Casi calcada, la tormenta del lunes por la noche se repitió ayer por la tarde, justo en la hora pico de regreso a casa. Y la Ciudad y el Gran Buenos Aires volvieron a inundarse, una suerte de deja vu meteorológico que puso en estado de alerta a todos los vecinos, a Defensa Civil, a Vialidad Nacional, a la Policías Federal y a los bomberos. En poco menos de dos horas cayeron 80 milímetros de agua -sólo doce menos que el lunes-, lo que colapsó todas las autopistas y principales avenidas. De hecho desde Vialidad Nacional informaron que en las últimas décadas no recordaban un corte simultáneo de las autopistas metropolitanas y declararon la emergencia vial.
Es que sólo en los primeros 20 días de este mes ya llovió el 81% de lo que llueve habitualmente durante febrero.
En medio de la tormenta un joven falleció electrocutado al cruzar las vías del Sarmiento, a la altura de la estación Liniers. También murió otra persona en Coghlan, en vías del Mitre, pero fue antes de que comenzara el diluvio.
Y anoche se suspendió la búsqueda de un nene de Rafael Castillo que cayó a un arroyo que limita con Laferrere, en La Matanza. Ambas localidades iban a reanudar la búsqueda hoy por la mañana.
Fueron al menos dos horas críticas, en las que se suspendieron también los servicios de todas las líneas de subte -excepto la D, que corrió solo entre Catedral y Agüero-, el Premetro, el ferrocarril Roca y el Sarmiento, y en el que las empresas proveedoras de electricidad, Edenor y Edesur, cortaron la luz de manera preventiva a pedido de Defensa Civil. Más de 170 semáforos salieron de servicio.
Los colectivos alteraron sus recorridos -iban por donde podían- y los autos circulaban en contramano por las avenidas para evitar las esquinas donde se había juntado agua, como en Juan B. Justo, Libertador, Santa Fe y otras a lo largo de la Ciudad. Y en muchas calles, como sucedió en los barrios de Congreso y San Telmo, los autos dejaron de circular por la enorme cantidad de agua. Por eso la Agencia Nacional de Seguridad Vial advertía a la gente para que salga con sus autos a la calle.
Pero advertidos por la lluvia del lunes, muchos eligieron quedarse en sus casas. Y otra vez la zona de Puente Pacífico, en Palermo, colapsó. Muchos comerciantes bajaron sus cortinas y se resignaron a perder mercadería. Es que como sucede desde hace décadas toda el área de influencia del Maldonado tuvo complicaciones.
Pero ayer de manera diferente, porque el arroyo estaba cargado de agua de los partidos del Oeste del GBA, completamente saturado. Por eso subía el agua a la superficie a través de las alcantarillas y no dejaba drenar la lluvia. Por suerte el Río de la Plata no estaba crecido; desde el Centro de Control de Tráfico le explicaron a Clarín que estaba 19 centímetros por debajo del nivel normal.
Otra vez los funcionarios públicos macristas -como el ministro de Espacio Público, Diego Santilli- volvieron a cargar contra los gobiernos anteriores, porque "no se habían hecho las obras contra las inundaciones". Por TV el Jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, pidió a la gente que se quedara en sus casas y siguiera las indicaciones de los 400 empleados destinados a la emergencia. Y Mauricio Macri escribió en Twitter para sus 3.600 seguidores: "Les pido a los vecinos que tomen todas las precauciones con la lluvia y posible caída de granizo".
La esquina de Santa Fe y Humboldt dejó una imagen bizarra: un gomón de Defensa Civil cruzando mujeres, embarazadas, chicos, bebés y ancianos. Y buzos tácticos de la Federal trabajando en el lugar. Algunos bomberos hasta cruzaban mujeres y viejitos en brazos. Aquí y allá flotaba la basura (mezclada con pequeños troncos, ramas y hasta alambres) y el agua llegaba casi hasta la cintura de la gente. Un vecino demostró su disgusto simulando que pescaba, con una caña improvisada; y un par de chicos, con un gomón, intentaron cobrar $ 2 por cruzar la avenida.
Sobre Juan B. Justo se vivieron momentos muy críticos. Los vecinos que viven "sobre" el entubamiento del Maldonado salieron a la calle con palos y amenazaban a los automovilistas y a los colectiveros que pasaban haciendo olas, sin bajar la velocidad. Incluso cortaron el tránsito en muchos tramos.
La lluvia se desató, unos minutos después de las 16, en el Sur y el Oeste del Conurbano. Bella Vista, Berisso, Avellaneda, Ezeiza -en donde granizó-, Burzaco, Quilmes, Ramos Mejía, Morón y Alejandro Korn fueron algunas de las localidades más afectadas. Y en la Ciudad, Palermo, Villa Crespo, Parque Centenario, Belgrano, Almagro, Caballito, Devoto, San Telmo, Flores, Colegiales, La Paternal tuvieron inundaciones y cortes de luz.
