Aunque parezca increíble, la provincia de Darién, con sus grandes y caudalosos ríos, carece aún de agua potable, al punto de que el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) debe enviar desde Pacora carros cisterna para abastecer, a al menos, unas 15 comunidades a lo largo de la vía Panamericana.
La carestía del preciado líquido es permanente durante verano hasta cuando se normalizan las lluvias. Más de 30 mil habitantes esperaban optimistas que este año brotara de los grifos agua limpia, pero no fue así.
La compañía responsable de construir el Sistema de Agua Potable Arimae-Yaviza no pudo cumplir su compromiso pactado en el contrato.
Caminar por agua
Maritza Gómez, vecina de Punuloso, relató que hace varios días la comunidad está sin agua y debe caminar varios kilómetros, a poblados lejanos, para conseguir el vital líquido. El problema se ha agudizado a tal punto que ya no solo son Punuloso y Metetí las afectadas, sino decenas de otras comunidades que sufren escasez de agua.
Promesas vanas
El año pasado, directivos del Programa de Desarrollo Sostenible de Darién, que con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo construían el nuevo acueducto, los ilusionaron a través de programas radiales con el anuncio de que ya estaban por concluir la potabilizadora. Sin embargo, a la fecha, más de 20 comunidades a lo largo de la vía Panamericana, entre Yaviza y Arimae y Río Iglesias esperan aún el ansiado proyecto.
Nueva fecha
Frente al creciente malestar, un vocero de la colombiana Empresa Consorcio de Acueducto de Darién aseguró en reunión sostenida con la sociedad civil y autoridades en la comunidad de Santa Fe, que el próximo 15 de marzo entregarían la obra totalmente concluida.
Mientras este acuerdo se cumple, el Fondo de Inversión Social, a solicitud de los diputados Salvador Real y Luis Lay, inició la distribución de agua desde la comunidad emberá-wounaan de Arimae, en Santa Fe, hasta Santa Librada, de Yaviza.
Falta de seriedad
Pablo Saldaña, ex representante de Metetí, estima que los gobiernos deben ser más exigentes con las empresas contratistas que asumen los grandes proyectos en Darién, sobre todo si son extranjeras.
Saldaña, que fue un crítico de este programa impulsado por el pasado gobierno, pese a militar en sus filas partidistas, estima que hay que exigir a la hora de licitar.
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