Una inusitada continuidad de precipitaciones se produjo en la víspera en casi toda la zona, especialmente en el sur bonaerense, un sitio con grandes extensiones desérticas como consecuencia de una histórica sequía y el desmonte en lugares estratégicos.
Así entonces, en la localidad de Stroeder, comenzó a llover en la madrugada de este miércoles y, discontinuadamente hasta la mañana de ayer, llovieron 195 milímetros, 6 más que durante todo 2009 (189).
El corte de la ruta nacional 3 sur, a la altura del paraje La Querencia, volvió a producirse en la víspera, tal como aconteció anteayer, y preveía mantenerse en esa condición hasta hoy.
El hecho, del que no se recuerdan antecedentes, está directamente vinculado a los constantes temporales de viento que terminaron de "volar" los campos y dejaron a la tierra en estado virtual de pavimento tras haberse eliminado, en algunos casos, hasta 15 centímetros de suelo. El agua se escurrió hasta las zonas más bajas y así se produjo la invasión en el citado paraje, sobre la carretera, hasta casi un metro.
Los inconvenientes comenzaron el miércoles con precipitaciones que promediaron los 70 milímetros y se agravaron este jueves por la precipitación de unos 60 más, aunque en otras zonas se debieron sumar casi 80.
El camino de ripio que une la ruta 3 con Bahía San Blas tuvo inconvenientes de grandes lagunas, sobre todo en el último trayecto a unos 15 kilómetros de la villa marítima que determinó el cierre en la tarde del miércoles hasta la tarde de ayer.
Uno de los mayores problemas está circunscripto al bajo del paraje La Querencia, a la altura del kilómetro 918. Se trata de una hondonada, con características de embudo, por lo que el inconveniente mayor es que el agua no puede derivar más de lo que derivó hacia los campos aledaños o el drenaje natural del suelo.
Por eso, ayer, durante toda la jornada el caudal había bajado, pero no el suficiente para que los vehículos menores pueden transitar; sí lo pudieron hacer, de a ratos, las camionetas altas y los pesados.
Trabajo conjunto
De todos modos, desde el mediodía y luego de que ingenieros de Vialidad Nacional del distrito 19 Bahía Blanca analizaran el lugar, decidieron el corte total de la ruta que se extendía hasta las primeras horas de hoy.
En diálogo telefónico desde Bahía Blanca, Gustavo Torres, titular del Distrito 19 indicó que desde que comenzó el fenómeno personal de la empresa concesionaria del cuidado de la ruta, Panedile Argentina Rovella Carranza SA y Eleprint SA (UTE); de Vialidad Nacional; de la comuna maragata y de las policías Vial y Comunal, están trabajando conjuntamente.
"Estamos trabajando minuto a minuto, esperando en principio que baje naturalmente el agua, mientras tanto se analiza la situación de la ruta y los alrededores, además de analizar la posibilidad de caminos alternativos, como derivar el tránsito por la ruta 22 a la altura de la rotonda de Médanos", explicó el ingeniero Torres en la mañana de ayer.
En este sentido, agregó que el jueves se procedió a la señalización con conos de los laterales de la calzada.
"Al principio con 15 a 20 centímetros de agua se podía cruzar con tránsito dirigido desde ambos extremos. Con posterioridad, se colocaron carteles preventivos de ambos lados y a la noche (del jueves) se produce una precipitación intensa, decidiéndose a las 20.30 el corte total. En esos momentos ya se registraban sobre la calzada entre 70 y 80 centímetros de agua, con oleaje que hacían peligroso el cruce, inclusive, para vehículos pesados", destacó.
Asimismo, la contratista dejó dos móviles de seguridad a ambos lados del corte con señalización para prevenir a los usuarios, mientras que desde Seguridad Vial se procedía a hacer el corte desde Patagones y, otro, desde Pedro Luro.
"Se estuvo coordinando con la secretaría de Obras y Servicios Públicos de Patagones la posibilidad de algún desvío por camino vecinal, pero atento a la gran cantidad de agua caída resultó inviable", aclaró.
El acceso a San Blas
La precipitación de alrededor de 40 milímetros volvió a complicar el camino de ingreso (de ripio) a Bahía San Blas, donde los mayores inconvenientes se dieron en el tramo entre los sectores conocidos como la curva de Dumas y lo de Pozzo Ardizzi, entre 5 y 15 kilómetros desde la localidad.