En el Lawn Tennis Club, donde se disputa el torneo de ATP de Buenos Aires, el partido entre los argentinos Horacio Zeballos y Juan Mónaco se suspendió; y en la cancha de Argentinos, en La Paternal, se atrasó el partido que Chacarita debía jugar con Colón.
Los vuelos nacionales e internacionales también se vieron afectados. Fuentes de los aeropuertos le explicaron a Clarín cuáles fueron los motivos: "Pese a que siempre estuvieron operables, hubo tres factores que complicaron el día. Lógicamente la caída de agua, pero en Ezeiza, se combinó con tormentas eléctricas y fuertes vientos cruzados. Lo que se hizo fue ralentar los despegues, entonces los vuelos salieron cada 10 ó 15 minutos", detallaron. En Ezeiza hubo dos desvíos: una avioneta que bajó en Mar del Plata, y un avión de Air Canada que decidió ir hacia Montevideo. Pero en la capital uruguaya el aeropuerto estaba cerrado, así que volvió a Ezeiza y descendió. Luego los vuelos salieron con atraso porque no llegaba ni el personal de abordo ni los pasajeros. Es que la autopista Ezeiza-Cañuelas estuvo inoperable varias horas y fue una de las más afectadas. Allí hubo dos vuelcos, tres despistes de autos y muchos tramos anegados.
Los cortes de luz generaron mucha incertidumbre entre los vecinos. Preocupados por la posibilidad de que se repita lo que sucedió durante la semana -en algunos barrios estuvieron sin suministro más de 40 horas- en Caballito salieron a protestar a la calle, con cacerolas. Sucedió en Angel Gallardo y Gaona y en otras esquinas.
"Tenemos miedo de que no vuelva la luz. Las cámaras están inundadas, igual que el lunes. Otra vez nos van a llenar el barrio de transformadores", le dijeron vecinos a Clarín. A la noche estaba volviendo la luz de a poco en Palermo, donde opera Edenor, y en los demás barrios donde trabaja Edesur, aunque estimaron que podrían tener instalaciones afectadas.
Anoche el Servicio Meteorológico anticipó que las lluvias seguirían durante hoy y mañana. Recién mejoraría el lunes.
CALLES INUNDADAS Y CORTES DE LUZ TAMBIEN EN EL CONURBANO
El Oeste y el Sur, los más afectados
El temporal que se desató ayer volvió a generar caos en varios sectores del Conurbano. Las calles de Ciudadela, una de las zonas que desagotan en el arroyo Maldonado, se inundaron y hubo cortes de luz. Sin embargo, en Alsina y Besares, el punto más bajo de ese barrio de Tres de Febrero, ayer el agua no llegó a las casas.
Entre los vecinos especulaban que algo tuvo que ver el enorme piletón que están construyendo allí para contenerla antes de que llegue a los desagües. En Ramos Mejía vecinos y comerciantes de los alrededores del puente Díaz Vélez cortaron las calles para que el oleaje de autos y camiones no llevara el agua a las casas.
Fuera del área del Maldonado, en el partido de San Martín, los bomberos tuvieron que rescatar de sus casas a vecinos del centro, Villa Ballester, Villa Hidalgo y Villa Maipú. En Villa Lynch, la ex ruta 8 se inundó desde Perdriel hasta Rodríguez Peña, casi ocho cuadras.
En la zona Sur, como es costumbre, los vecinos del barrio Corimayo de Burzaco debieron salir a destapar por su cuenta los desagües pluviales. En Temperley, volvió a juntarse un metro de agua en el túnel de la avenida Pasco, junto a la estación de trenes. Y del lado este, en el Barrio San José, desbordó una vez más el Arroyo Las Perdices. "Tuve que poner una compuerta en la entrada. Llovió tanto que subió la napa y salía agua por la rejilla del baño", declaró el vecino José Decoud.
Situaciones parecidas se dieron en Luis Guillón (Esteban Echeverría), donde el temporal dejó calles y barrios inundados, y en Ezeiza: allí pudo verse a varios vecinos con el agua hasta la cintura.
Algo que también complicó a la zona Sur fue que en plena hora de regreso a casa, el tren a Temperley de la ex línea Roca funcionaba sólo hasta Turdera, porque allí el agua cubrió las vías. En Quilmes, la avenida San Martín se inundó de Avellaneda a Pellegrini. Y en pleno centro de Lanús Este, en el paso a nivel de Tucumán, debieron rescatar a un automovilista que quedó varado.
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