Aunque la oposición puso reparos a la política exterior del Gobierno a la que calificó de "aislacionista", oficialistas y opositores acordaron ayer impulsar un proyecto de Resolución de repudio a la decisión unilateral de Gran Bretaña de explorar petróleo en el área de Malvinas. Asimismo el proyecto respaldará las acciones del Gobierno para impedir esta iniciativa Británica.
Ayer la comisión de Asuntos Constitucionales de Diputados escuchó las explicaciones del vicecanciller, Víctor Taccetti; el Jefe de Gabinete de la Cancillería, Alberto Dalotto, y la consejera legal Susana Ruiz Cerruti.
Al término del encuentro, Taccetti dijo que la actitud Británica "es un acto unilateral de agresión". El Gobierno -aclaró- busca "dificultar el abastecimiento a las islas desde el continente".
A su turno, el presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales, Alfredo Atanasof, dijo que los bloques coincidieron "en rechazar la medida unilateral" y "ratificar los derechos soberanos las islas". El dirigente del PJ disidente remarcó que "pretendemos acordar un proyecto que también comparta el Senado".
Si bien no participó del cónclave, el jefe del diputados de la UCR Oscar Aguad, aprovechó la ocasión para pegarle al Gobierno que "privilegia las peleas internas a los intereses estratégicos de la Argentina". "Protestar cualquiera protesta -subrayó- pero como estamos aislados del mundo no tenemos amigos para que nos apoyen en la Naciones Unidas". Para el radical, "hay que hacer lo mismo que hace Inglaterra. Cuando una empresa le reconoce a Inglaterra el derecho a licitar, le reconoce soberanía. Si licitamos y se presentan, nos reconocen soberanía".
Diego Guelar, secretario de Relaciones Internacionales del PRO, también desde fuera de la reunión, opinó que "quienes cayeron en combate (de ambos lados) y las generaciones futuras merecen el esfuerzo renovado de alcanzar una paz permanente. PRO impulsa ese diálogo para garantizar la mejor preservación y utilización de los recursos pesqueros y petroleros en el Atlántico Sur".
Puertas adentro de la reunión -que fue reservada- hubo cruces entre oficialistas y opositores y muchas preguntas, aunque todos coincidieron en apoyar el decreto que dispuso que todo buque que navegue de y a Malvinas debe tener autorización de la Argentina.
Según trascendió las diputadas Patricia Bullrich (CC), la fueguina Liliana Fadul y Eduardo Amadeo (PJ-disidente) criticaron la política exterior a la que calificaron de aislacionista: "no tenemos socios que nos defiendan", dijo Amadeo y los tres lamentaron que Argentina haya estado "dos años sin embajador en Italia y Gran Bretaña". Amadeo además se quejó porque "falta una estrategia para todo el Atlántico Sur que involucre Malvinas. Por ejemplo la marina no navega por falta de presupuestos. Nuestra política exterior son espasmos". Esta acotación levantó murmullos y los kirchneristas reaccionaron defendiendo al Gobierno, en especial el vicepresidente de la comisión Ruperto Godoy y Mariel Calchaqui quienes explicaron que la diplomacia nacional "está concentrada en la región, privilegia a la región".
Bullrich preguntó si "no había otros caminos". Tachetti contestó que "entendemos que no, pero aceptamos sugerencias". También preguntaron si no convenía ir al Tribunal de La Haya, el diputado Amadeo interrumpió y aclaró "ojo que ahí se puede discutir soberanía y eso no conviene".
Un conflicto que creció con el paso de los días
2 de febrero. El Gobierno argentino hizo conocer a su par británico, su rechazo a la pretensión del Reino Unido de realizar operaciones de explotación petrolera en las Islas Malvinas, por las que existe una disputa de soberanía en la que Argentina asegura que las mismas se encuentran dentro de nuestra plataforma continental.
5 de febrero. Nuevo encontronazo entre Argentina y Gran Bretaña por los dichos de algunos miembros del gobierno del primer ministro británico, Gordon Brown, que planteaban la necesidad de estar en "alerta" por las eventuales acciones de Argentina para interferir la exploración de hidrocarburos que estaba por comenzar en las islas.
10 de febrero. Frente a la tensa situación, el canciller británico, David Miliband, instó a ambos países a mantener un diálogo diplomático para la resolución del conflicto.
11 de febrero. Desde el Gobierno argentino se tomó la decisión de bloquear la salida de un buque de bandera extranjera, que venía de Malvinas, y de prohibir su total operación. Fundamentaron la medida acusando al mismo de haber incurrido en "contravenciones a las normas relativas a operaciones portuarias vigentes". La embarcación iba a cargar una partida de tubos sin costura en el puerto de Campana.
12 de febrero. El tironeo político y diplomático se intensificó, cuando el canciller argentino, Jorge Taiana, anticipó que presentaría su posición en la reunión del Comité de Descolonización de la ONU.
13 de febrero. Cayeron por primera vez desde el inicio del conflicto las acciones de la empresa Desire Petroleum, encargada de la explotación petrolera. Esto sumó peso al malestar del Gobierno británico.
16 de febrero. Se sancionó un decreto firmado por la presidenta Cristina Kirchner, que exigía un permiso previo del Gobierno nacional a todos los barcos que se dirigieran hacia o desde las Islas Malvinas a puertos nacionales, o atravesasen el Mar Argentino con destino a las mismas. En respuesta, desde el Gobierno británico calificaron al decreto de "patético e inútil". Reivindicaron la soberanía del Reino Unido sobre las islas y defendieron la legitimidad de sus acciones.
17 de febrero. Desde el Gobierno argentino se anunció que el canciller, Jorge Taiana, se reunirá la semana próxima con el secretario general de la ONU, Ban-Ki Moon para pedir que se cumpla con las resoluciones que instan a ambos países a una negociación diplomática. Es que parlamentarios conservadores británicos habían exigido a Brown que refuerce la presencia militar en las islas. Mientras, la empresa encargada de la explotación aseguró que comenzará su trabajo la semana próxima.
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