en comercios y cámaras subterráneas de electricidad, lo que provocó cortes de energía y protestas
Quejas e impotencia arreciaron ayer entre los cientos de miles de vecinos porteños que, anteanoche, sufrieron anegamientos, falta de suministro de electricidad, pérdidas materiales en propiedades y daños en numerosos autos como consecuencia de una de las tormentas más fuertes de los últimos tiempos, en la que confluyeron lluvias torrenciales con una sudestada que impidió el desagote de la red pluvial.
Anoche, ante los cortes de energía que en algunos puntos llevaban ya 24 horas, las protestas se generalizaban en los barrios de Villa Crespo, Caballito, Flores y Paternal, donde cientos de vecinos cortaban el tránsito y quemaban neumáticos y otros objetos. Portando cacerolas, los indignados vecinos se concentraban en los cruces de Honorio Pueyrredón y Gaona, Artigas y Gaona, Apolinario Figueroa y Acoyte, Scalabrini Ortiz y Corrientes, Scalabrini Ortiz y Warnes, Corrientes y Angel Gallardo y en San Martín al 1400.
En una recorrida realizada al cierre de esta edición, LA NACION comprobó que la falta de energía se extendía a lo largo de varios tramos de la avenida Juan B. Justo.
Anteanoche, en el peor momento de la tormenta, más de 210.000 vecinos se habían quedado sin energía. Edenor reportó 28.120 clientes (unas 112.000 personas) afectados por la falta de suministro en Belgrano, Núñez y Saavedra, en tanto que Edesur informó que otros 25.000 clientes (100.000 personas) sufrieron el corte. Anoche, voceros de Edenor señalaron a LA NACION que sólo 500 clientes (unos 2000 vecinos) seguían afectados; Edesur mencionó la existencia de 15 cámaras inundadas en Villa Crespo y Caballito, sin dar precisiones sobre el número de clientes damnificados.
Cuadrillas municipales con 415 operarios de distintas dependencias todavía recorrían anoche las calles de la Capital para aliviar los múltiples anegamientos ocasionados por la fuerte tormenta.
Según el ministro de Ambiente y Espacio Público Porteño, Diego Santilli, anteanoche confluyeron en la ciudad intensas precipitaciones, que en promedio alcanzaron 100 mm acumulados en dos horas, con una cota alta del Río de la Plata, que había crecido hasta los 2,6 metros, lo que determinó que la Capital colapsara.
Los barrios más afectados por las inundaciones fueron Palermo, Almagro, Belgrano, Caballito, Flores, Liniers, Paternal y Villa Crespo. En este último se registró el pico de precipitaciones, porque cayeron 125 mm en dos horas. En Villa Ortúzar, el Servicio Meteorológico Nacional contabilizó 92 mm. En cambio, hubo barrios en los que la lluvia caída fue insignificante, como Mataderos y La Boca, donde cayeron entre 13 y 15 mm.
Las zonas en las que más agua se acumuló coinciden con las cuencas de los arroyos Maldonado, Vega y Medrano, que trasportan el agua proveniente de lluvias hacia el Río de la Plata. Anteayer, en el momento del diluvio, una sudestada con vientos que superaban los 25 km por hora afectaba la costa norte de la ciudad, donde desembocan dichos arroyos.
El río, según fuentes oficiales, alcanzaba una altura de 2,6 metros, lo que impidió el desagüe de los arroyos y el agua desbordó por los sumideros.
Agua para rato
Funcionarios del gobierno porteño admitieron que las inundaciones continuarán castigando a la Capital hasta que estén concluidas las obras hidráulicas en marcha en las mencionadas cuencas, tareas que demandarán por lo menos dos años más. Mauricio Macri lo había advertido a poco de asumir, cuando en febrero de 2008 otro fuerte temporal azotó a la ciudad. "Va a ocurrir exactamente lo mismo (...) dentro de uno, dos o tres años", dijo.
