Con el objetivo de optimizar la utilización del agua de riego para permitir un mejor desarrollo del sector productivo, el Gobierno de la Provincia pondrá en marcha una serie de proyectos de obras hídricas en diversos puntos de la geografía salteña.
Con una inversión cercana a los 30.000.000 de dólares, se tiene previsto realizar varias mejoras en el río Toro. Según anunciaron desde el Ejecutivo, el proyecto será ejecutado durante este año y el próximo.
La iniciativa beneficiará a más de 600 productores con unas 10.000 hectáreas bajo riego en el Valle de Lerma, en la cuenca del río Toro, comprendidas en la zona productiva de Campo Quijano, Rosario de Lerma, Cerrillos y La Merced.
Plan maestro
La optimización de río Toro forma parte de un plan de obras de riego contempladas en el Plan Estratégico de Desarrollo Productivo, coordinado por la Secretaría de Asuntos Agrarios de la Provincia.
Con la finalidad de dar a conocer el proyecto y recibir inquietudes de las partes involucradas, se llevó a cabo esta semana en instalaciones del Consorcio de Riego de Cerrillos una reunión a la que concurrieron más de 70 productores y usuarios del sistema.
De ese encuentro participó el secretario de Asuntos Agrarios del Gobierno de la Provincia, Lucio Paz Posse, autoridades del Prosap, del Ministerio de Agricultura de la Nación y del Consorcio.
Paz Posse aseguró que "esta vinculación con los productores permite armar un proyecto que contemple todas las situaciones que se pueden llegar a presentar".
Agregó que "con esta obra financiada por el Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (Prosap), se podrá brindar una solución definitiva a los problemas de erosión y de inundaciones de caminos rurales, como así también de rutas nacionales de la zona".
En otras regiones
Cabe destacar que existen proyectos para ejecutar obras en el río Colorado de Colonia Santa Rosa, en los ríos Metán y Mojotoro y Chuscha y Lorohuasi.
"Con este programa de obras daremos un salto cualitativo en la utilización de los recursos hídricos", explicaron desde el Programa de Servicios Agrícolas de la Provincia.
Con la finalidad de aprovechar el cauce hídrico ubicado en Campo Quijano y facilitar el transporte de agua hacia el dique Las Lomitas, el año pasado se construyó una toma de agua en el río Toro.
La primera obra toma parrilla sobre el río Toro fue construida entre 1930-1936 con la finalidad de atender la demanda creciente de agua para irrigación de cultivos del Valle de Lerma.
En ella trabajaron inmigrantes de origen europeo, quienes se encargaron de las tareas manuales.
Antecedentes del riego en el Valle de Lerma
El 20 de febrero de 1913 asumió la gobernación de Salta el doctor Robustiano Patrón Costas.
Fue en ese mismo año que inauguró las redes de agua corriente de Cerrillos, Rosario de Lerma, La Merced, General Güemes y Metán.
Asimismo, firmó con la Dirección Nacional de Irrigación los contratos para la ejecución de las obras de riego de los ríos Toro y Pasaje.
De inmediato comenzaron los trabajos constructivos de los primeros canales de riego de una amplia zona del Valle de Lerma.
En 1929, durante el gobierno del doctor Julio Cornejo, se amplió la red de canales y acequias en Cerrillos, Chicoana y Rosario de Lerma. En 1932, la Dirección Nacional de Irrigación, que por ese entonces administraba el agua en el Valle de Lerma, pasó a denominarse Dirección General de Irrigación, organismo que en 1934 firmó un nuevo contrato con el Gobierno de Salta, esta vez para realizar las obras de riego en Chicoana y El Carril. Todo esto a partir del aprovechamiento del río Escoipe o Chicoana y de los arroyos Pulares y Agua Chaya.
En 1930
A mediados de la década del ’30, las obras de riego del Valle de Lerma estaban prácticamente concluidas y para ello se habían aprovechado los caudales de los ríos Arias, Arenales, Toro, Escoipe y numerosos arroyos.
Con el advenimiento del peronismo, la Dirección General de Irrigación pasó a denominarse en 1947 Dirección General de Agua y Energía Eléctrica.
Este último organismo nacional tuvo a su cargo la administración de las aguas de riego y la conservación de la red de riego del Valle de Lerma, hasta 1959, año en que este servicio es provincializado y transferido a la Administración de Aguas de Salta (AGAS).
No se puede dejar de señalar que al pasar a manos de la Provincia sobrevino por diversos factores un notable deterioro de la red de irrigación, los caminos rurales y las rutas nacionales y provinciales.
Producida la privatización de este organismo, el servicio pasó a depender de los consorcios de riego que se fueron constituyendo en el Valle de Lerma.
"Debemos trabajar todos los que nos veremos beneficiados con esta obra"
Como productor de la zona, ¿qué opinión le merece el proyecto?
La idea es excelente. Básicamente se trata de revestir los canales primarios y entubar los secundarios. Con estas obras los productores contarán con la presión necesaria para realizar riego por goteo y aspersión. Por otra parte, se disminuiría la cantidad de agua perdida durante el escurrimiento y se evitaría el colmatamiento del dique Las Lomitas durante el período estival. El proyecto prevé la construcción de dos grandes represas de contención, de aproximadamente 40 hectáreas cada una para el verano.
¿Cuál sería la magnitud de los beneficios?
Hay que tener en cuenta que el cultivo de las tierras en el Valle de Lerma se ve limitado por la falta de agua. Con la ejecución de este proyecto se sumarían 5.000 hectáreas a las 10.500 que actualmente reciben agua. Esto, a su vez, permitirá diversificar los cultivos en toda la región, favorecerá las pasturas y permitirá realizar nuevas actividades en los campos durante el invierno, entre otras cosas.
¿En qué consiste la participación de los productores en el diseño del proyecto?
Básicamente, los productores expusimos durante los talleres la problemática tabacalera y cuáles serían las posibles soluciones en las distintas zonas. Dentro de 60 días, los técnicos de este gran proyecto nos darán respuestas técnicas a nuestras inquietudes.
¿Es necesaria la participación de los municipios?
En este caso es fundamental, ya que al revestirse todos los canales primarios evitaría los anegamientos y los excedentes, que actualmente se acumulan en los pueblos, y en las rutas se escurrirían rápidamente por los desagües y serían utilizados por la agricultura. Es decir que ésta es una obra en la que deben trabajar mancomunadamente todos los sectores que se verán beneficiados.
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