Instalado el debate por la inminente suba en las tarifas de agua, el Vocal Segundo de la Superintendencia de Servicios Públicos (SUSEPU), Alejandro Domínguez reiteró que si bien es necesario un aumento, la empresa debe corregir deficiencias en la medición, facturación y cobro del servicio, ítems donde muestra notorias falencias.
El funcionario respaldó sus argumentos con datos que surgen de una auditoría realizada por la Universidad Nacional de Jujuy a solicitud del organismo controlador, de donde se desprende que la empresa sólo factura un 41 % de lo que produce, y de ese porcentaje logra cobrar solamente un 82 %.
Además se estima que sólo un 60 % de los usuarios cuentan con medidores de agua, con un promedio de cobro por cliente que en 2006 era de $273 anuales, descendiendo a $211 dos años más tarde.
Las autoridades de Agua de los Andes, empresa prestadora del servicio, habían señalado la necesidad de establecer un aumento que oscilaría entre 10 y 12 pesos. Al respecto Domínguez manifestó que no tiene conocimiento formal a través del ingreso de algún expediente sobre un supuesto aumento en la tarifa de agua. No obstante reconoció que el directorio de la empresa está tramitando un aumento en la tarifa del agua ante el poder ejecutivo provincial.
También admitió la necesidad de un aumento en la tarifa. “La misma ha tenido un pequeño reacomodamiento en la época del ingeniero Del Grosso y desde ahí hacia atrás hacía más de 10 años que la tarifa no se actualizaba, cuando el resto de los servicios han tenido su correspondiente adecuación”.
Cuando el planteo se empezó a gestar, por el creciente déficit operativo de la empresa, la SUSEPU encomendó a la Universidad Nacional de Jujuy una auditoria. “Allí surge claramente que es real que la empresa necesita un reacomodamiento de su tarifa, pero también surge allí que la empresa debe corregir una serie de ineficiencias detectadas” clarificó Domínguez.
“Si bien es necesario un reacomodamiento en la tarifa de agua, no comparto es que se pretenda cubrir allí las propias deficiencias de la empresa” insistió.
Para el vocal, Agua de los Andes debe hacer sus reacomodamientos hacia adentro, tornándose más eficiente para efectivizar sus recursos, tener mayor presencia en la cobrabilidad, facturar la mayor cantidad de metros cúbicos, incrementar la cantidad de medidores, en fin una serie de cuestiones necesarias que hacen a la efectividad de los recursos.
“De esta manera un supuesto aumento de parte del ejecutivo provincial, seguramente va a permitir que no se esté requiriendo todos los meses auxilio de la provincia” aseveró.
De la mano del incremento tarifario, se manejó desde la empresa prestadora la implementación de una tarifa diferenciada para aquellos usuarios que demuestren su imposibilidad de acceder a los montos renovados. Ante esto Domínguez aseguró que hoy la tarifa social está vigente, cubre el rango de consumo hasta 12 metros cúbicos de agua, aunque no son muchos los que acceden.
Por otro lado, el problema de las mediciones afloró cuando se hizo público un déficit operativo de la empresa, que alcanza los 3 millones de pesos mensuales. En Jujuy los usuarios que cuentan con medidores de consumo en sus domicilios rondan un 60 %. Por esto, el vocal segundo de la SUSEPU consideró que se debería hacer una campaña más agresiva con la idea de instalar la mayor cantidad de medidores posibles. “Esto va a permitir a que la empresa se acerque más entre lo que produce, lo que factura y lo que efectivamente cobra”.
En este sentido detalló las falencias de la prestadora a la hora de controlar su producción y cobro. “Agua de los Andes produce 100 y factura 41, y cobra menos que esto. Estas son los deficiencias de las que hablamos, que debe corregir la empresa una vez que se le provea de los recursos mediante una readecuación de las tarifas. El índice en 2006 de cobranza fue de un 86,38 % mientras que en 2008 el mismo ítems ha bajado un 4 %, arrojando un 82,34 % de capacidad de cobro, sobre aquel 41 % de facturación del que hablamos”.
Dicho de otro modo, del total de su producción de agua potable, Agua de los Andes no alcanza a cobrar un 40 %. “Debemos preguntarnos porque” indicó Domínguez.
Además lo cobrado por cliente ha disminuido según los mismos datos; en 2006 se facturaba por cliente $273,32, mientras que en 2008 fue $211,24 la facturación.
“Si no mejoramos las ineficiencias de la empresa, se las vamos a estar trasladando a los usuarios mediante el cobro” concluyó.
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