Los cortes de energía afectaron también el tránsito. Unos 500 de los 3762 cruces con semáforos de la ciudad salieron de servicio. Según fuentes de la línea de emergencias de los bomberos, a media mañana 265 semáforos permanecían sin funcionar a lo largo de la avenida Corrientes y algunas calles de Villa Crespo, Caballito y Almagro. Asimismo, la línea B de subterráneos resultó paralizada hasta las 9 de ayer por inundaciones entre las estaciones Malabia y Dorrego, a la altura del arroyo Maldonado.
Cientos de automóviles, estacionados en la vía pública o en garajes subterráneos, también sufrieron las consecuencias del temporal, pues fueron invadidos por el agua. Dos taxistas estaban dentro de sus vehículos al quedar estancados en los anegamientos: el agua arrastró el vehículo que conducía Jorge Molina cuando intentó cruzar el túnel de la calle Yatay, bajo las vías del ferrocarril Sarmiento, en Caballito, mientras que otro taxi quedó anclado en medio del agua en el paso bajo nivel de Dorrego, en Chacarita.
Ante el anuncio del jefe de gabinete del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de que la ciudad pagará los subsidios de hasta 5000 pesos establecidos por ley, muchos vecinos se mostraron descreídos. "Esta vez no voy a perder tiempo en hacer los trámites para cobrar. En 2007 sufrí dos inundaciones, fui 40 veces a las oficinas correspondientes y no logré cobrar. Me terminaron ganando por cansancio", afirmó el dueño del local de ropa infantil Il Baulino, en Blanco Encalada al 2500, en Belgrano. Anteayer, el agua volvió a ingresar en su negocio.
Quienes ayer mismo quisieron iniciar los trámites para obtener el subsidio vieron frustrada su intención: los centros de gestión y participación permanecieron cerrados por el asueto de Carnaval.
OTRAS TORMENTAS
24 DE ENERO DE 2001
124 mm
El temporal de agua y granizo desatado en dos horas dejó un saldo de cinco muertos. La ciudad colapsó y casi 300.000 personas quedaron sin energía.
16 DE MAYO DE 2000
345,2 mm
Hubo 26.000 evacuados, cuatro muertos y 40 heridos en la Capital, el conurbano y en Santa Fe. Cayeron 345,2 milímetros durante varios días y el viento llegó a los 90 km/h. Unos 136.000 usuarios se quedaron sin suministro eléctrico
15 DE ABRIL DE 1990
117 mm
En seis horas la cuidad quedó bajo el agua. Fueron siete los muertos y 20.000 usuarios quedaron a oscuras.
31 DE MAYO DE 1985
308,5 mm
Las lluvias ininterrumpidas durante 25 horas provocaron gravísimos anegamientos en el área metropolitana. Hubo una muerte por electrocución, 150.000 teléfonos inutilizados y se interrumpió el suministro de gas.
El Servicio Meteorológico admitió que no hubo alerta
Se afirmó que no pudo pronosticarse a tiempo
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) admitió ayer que emitió tarde el alerta meteorológico por la tormenta de anteanoche y explicó que se debió a que fue un fenómeno tan repentino que no hubo posibilidades de pronosticarlo. Funcionarios del gobierno de la ciudad se quejaron por la ausencia del alerta, que, dijeron, pudo haber mitigado los efectos del temporal si los vecinos advertidos no hubieran sacado la basura, que suele tapar los desagües.
La polémica por el alerta comenzó anteanoche cuando Daniel Russo, director de Defensa Civil, se quejó de que el SMN no hubiera anticipado el temporal. Ayer la continuó el subsecretario de Emergencias porteño, Néstor Nicolás, que, en conferencia de prensa, dijo: "No entiendo por qué no hubo un alerta meteorológico".
La tormenta comenzó hacia las 20.30, y el alerta del SMN se publicó a las 22, cuando aquella ya estaba en su apogeo. Ya en agosto de 2007, cuando una granizada sin precedente cayó sobre la ciudad causando destrozos de autos, el SMN había sido cuestionado por la falta de un alerta.
El fenómeno, se defendieron en el SMN, se formó en un lapso muy corto y en un área muy limitada, lo que, argumentaron, hizo casi imposible preverla. "La detectamos cuando ya estaba encima nuestro", dijo Eduardo Piacentini, del SMN.
