Un importante grupo de vecinos participó el viernes pasado de una reunión tendiente a formar la comisión barrial que en forma inmediata comenzó a plantear ante las autoridades municipales sus múltiples requerimientos, entre los que se destaca la provisión de agua a un creciente número de viviendas.
“Las necesidades son muchas y van surgiendo por sector, pero en lo que estamos todos unidos es en el pedido por el agua, porque las napas se están secando por todos lados. Es una zona con mucha piedra”, señalaron inicialmente el presidente Ricardo Batelli, el secretario Omar Silva y la protesorera Lorena Segurola.
Fue la principal conclusión de la reunión que nucleó a unas 40 personas, que fueron convocadas durante las dos jornadas previas y no dudan en acotar que “si nos hubiéramos tomado un tiempo prudencial, se hubiera logrado más participación aún”.
Explicaron que el paraje nace donde finaliza la avenida Juan B. Justo, en dirección a la Escuela Granja, camino que “debería ser mejorado para evitar accidentes”.
Una problemática que se agudiza
Los integrantes de la comisión comentaron que “el problema es que se está agrandando tanto la capacidad habitacional en la zona que los pozos se secan y no dan abasto”.
De allí que “quienes no hicieron el pozo hace unos años, ahora no pueden, ya que es todo piedra y hay que bajar más de 30 metros para tener agua. Eso implica una erogación –entre encamisado y bomba- de entre 16 y 18 mil pesos, algo imposible para mucha gente que hizo su casa con un sacrificio enorme y no puede gastar eso”.
Pero no todo es cuestión de dinero, ya que “además se corre el riesgo de no encontrar agua”, advirtieron.
Los referentes de la barriada explicaron que “hace cinco años que presentamos el pedido y nos habían informado que la obra se iba a hacer junto con la de Cerro Leones, que se había pedido a Nación. Pero ahora salió la de Cerro Leones y la nuestra no, por lo que los vecinos estamos preocupados. Nos manifestaron en la reunión del viernes que están enojados porque no hay agua, que es fundamental. Se puede estar sin gas o cloacas, pero el agua es necesaria”, enfatizaron.
Los primeros pasos
En la última reunión se conversó sobre la necesidad de hacer un relevamiento poblacional en la zona destinado a dar mayor sustento a las gestiones encaradas y reflejar la realidad de cada vecino.
Actualmente, quienes no poseen un pozo con abastecimiento suficiente están “a expensas de que vaya el camión de agua, que carga en Del Valle y Fragata Sarmiento. Cuando uno circula ve que pierde un tercio de la carga por inconvenientes tales como mangueras rotas en el kilómetro que dista con el barrio”, acotaron.
Aclararon que “el camión va una vez por semana. Si es feriado o llueve, hay que esperar para que pueda entrar y dejar el agua. Además, hay que estar y tener abierto, ya que de lo contrario hay que esperar a la próxima semana”.
Otros pedidos del vecindario
Otro tema que genera preocupación a los vecinos es el mal estado de las calles, situación que fue ejemplificada por uno de los voceros que señaló que “en mi calle hay una grieta de 40 centímetros en la que el agua corre y no se repara. Es cuestión de que vaya alguien y arregle bien la calle, para que se pueda circular cuando llueve. Cuando esto sucede son realmente intransitables y se corre riesgo tanto con el vehículo, como en bicicleta o caminando”.
La luz de alarma también se ha encendido en materia de seguridad, dado que se han registrado varios robos en la zona de La Elena. “Eso antes no ocurría y la gente está asustada, por lo que no quiere salir ni al centro por temor con lo que se encuentran cuando vuelven”.
Por otro lado, pidieron mejoras en el servicio de recolección de residuos, el que sólo abarca a “algunos sectores y se cumple dos veces por semana. El día que llueve no pasa, dado que los caminos están intransitables. Del otro lado de la ruta no entran y deben dejar los residuos en una esquina, en la avenida o llevarla a otro lado”.
Finalmente, solicitaron también una fumigación en la zona por las “terribles bandadas de mosquitos (sic) que hay. Se ven muchas arañas y se han encontrado alacranes, cuya peligrosidad nadie puede saber”, añadieron.
Pero no todos los reclamos apuntaban a las autoridades, sino que también se pidió “a la población en general que no vaya a tirar basura por allá, porque bastante tenemos con la falta de recolectores. Todos los lunes o domingos a la mañana nos encontramos con bolsas de pasto o de residuos de rotiserías, algunas incluso sobre la ruta”.*
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