En la calle. Tras la tormenta del miércoles por la noche, ayer los afectados intentaron poner en condiciones sus viviendas.Comodoro Rivadavia sufrió en un período de 26 horas, entre martes y miércoles, la caída de 42 milímetros de lluvia, de acuerdo a un informe brindado por el municipio. Sin embargo, el principal problema se vivió anteanoche cuando en apenas tres horas se desató una tormenta eléctrica acompañada por intensas precipitaciones. En ese lapso llovió un total de 22 milímetros, lo que provocó el anegamiento de amplios sectores de la ciudad, que no resistieron tamaña cantidad de agua en tan corto tiempo.
Las asociaciones vecinales fueron los principales centros de recepción de los pedidos de ayuda. Desde el miércoles a la noche colaboraron con el traslado de las familias de los sectores como el Jorge Newbery, San Martín, San Cayetano, Pietrobelli, Máximo Abásolo, Jorge Newbery y Ceferino Namuncurá, aunque esta vez el agua y el barro no perdonaron prácticamente a ningún barrio.
En Laprida el temporal ocasionó el derrumbe de dos viviendas, en Mosconi inundó el sector céntrico. Allí se afectó la comisaría, la vecinal, el centro de salud, y comercios de la avenida Tehuelches y de la calle Viedma. Las imágenes más cinematográficas se registraron frente al Museo del Petróleo donde producto de los aludes un auto quedó elevado sobre un tensor de metal, en una luminaria.
Tampoco en los barrios Santa Lucía y Divina Providencia los vecinos podían salir de su asombro. Cuatro vehículos fueron llevados por la corriente hacía el campo de golf del Club Santa Lucía.

PUNTOS SENSIBLES
La circulación por la ciudad y las ocupaciones precarias en las zonas en los barrios fueron los puntos más sensibles. En el San Cayetano los primeros en buscar ayuda fueron los habitantes de las ocupaciones, al igual que en Las Flores y en el 30 de Octubre.
Las avenidas Polonia, Quintana, Lisandro de la Torre, Beltrán, Rivadavia, las calles Sarmiento, Alem y San Martín, Pastor Schneider quedaron obstruidas por varias horas como consecuencia del barro acumulado. En este marco la preocupación aumentó sobre todo por la situación de la ruta 3, en el tramo que recorre la zona costera de la ciudad.
En Bella Vista Norte, la presidenta de la vecinal, María de Pascualeti indicó que hasta avanzada la tarde unos 270 vecinos del sector estaban “atrapados” por el anegamiento de la ruta que pasa por el sector. La vecinalista pidió que “las empresas que pasan por acá todos los días y que nos estropean siempre los caminos vengan a ayudarnos”, reclamó.
En lo que respecta a los servicios públicos, se produjeron interrupciones del suministro eléctrico durante la noche del miércoles y la madrugada de ayer, al igual que inconvenientes con redes cloacales. La Sociedad Cooperativa Popular Limitada informó que en ese período recibió el pedido de 380 reclamos de usuarios por inconvenientes eléctricos y 185 reclamos por problemas con la red de saneamiento.