Explicó que durante la jornada no hubo ningún indicio de tormenta, al punto que "hasta las 19, por lo menos, no se veía nada [en los modelos]" que indicara lo que sucedió después. "Fue repentina, lo que se llama now casting , fenómenos que se originan en corto tiempo, difíciles de detectar", dijo.
Fenómeno singular
Los técnicos del SMN, dijo el difusor, analizaron ayer las características del fenómeno para determinar cómo ocurrió, y establecer algunos indicios que permitan pronosticar un episodio similar en el futuro.
El licenciado en ciencias meteorológicas Germán Heinzenknecht, de la Consultora de Climatología Aplicada, dijo que la tormenta fue un "fenómeno de escala menor", no en referencia a cuánto llovió, sino al área que ocupó. "Cuando uno hace un pronóstico del tiempo, tiene mayor precisión con escalas más grandes, con una lluvia que afecta toda una región por ejemplo, pero ésta fue muy local, en una microzona", explicó.
Los especialistas coincidieron en que el fenómeno es consecuencia de la corriente del Niño, que genera aumentos de temperatura y de humedad, que es lo que deriva en tormentas fuertes. "También se puede asociar el aumento de la frecuencia de tiempo severo, valores extremos, lluvias abundantes, con las señales de cambio climático", dijo Heinzenknecht.
Según datos del SMN, en lo que va de febrero llovieron 214 milímetros, cuando el promedio del mes es de 150. "Estamos en una situación especial para el mes", dijo Piacentini. En lo que va de 2010, cayeron más de 300 milímetros, un cuarto del promedio de todo el año en ciudad de Buenos Aires, que es de 1200 milímetros.
Para hoy, el SMN pronosticó nubosidad variable y vientos moderados a regulares del sector Este durante la mañana, y cielo parcial a algo nublado con vientos regulares a moderados del sector Nordeste durante la tarde.
Cien hombres para atender la emergencia
Fueron desplegados por Defensa Civil; en algunas zonas, según vecinos, no hubo auxilio
Anteanoche se puso en marcha el Plan Director de Emergencias de la ciudad de Buenos Aires, a través de un protocolo que establece la coordinación con todas las áreas que atienden la emergencias y que reemplazó, hace dos años, al Plan Maestro Metropolitano.
Casi 100 auxiliares capacitados se distribuyeron en diferentes barrios para atender los reclamos, aunque, ante la magnitud del colapso, en muchas zonas los vecinos se quejaron de la ausencia de socorristas y afirmaron que debieron actuar solos ante la emergencia.
Los servicios de auxilio atendieron unas 300 llamadas de vecinos afectados al 103, el número de emergencias de Defensa Civil. En cambio, el número 147, disponible para reclamos y denuncias de los vecinos, dejó de funcionar, colapsado por la cantidad de llamados.
"Desde iniciada la emergencia, el Comando Operativo de Emergencias (COE), con sede en Defensa Civil, coordinó todas las tareas", explicaron en la Subsecretaría de Emergencias porteñas.
El plan define qué hacer ante 21 tipos de emergencias, que incluye inundaciones por precipitaciones y tormentas con sudestada. También prevé la coordinación de las tareas con el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Nación y la intervención de los ministerios porteños de Ambiente y Espacio Público, Salud, Desarrollo Social y Comunicación.
La Subsecretaría de Emergencias de la ciudad es la que agrupa la coordinación del plan. Además tiene a cargo las capacitaciones, simulacros y simulaciones tecnológicas de emergencias de todo tipo. Por esto, anteanoche actuó conjuntamente personal de la Defensa Civil, Emergencias Hídricas, el SAME, la Guardia de Auxilio y los bomberos y personal de comisarías de la Policía Federal.
Durante la emergencia, en poco tiempo se coordinó la superposición de turnos para atender más de 300 llamadas al 103, informaron las autoridades, que defendieron el procedimiento ante algunas críticas a la respuesta ante la emergencia.
Según el gobierno local, en total se movilizaron casi un centenar de vehículos de emergencia, que asistieron a las zonas afectadas, además de 30 móviles del Ministerio de Ambiente y Espacio Público.
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