La plataforma de la empresa británica Desire Petroleum, que ayer arribó al mar de las Malvinas para comenzar a explorar en busca de crudo, anunció que prevé contar con sus primeros resultados de sus excavaciones en un mes.
Entonces se sabrá si los descubrimientos satisfacen las expectativas de los isleños, cuyas estimaciones más optimistas aseguran que el lecho marino esconde 60 mil millones de barriles de petróleo de alta calidad. De ser cierto representaría más de 20 veces las reservas probadas de la Argentina. Otros descreen del tesoro prometido y creen que el crudo submarino no es comercializable. La apuesta, en todo caso, es tanto económica como política.
La plataforma, denominada Ocean Guardian, había partido en noviembre desde un brazo del Mar del Norte conocido como Cromarty Firth, que baña las costas de Escocia.
Tras atravesar el Atlántico de Norte a Sur, la plataforma se instaló al norte de las islas, en un área denominada “Liz”.
Ante la llegada de la plataforma Ocean Guardian y frente a las restricciones impuestas por la presidenta Cristina Fernández, los kelpers se mostraron desafiantes en sus manifestaciones públicas.
La directora del Departamento de Energía de las islas, Phyl Rendell, aseguró al diario Penguin News que “las acciones tomadas por el gobierno argentino esta semana no van a evitar que la exploración de petróleo continúe tal como fue planeada”.
Rendell repitió el discurso dominante en las islas, que busca quitar cualquier tipo de efecto a las acciones de la Argentina.
En forma paralela al traslado de la plataforma de Desire Petroleum, a las islas llegó también desde Europa la cabeza del taladro que se usará en la excavación submarina.
El lunes comenzará la instalación.
Paralelamente, el gobierno del Reino Unido envió a los isleños señales de apoyo ante las presiones argentinas.
“No vamos a reaccionar frente a cada medida tomada en la Argentina. Nosotros nos concentraremos en apoyar a las islas Falklands (Malvinas)”, prometió a los kelpers el secretario de Estado para América Latina del Foreing Office británico, Chris Bryant.
Frente a la ratificación británica, la agenda diseñada por los ingenieros de Desire Petroleum sólo podría modificarse como consecuencia de las condiciones climáticas. Se trata de uno de los riesgos que desalientan la exploración en el Atlántico Sur.
La lógica de isleños y británicos es avanzar con la política de hechos consumados.
La Argentina sólo tiene la carta de la presión diplomática para frenar los avances que, por ahora, favorecen a los impulsores del Reino Unido.
Solidaridad bolivariana frente al conflicto
Chávez a los británicos: “Váyanse”
Desde Venezuela y con su impronta pirotécnica, el presidente Hugo Chávez expresó su incondicional apoyo al país por el affaire de Malvinas y reclamó que los británicos se retiren de las islas. “Váyanse de allí”, exclamó.
El mandatario caribeño se preguntó: “¿No se da cuenta el Reino Unido de que está violando el derecho internacional, los principios básicos de la geografía y la historia?”. Fue más allá e imploró que devuelvan el archipiélago a la Argentina, un planteo que ya había hecho en foros internacionales.
Según Chávez, el interés del Reino Unido en las islas está íntimamente vinculado con sus necesidades de recursos energéticos, ante un nuevo escenario de escasez. “La flota que se movió en 1982 hacia las Malvinas sabía lo que hacía porque allí hay petróleo y gas”, apuntó el presidente venezolano. Chávez aprovechó la comunicación telefónica que mantuvo con Fernández de Kirchner para, además, felicitarla porque ayer cumplió 57 años. “Estuve hablando con Cristina, la presidenta argentina, porque es su cumpleaños. ¡Un aplauso para Cristina!”, dijo por TV.
Los kelpers al otro lado de la cordillera
Se buscó tentar a Chile
La petrolera Falkland Oil and Gas (FOGL), una de las cuatro que comenzará esta semana con las exploraciones en las turbulentas aguas que se disputan la Argentina y Gran Bretaña, había tentado el año pasado a una empresa estatal chilena para extraer petróleo en las islas Malvinas. La negociación fracasó.
El intento por asociarse con la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) chilena fue revelado el 9 de diciembre pasado por el diario trasandino El Mercurio.
“Desde hace un par de meses que altos ejecutivos de la firma FOGL, que opera en las islas Malvinas –desde donde se acaba de anunciar el descubrimiento de importantes reservas de petróleo–, están tratando de tentar a Enap para que ingrese al negocio y los ayude a explorar y explotar una cuenca de 49 mil metros cuadrados sobre la cual FOGL tiene licencia en sociedad con BHP Billition”, había revelado el matutino chileno.
El análisis de la prensa chilena indicaba que la propuesta tenía que ver con la idea de sumar un “socio estratégico” en la región.
Según el artículo, la negativa de parte de las autoridades de Enap tuvo que ver con cuestiones empresariales y políticas. Indicaron que para la compañía local el negocio no sería practicable porque acarrearía costos altísimos y porque generaría cortocircuitos en las relaciones bilaterales con la Argentina.
De todas formas, el matutino informó que se produjeron dos reuniones que incluyeron a las más altas autoridades de las dos compañías.
Dos días más tarde de que se difundiera la información, el gobierno chileno –por entonces en manos de Michelle Bachelet– salió a negar que su país estuviera detrás del petróleo de Malvinas.
En esa oportunidad, el vicecanciller trasandino Ángel Flisfisch fue el encargado de dejar sentada la postura de su país. Ratificó el “apoyo irrestricto a los derechos soberanos argentinos sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur”. |
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