Precisamente en esta última curva, en la mañana de ayer personal del cuartel de Bomberos Voluntarios sanblaseños trabajó fuertemente con bombas extrayendo el agua (había una altura de más de un metro), derivándola a campos aledaños. Luego del mediodía, el trabajo se trasladó unos 10 kilómetros al este del camino, para desaguar otra importante laguna frente al establecimiento rural La Tatay.
En ese lugar, este jueves una laguna de unos 300 metros imposibilitó el tránsito, sobre todo de vehículos menores, mientras que las camionetas con precaución y baja velocidad pudieron sortear el escollo. De todas maneras, algunos vehículos intentaron transitar el lugar y, a poco de iniciarlo, se encajaron.
Tarea
Producto de estos inconvenientes y de la acumulación de agua, personal de la dirección de Servicios Urbanos, con su titular Sebastián Bondaruk a la cabeza, trabajaron con máquinas durante toda la jornada.
En Dorrego se superó el promedio histórico
Las precipitaciones de las últimas horas superaron los 100 milímetros y, más allá de algunos inconvenientes en viviendas, resultaron muy beneficiosas para la zona rural.
Durante las últimas 24 horas, el cuerpo de bomberos voluntarios de esta ciudad realizó 14 salidas con motivo de las intensas lluvias caídas en las últimas horas, aunque no fue necesaria la evacuación de ninguna familia.
La mayoría de las intervenciones de los servidores públicos fueron para sacar el agua del interior de las viviendas afectadas.
Las precipitaciones comenzaron después de las 23 del jueves y se extendieron hasta las primeras horas de la mañana de ayer, donde se contabilizaron 110 milímetros, según datos del departamento Vivero Parque Municipal, aunque hubo algunos vecinos midieron 124 milímetros en otros sectores de la localidad.
El fenómeno también produjo la acumulación de agua sobre la calzada en algunos tramos de la ruta nacional 3 y accesos a la población. Si bien en los lugares más críticos hubo presencia policial para advertir de esta situación y que los automovilistas circularan con precaución, no fue necesaria la interrupción del tránsito.
Al margen de estos inconvenientes, las lluvias fueron calificadas como muy importantes para el sector agrícola y ganadero del distrito.
"En promedio, las precipitaciones fueron muy buenas y estarían garantizando los buenos rindes de la (cosecha) gruesa", explicó el ingeniero Mario Oscar Fernández, a cargo del Vivero Parque Municipal.
"Se habían registrado algunos problemas con la aplicación de insecticidas en control de plagas, como la isoca, tanto en girasol como en soja, pero en cuanto a lluvias los primeros dos meses de este año están siendo muy beneficiados", subrayó.
"De todos modos, hay que tener en cuenta que esta lluvia llega en un momento de máxima evapotranspiración, por lo que como llega, se pierde", indicó.
Luego, Fernández recordó que el último antecedente de un registro superior a los 100 milímetros en una sola jornada había sido el 10 de noviembre de 2002, cuando se contabilizaron 135 milímetros.
"El agua caída también permite la recuperación del perfil de humedad del suelo", dijo el funcionario, quien destacó que en los 12 meses de 2009, llovieron 577 milímetros, mientras que en los primeros 50 días de este año ya cayeron 304 milímetros.
"Creo que va a ser un año muy bueno, ya que fueron superadas las medias históricas, tanto de enero como de febrero; la media histórica del primer mes del año era de 79 milímetros y en 2010 cayeron 100 milímetros, en tanto que para febrero el promedio era de 75 milímetros y este mes suman 204", comparó.
La visión del INTA
"Los milimetrajes fueron abundantes y así se corta este largo período de sequías, lo que abre la posibilidad de comenzar con los trabajos de recuperación de los suelos", afirmó ayer el ingeniero Alberto Perlo, director del INTA Ascasubi. "Esto permite la recuperación de las pasturas naturales y perennes. Una vez que llovió, si bien no es la solución total, es el 80%, porque permite que algunos campos que están medianamente erosionados, se mojen y propicien la aparición de la pastura natural. Los sectores más erosionados necesitan un tratamiento apropiado, que es la incorporación de alguna pastura anual o con posibilidades de que sea perenne para hacer cobertura", dijo Perlo.
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