"Por más que el 87 por ciento de aumento (de las tarifas del agua) se diera todo junto ahora y no a lo largo de un año, igual hay un 42 por ciento insatisfecho en los costos operativos que tendrá que seguir aportando el Tesoro provincial". Así, el presidente de Aguas Santafesinas SA (Assa), Alberto Daniele, justificó el retoque en las tarifas que el Ministerio de Aguas le propuso al Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress).
Según cálculos de la compañía estatal y para una factura promedio de 32 pesos bimestrales, la readecuación de los valores la llevará a costar 59 pesos por bimestre.
La difusión de la propuesta hecha por el ministro del área Antonio Ciancio al Enress cayó como un baldazo de agua helada en las organizaciones de usuarios y consumidores. A diferencia del 19 por ciento que el funcionario había estimado inicialmente, le agregó en la propuesta cuatro bimestres del 12 por ciento acumulativo. Esto explica el 87 por ciento a cobrar en un año por parte de la empresa estatal. Assa afirma que el aumento promedio será de 27 pesos a principios de 2011 y que el 85 por ciento de los clientes "nunca pagará más de 97 pesos por bimestre".
Inimaginable.
Lo cierto es que este esquema de adecuación tarifaria no alcanza a cubrir el 129 por ciento de déficit que acarrea Assa desde 2006 a 2009. Una brecha que se alivió en parte con la suba en septiembre de 2008 del 29 por ciento.
"Correr detrás de los costos significa menguar la capacidad de respuesta para solucionar las intervenciones en la vía pública, es hacer esfuerzos titánicos para reparar las bombas de agua, llegar a acuerdos con proveedores de insumos químicos que tienen atrasos en los pagos. Este 87 por ciento permitirá sólo disminuir la demanda y depender menos de los subsidios del Estado provincial", remarcó Daniele.
"Nuestra planta de personal es insuficiente, los insumos son rígidos y no se pueden disminuir. Lo que no se aporte por suba tarifaria se cubrirá con subsidio estatal, no hay otro escenario, salvo que se abandone la calidad del servicio, lo que resulta inimaginable", razonó Daniele ante LaCapital.
Disparidad.
En cuanto a la creación de la tarifa segmentada que reemplace a la tarifa plana, Daniele consideró que "esta herencia forma parte del marco regulatorio que dejó la privatización y que impone limitaciones".
El mapa de costos y tarifas en suelo santafesino es heterogéneo. Mientras que en las 15 localidades que controla Assa se paga 43 centavos por el metro cúbico de agua potabilizada, existen localidades y comunas donde las cooperativas cobran 80 centavos, un peso y hasta 2,50 pesos por cada metro cúbico, ya que no reciben los aportes del Tesoro provincial.
Marco regulatorio.
El otro desafío es la expansión del programa de micromediciones a clientes domiciliarios. Al histórico 13 por ciento de clientes que cuentan con este sistema, en 2008-2009 se sumó otro 11 por ciento. "Deberíamos avanzar este año en el tratamiento legislativo para definir qué servicios queremos los santafesinos y qué tarifa tendremos", finalizó Daniele.
Los números ya están sobre la mesa: 129 por ciento de desfasaje, entre los que se computan los aumentos en energía eléctrica e insumos con altos porcentajes. En la Cámara de Diputados santafesina la oposición quiere citar a las autoridades de Assa a fin de que justifiquen esta suba.
Desde Assa se está trabajando en la elaboración de un anteproyecto de ley de un nuevo marco regulatorio de servicios públicos que involucre a las 15 localidades y al resto de la provincia. Sería un regimen distinto al uso del agua como las zonificaciones.
Los consumidores criticaron el reajuste
Diversas organizaciones de consumidores salieron a criticar el aumento del 87 por ciento a lo largo de un año para la factura del agua potable y cloacas que administra Assa. Desde la Red Argentina de Consumidores, su titular Cristian Galindo lo calificó de "un impacto muy fuerte en el bolsillo, con la preocupación de que no existe en forma palpable un cronograma de obras para los próximos dos años y de que este aumento afecte a los sectores más débiles".
Desde el Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria (Cesyac), en tanto, se contrapuso un decálogo para mejorar el servicio sin afectar el bolsillo de los clientes.
"Alguien que vive en un barrio periférico tendrá el mismo impacto que un cliente residencial", criticó Galindo y señaló además una pérdida de agua potable "en un 30 por ciento para el casco céntrico, que se filtra y derrocha por la antigüedad del sistema de distribución".
El dirigente instó a apurar los plazos para colocar medidores "como medida concreta para frenar la injusticia entre el usuario que tiene una pileta en su casa y una vivienda particular"
Por su parte, el Cesyac propuso cobrar la tarifa mediante un sistema diferencial no plano, colocar a un representante de los usuarios en el Enress, convertir a Assa en sociedad estatal con usuarios en el directorio, premios y castigos por el derroche de agua potable, resarcimiento a usuarios, tarifa social, audiencias públicas, crear un consejo consultivo para el servicio y la especificación del porcentaje de inversiones en la factura.
Además, propone equiparar la calidad del servicio entre los clientes y no cortar la provisión de agua por ningún motivo.
|
|
|