Varias ciudades bonaerenses de la costa del Paraná continúan en alerta ante la crecida del río, ya que debido a las lluvias de las últimas horas muchos vecinos fueron evacuados y se espera el pico de creciente para los próximos días.
Entre las ciudades bonaerenses más comprometidas por la crecida del Paraná está Ramallo, en cuyo puerto el nivel llega a 4,55 metros, lo que provocó la autoevacuación de los habitantes de la zona de las islas.
También en San Pedro crece la preocupación ya que el temporal de anoche llevó al agua a los 3,88 metros, unos 28 centímetros por encima del nivel de alerta. En este contexto, los complejos turísticos costeros dejaron de operar y varios clubes sufrieron el deterioro de las instalaciones. En todo el partido se registró un promedio de 140 milímetros entre sábado y domingo.
De acuerdo con los especialistas, el Paraná crece prácticamente en todo su curso, es decir desde Puerto Iguazú, Misiones, hacia su desembocadura. A la altura de Corrientes las medidas llegaron a establecerse en 6,51 metros, y se espera que en las próximas semanas lleguen más agua de esa zona a las costas bonaerenses.
En San Nicolás, el primer puerto bonaerense, el agua llegaba hoy a 4,80 metros, es decir 70 centímetros más que un mes atrás, mientras que en Baradero se ubicaba en 3,335, lo que llevó a una gran cantidad de familias a abandonar sus hogares costeros.
Ya en la parte final del río, a la altura de Zárate, el fin de semana se vivieron horas de angustia cuando varios sectores de la ciudad estuvieron en peligro de inundarse por la crecida del Paraná que provocaron los vientos del sudeste. El nivel del agua llegó a los 2,35 metros y estuvo a punto de generar distintas evacuaciones.
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