El intendente dijo que se pondrá la mira en bajar los índices contaminantes del estuario y aseguró que también se procurará avanzar en la reconversión de la flota pesquera.
Para el intendente Cristian Breitenstein la polémica suscitada entre funcionarios del OPDS Provincia y el CTE llegó a su límite anteayer, cuando se decidió que ambos organismos, junto con el Instituto Argentino de Oceanografía (IADO), tengan a su cargo la realización de análisis y el control medioambiental del estuario local.
El jefe comunal sostuvo que, previamente, se registraron polémicas innecesarias acerca de un tema que debe ser tomado seria y responsablemente.
"La definición que hay que darle al vecino es que hay impacto en la ría de determinados contaminantes. Pero más que el diagnóstico y el comentario, hay que decirle cómo se va a solucionar", expresó.
En tal sentido, se le consultó cuál será la solución frente al impacto que genera en el estuario el vertido de las obras cloacales sin tratamiento.
"Se va a solucionar con la decisión que me transmitió el gobernador de llevar adelante la obra que falta para poner en total funcionamiento la planta depuradora. No sólo la de tercera cuenca sino la que está ubicada sobre la ruta 252 --entre El Triángulo y el boulevard Juan B. Justo--. Esa es una inversión importante y la decisión está tomada", afirmó Breitenstein.
El jefe comunal comentó que también le solicitó a la Provincia que determine los plazos, montos, tipo de obra y objetivos a llevar a cabo.
Asimismo, dijo que le pidió al presidente de ABSA, Guillermo Scarcella, que habilite los cuadros técnicos necesarios para definir la licitación de las obras restantes.
"Estamos ante una oportunidad histórica, en la que el CTE, el IADO y el OPDS están empezando a trabajar en forma conjunta, con criterios similares y, fundamentalmente, asumiendo errores y realizando autocríticas.
"Si estos organismos señalan que el vertido de los líquidos cloacales representa una de las mayores fuentes de contaminación, hay que encontrarle una solución", dijo Breitenstein.
"Hay que decirle al vecino que esto va a llevar seis meses o un año, pero el tema de la ría comienza a ser reparado, mejorado y contenido, sabiendo que en una ciudad industrial, el riesgo cero no existe", agregó.
En cuanto a la contaminación devenida de las empresas del polo petroquímico, dijo que se van a aumentar los controles.
"Hay que ver cuál es la procedencia de los distintos componentes y, en base a ello, articular una política para morigerar esa situación. La mayoría de las variables están dentro de los parámetros internacionales más exigentes, aunque, de todas maneras, propuse que si es posible mejorarlas, se realice", señaló el intendente.
Reconversión pesquera
El intendente expresó que, para paliar la crisis pesquera ante la falta de captura, está en marcha un plan para la reconversión de la flota pesquera, "cuya herramienta de ejecución es un fideicomiso integrado, en principio, por aportes nacionales y provinciales".
"La reconversión pesquera la consideramos justa y necesaria. POr eso hay que determinar cuántas lanchas grandes se van a adquirir, cuántas canoas se van a dar de baja, etcétera.
"A todo esto hay que darle contenido económico y técnico. En base a eso, se puede avanzar en una solución. Hoy, la dirección provincial de Pesca está encargada de llevar adelante ese tema", expresó.
En la ronda de prensa, se le preguntó al intendente si le creía a los pescadores cuando afirman que la pesca en la ría es inexistente.
"Yo no tengo que creerlo ni descreerlo. Veo un conflicto y son vecinos de Bahía Blanca, por lo que tengo que trabajar, primero, para asegurar la paz social, porque no podemos volver a repetir situaciones no queridas que trascendieron a nivel nacional.
"Aquí, los conflictos se resuelven mediante la vía política, la institucional o la judicial, siempre en forma pacífica", sostuvo Breitenstein, haciendo alusión a los graves incidentes acontecidos entre pescadores y la policía, el pasado 24 de diciembre pasado.
Asimismo, volvió a resaltar que este, como tantos otros, "son temas estructurales de la ciudad a los que muchas personas no se abocaron durante décadas, por lo que hoy debemos encontrarles una solución".
Transporte público
En otro orden, Breitenstein indicó que la puesta en marcha del denominado plan de emergencia del sistema de transporte público debe ser tomada, simplemente, como una nueva etapa.
"No hay que generar expectativas innecesarias, sino ser prudentes. En el marco de un pliego licitatorio deben realizarse correcciones, que fueron consensuadas con los usuarios y los distintos bloques del Concejo Deliberante", dijo el jefe comunal.
Respecto de las presiones de las empresas prestatarias y de los choferes afiliados a la UTA, que amenazaron con realizar un paro si el sistema no mejora antes del comienzo de las clases, Breitenstein aclaró que no le teme afrontar medidas de fuerza.
En tal sentido destacó que la prioridad es mejorar el servicio en cuanto a las frecuencias y el estado de las unidades, sin dejar de reconocer la justicia del planteo empresario, acerca de la falta de rentabilidad del sistema.
Consultas a nivel local
El intendente Breitenstein también dijo que no tiene constancia de que funcionarios municipales realizaron consultas a ex empresarios bahienses del transporte sobre la posibilidad de que vuelvan a prestar el servicio de ómnibus, si la firma Plaza abandona la prestación.
La red de gas natural llega a Punta Blanca
El intendente Cristian Breitenstein también recorrió ayer los trabajos inherentes a la extensión de la red de gas natural que se están ejecutando en el barrio Punta Blanca, ubicado entre Grümbein y la ruta 3 norte, y que brindarán servicio a 244 parcelas del sector.
El jefe comunal fue acompañado por el subsecretario de Obras y Servicios Públicos, Rubén Lascano; el presidente del Concejo Deliberante, Marcelo Ciccola, y los ediles oficialistas Marta Castaño, Carlos Moreno y Ana Civitella, además de vecinos del barrio.
La primera etapa beneficiará a unas 18 familias y demandará una inversión de 700 mil pesos. Posteriormente, se sumarán otros 30 residentes en el sector, tareas que demandarán un costo aproximado de 400 mil pesos.
"Recorremos semana tras semana las obras que se ejecutan en los barrios Don Ramiro, Los Chañares, San Vicente, Villa Aeropuerto. Son tareas que, como se hacen en sectores alejados de la ciudad, sabemos que demandan un esfuerzo mayor, pero con el trabajo conjunto, se van logrando", expresó Breitenstein.
El plazo de la obra en cuestión es de 120 días y, en esta primera etapa, se colocarán 1070 metros de cañerías, abarcando 60 parcelas. Los trabajos incluyen dos cruces bajo la ruta 252 y uno bajo las vías del ferrocarril.
En una segunda etapa, la obra comprenderá la colocación de 700 metros de cañería y abarcará 42 parcelas.
La ampliación de obra se llevará a cabo en las calles Rafael Obligado, Schiaffino, Los Cerezos, Soriano, El Benteveo y Gardel, con una inversión de 388.162 pesos. Allí se colocarán 2.470 metros de cañerías y se afectarán 142 parcelas.
Mónica Reynoso, vecina de Punta Blanca, expresó la satisfacción de todos los lugareños con la obra, ya que durante el invierno se hace muy difícil calefaccionar los hogares por el elevado costo que implica el gas envasado.
"Por suerte y después de tantos años hemos sido escuchados y por fin vamos a contar con un servicio que es fundamental para nuestra calidad de vida", expresó.
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