El primer ministro inglés aprestó "protección" para los malvinenses. El canciller argentino viajó a México y Estados Unidos en busca de respaldo al reclamo soberano sobre las islas. El vicecanciller expuso en el Congreso que la Argentina está ante un "acto unilateral de agresión" por parte de Gran Bretaña y un diario londinense informó que la Armada británica envió tres navíos al Atlántico Sur. Todo eso ocurrió ayer, 28 años después de la guerra de 1982.
Para hoy está previsto el arribo a las aguas ubicadas 160 kilómetros al norte de las Malvinas del artífice del actual incordio: la plataforma Ocean Guardian, que comenzará a principio de la semana próxima a perforar el fondo del mar en busca de petróleo, pese a las protestas argentinas.
Por eso, cuando Jorge Taiana aterrice también hoy en México, en la previa de la Cumbre del Grupo Río, comenzará a negociar con los cancilleres de América latina y el Caribe una declaración de respaldo a los reclamos históricos argentinos sobre el archipiélago en términos más duros que los que suele emitir ese foro.
Sus gestiones diplomáticas serán ratificadas por Cristina Kirchner, que llegará el domingo a Cancún para sumarse al plenario de jefes de Estado. Según fuentes del Gobierno, el reclamo sobre Malvinas sería uno de los temas centrales del discurso de la Presidenta ante el resto de los mandatarios continentales.
Taiana espera arribar el próximo miércoles a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York con un contundente documento de apoyo a la posición argentina bajo el brazo. Allí, le solicitará al secretario general, Ban Ki-moon, que convoque a una mesa de negociación con Gran Bretaña sobre la exploración petrolera en las islas. "Estamos tratando de provocar las condiciones propicias para el diálogo y la negociación", explicó el embajador argentino ante la ONU, Jorge Argüello, a la agencia oficial Télam, al tiempo que acusó a sectores británicos de "agitar el fantasma bélico". Por eso, subrayó que el objetivo último es "discutir la cuestión de fondo: la soberanía de las islas".
En la "negativa sistemática" del Reino Unido a encarar esa discusión fundamentó la Presidenta su decisión del martes que obliga a solicitar autorización especial a los barcos que transiten por aguas nacionales o toquen un puerto argentino con rumbo a las islas.
Ayer, la Asamblea Legislativa de Malvinas expresó en un comunicado que "no le sorprende a nadie que Argentina se comporte de este modo, pero sin embargo es decepcionante cuando ocurre" y ratificó que "la exploración continuará como está planeada".
En la misma línea, el premier inglés, Gordon Brown, aseguró que la búsqueda de petróleo "está perfectamente en nuestro derecho".
Bajo presión del partido conservador británico, que el miércoles había pedido reforzar la defensa de Malvinas, Brown dijo haber llevado a cabo "todos los preparativos necesarios para asegurar que los habitantes de las Falklands (Malvinas) están adecuadamente protegidos".
El diario sensacionalista The Sun, citando a altas fuentes de la Armada, informó que el destructor HMS York, un buque de inspección y un tercero petrolero fueron desplazados hacia Malvinas para oficiar de agentes "disuasivos". Pero por la tarde, el Ministerio de Defensa inglés aseguró que estaba "manteniendo" el mismo nivel de fuerzas militares que custodian habitualmente el archipiélago.
"Creo que las conversaciones razonables van a prevalecer en este asunto", se esperanzó por fin Brown.
En el Gobierno argentino celebraban anoche con el dato de que las acciones de las compañías involucradas en la exploración petrolífera en Malvinas cayeron entre el 6 y 22 por ciento en lo que va del mes. Se lo anotaban como un éxito de su política.
Los hechos
Marcelo Canton
La Argentina y Gran Bretaña mezclaron en los últimos días gestos y palabras duras con otros de tono más moderado. El primer ministro Gordon Brown, por caso, ayer habló de la defensa militar de las islas, pero simultáneamente aseguró que confiaba en el diálogo. La Presidenta firmó un decreto regulando la circulación de buques por el mar argentino, pero envía al Canciller a la ONU para buscar una vía de solución por el camino de la negociación. Sin embargo, en tanto, la plataforma petrolera llega hoy al mar que rodea las islas. Y comenzará su trabajo. Las palabras y los gestos quedarán postergados por el peso de los hechos.
INFORMES DISIMILES SOBRE CUANTO PETROLEO HAY
Definir los consensos de una política de Estado
Por: Daniel Montamat - ex Secretario de Energía
Todavía no se sabe si las aguas que rodean las islas Malvinas albergan grandes yacimientos de petróleo y/o gas. Hubo licenciatarios que desistieron de seguir explorando y revirtieron las áreas. Otros, como Desire Petroleum, han perseverado y están dispuestos a financiar perforaciones más profundas para despejar la incógnita. Por eso han contratado la plataforma proveniente de Escocia que va a operar en la zona durante varios meses que prolongarán la incógnita. Con un petróleo a más de 70 dólares, la explotación comercial en aguas profundas se hace posible aunque no estemos en presencia de grandes yacimientos.
Hay informes que hablan de 60.000 millones de barriles de reservas potenciales y otros que bajan las expectativas a 3.000 millones. Todavía no se puede hablar de reservas probadas. Gran Bretaña tiene unas 3.400 millones y Argentina unas 2.600. Si las exploraciones pueden establecer la existencia de reservas en la zona, los isleños agregarán a sus ingresos por licencias de pesca los correspondientes a la apropiación de renta petrolera. Una perpetuidad que les aseguraría sustentabilidad financiera, presupuesto de defensa incluido. Con los derechos de pesca ya gozan de un ingreso per capita superior al inglés. La mutación de las islas de su estatus colonial a la de un posible "estado libre asociado" complicaría la reinvidicación de soberanía argentina.
Hay que reconocer que el objetivo de autosuficiencia económica y financiera de las islas fue perseguido con una política consistente por Gran Bretaña. Además, ahora las islas figuran en el anexo II del Tratado de Lisboa (Constitución Europea) como "territorio de ultramar de un Estado miembro de la Unión Europea".
Argentina nunca dejó de formular sus reclamos de soberanía en los distintos foros, pero vaciló entre la seducción y la reacción retardada mientras el pragmatismo inglés avanzaba en las "efectividades conducentes" a la sustentabilidad financiera del archipiélago. Deberíamos haber "sembrado" de derechos (permisos exploratorios) el Mar Argentino. Compañías nacionales y extranjeras operando bajo jurisdicción argentina, incluida la zona adyacente a las islas. De paso también habríamos intensificado la exploración para averiguar si hay petróleo en nuestras aguas, y si el talud continental ofrece perspectivas promisorias como creen algunos geólogos. Con empresas trabajando e invirtiendo en nuestra geología tiene más sentido la opción diplomática de la Resolución 407/07: "o con nosotros o con ellos".
Ahora hay que evitar la tentación de escalar el conflicto, funcional a las necesidades internas de los gobiernos de turno, tanto el argentino como el inglés. La solidaridad regional es importante, pero más importante es aprovechar la oportunidad para definir los consensos de una política de estado en la materia. La comunidad internacional debe tener en claro que la soberanía argentina sobre ese territorio irredento es irrenunciable, con o sin petróleo.
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