Un informe de la Auditoría General de la Ciudad, publicado cinco días antes de que el agua copara las calles capitalinas, echa luz sobre las razones por las que el sistema de desagüe porteño no pudo contener el volumen de agua que se precipitó desde el cielo, sumado a la crecida del Río de la Plata. El estudio, que audita el período correspondiente a 2008, da cuenta del mantenimiento de los sumideros.
En el resumen del informe, la AGCBA que presdie Sandra Bergenfeld denuncia deficiencias en la Dirección General de Red Pluvial, de la cual depende la limpieza y desobstrucción de las estructuras que conectan el drenaje con la red de alcantarillado, principales encargadas de captar la lluvia de la vía pública.
Entre las falencias detectadas se destacan la "falta de programación en la ejecución presupuestaria", la existencia de muchos sumideros en mal estado y sin número de identificación y la falta de camiones desobstructores. También se considera "ineficaz" la metodología implementada por el Estado para la verificación y control del estado de los sumideros y se agrega que no existe información suficiente para comprobar la realización de estos trabajos. Por último se denuncia una falta de "comunicación y coordinación entre reparticiones del GCBA" en lo referente a esta área.
En su parte final, el informe destaca que durante 2008 se observó como la Dirección "no ha cumplido eficazmente con varias de sus responsabilidades primarias ni ha podido hacer que las empresas contratistas mantengan a los sumideros, cámaras, bocas de inspección y nexos en buen estado operativo y sin residuos, escombros o materiales sobrantes de las obras realizadas, como lo exige el contrato". |
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