La Municipalidad de Victoria anunció que aplicará restricciones en el consumo de agua potable a aquellos contribuyentes que mantengan deudas impositivas. El intendente César Garcilazo (PJ), explicó que se trata de un viejo sistema que se utiliza en la ciudad, y que se instrumenta a través de la colocación de un aparato por el cual no se corta el servicio pero se reduce la presión.
Sin embargo, esto que parece un novedoso sistema de castigo para quienes no cumplen con el pago de tasas, no lo es tanto en la Ciudad de las Siete Colinas. “Siempre existió la restricción del servicio para los morosos”, dijo el intendente Garcilazo. Y aclaró: “No se trata de un corte del suministro de agua sino de una reducción en la entrada”.
La diferencia es central porque está en discusión la constitucionalidad de imponer un corte del servicio de agua potable por falta de pago en tanto que se trata de un elemento esencial para la vida y la conservación de la salud, por lo tanto el corte del servicio necesariamente perjudica no la salud pública pero sí de contribuyentes particulares.
Lo cierto es que en Victoria una gran cantidad de contribuyentes del centro de la ciudad mantienen deudas con el municipio y en los próximos días comenzarán a recibir a las cuadrillas de empleados de Obras Sanitarias que colocarán los artefactos reductores de presión de agua.
“La media se aplicará con aquellos contribuyentes que han sido intimados en reiteradas oportunidades, que tienen deudas y que no se han presentado a formalizar el pago ni han gestionado un plan de cancelación o que no se han presentado a la Municipalidad a dar explicaciones de por qué no han podido abonar. Se ha dado un plazo de espera para que puedan asistir a dar sus explicaciones, pero en el caso que no se presenten, luego de reiteradas intimaciones, se les notificará que tal día se les colocará un reductor”, afirmó la directora de Rentas municipal, Alejandra Leocatta.
El dispositivo que emplea Obras Sanitarias consiste en la instalación de un regulador, cuya función es la de reducir la presión de agua para limitar el caudal máximo de la grifería. Este mecanismo se promueve en algunos municipios para concientizar sobre el uso responsable del agua y se asegura que la reducción en el consumo es de entre 40 y 80 por ciento. En Victoria se le da otro uso. Es que la bronca de las autoridades es muy grande porque la mayoría de los morosos son contribuyentes de zonas céntricas, que no pueden argüir falta de recursos.
“El que avisa no traiciona”, dijo el intendente. “La falta de pago de la tasa es un fenómeno que se da en toda la traza urbana de Victoria, pero no es significativo el impacto que tiene en la recaudación de las cuentas públicas”, acotó Garcilazo, contradiciendo a su secretario de Hacienda, Víctor Sanzberro, que había manifestado que se perseguiría el cobro del tributo del servicio de agua potable en el afán de recaudar “lo máximo posible” para cubrir las previsiones presupuestarias.
El municipio critica el consumo excesivo
La planta potabilizadora de agua municipal de Victoria distribuye diariamente en los distintos barrios de la ciudad 15 millones de litros para proveer del vital elemento a casi 40 mil personas. Allí trabajan 10 personas y la actividad es constante durante las 24 horas, los 365 días del año. En invierno el consumo baja y la producción también se reduce a 9 millones de litros.
En la ciudad hay una tasa subsidiada para los sectores más pobres, pero no alcanza a la totalidad del servicio. Según el intendente César Garcilazo, “lo que se deja de recaudar no es una suma significativa y tampoco afecta la prestación del servicio”, aunque se quejó porque “es una barbaridad el consumo de agua que hay en la ciudad”, algo que atribuyó al derroche que hacen los usuarios, en diálogo con El Diario.
En Victoria el consumo es de 375 litros de agua por persona por día. Sin embargo, el número no parece significativo si se compara con ciudades más grandes como Gualeguaychú –300 litros– o Paraná –460 litros–. |
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