En el Caribe Mexicano, a miles de kilómetros de las tumultuosas y heladas aguas del Atlántico Sur, el Gobierno argentino ya celebraba anoche como un éxito diplomático la declaración de respaldo a los reclamos soberanos sobre Malvinas y repudio a la exploración petrolera británica que, daban por descontado, aprobarán hoy los 33 jefes de Estado que participan de la Cumbre de la Unidad de América latina y el Caribe (CALC).
Cuando Cristina Kirchner desembarcó ayer aquí, bien temprano por la mañana, el canciller Jorge Taiana la recibió con la buena nueva: había acuerdo unánime para que la declaración sobre "los legítimos derechos de la República Argentina" sobre las Malvinas sea la primera que haga la CALC, el flamante foro regional que aspira a fusionar al Grupo Río(América del Sur y Central) con los países del Caribe. O, visto de otro modo, una OEA sin el peso desmesurado de Estados Unidos y Canadá que siempre desbalancea a favor del Norte necesidades e intereses comunes de la mayoría de las naciones del continente.
Según un anticipo del texto al que tuvo acceso Clarín, la declaración cuenta con una novedad sobre otras similares que se emitieron en el pasado. Especifica que la disputa sobre la soberanía es sobre las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y -aquí el dato relevante¿"los espacios marítimos circundantes". Es decir, el área que, por estas horas, comienza a ser perforada por Gran Bretaña en busca de petróleo.
En la delegación argentina no sólo festejaban que "quedará para la historia que la primera declaración de la CALC fue sobre el tema Malvinas" sino que también se haya logrado un acuerdo para emitir una segunda declaración, posiblemente en la forma de un comunicado, en la que se criticará que los ingleses hayan decidido avanzar en la exploración de hidrocarbúferos en las aguas cercanas a las Malvinas, vulnerando las resoluciones de Naciones Unidas que instan a que ninguna de las partes tome decisiones unilaterales que profundicen el diferendo sobre la soberanía de las islas.
"Nuestro país está consiguiendo un importante logro diplomático al logar el aval de los 33 cancilleres para estas declaraciones sobre Malvinas" anticipó Taiana anoche a la prensa.
El canciller había llegado a Playa del Carmen dos días antes que la Presidenta y mantuvo reuniones con sus pares de todo el continente para labrar el acuerdo.
El principal escollo que debió salvar, según contaron altas fuentes de la delegación, fue el de las ex colonias británicas del Caribe. Pero fue fundamental el apoyo a la posición argentina del canciller de Jamaica, Kenneth Bough.
El ministro de relaciones exteriores chileno, Mariano Fernández, fue uno de los que llevó la voz cantante del reclamo argentino en el plenario de cancilleres de ayer, en evidente contraste con la actitud de la dictadura de Augusto Pinochet durante la guerra de 1982.
Malvinas será el tema central de la alocución de hoy de Cristina Kirchner después de la inauguración formal de la cumbre.
La escalada de tensión entre Buenos Aires y Londres de las últimas semanas hizo crecer las expectativas de la prensa internacional sobre la presentación de la presidenta argentina, quizá como pocas veces en un foro multilateral.
Otro tema que acapara la atención es la ayuda a Haití. Ya decidió que la región donará 100 millones de dólares, aunque aún falta decidir los porcentajes que aportará cada cual. También es posible que aflore la situación de Honduras, cuyo nuevo gobierno electo, aún no fue reconocido por la región y por eso no participa de la Cumbre.
Al caer la noche, los presidentes firmarán las declaraciones con las que pasado mañana Taiana tocará a la puerta del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para reiterar que Argentina sólo pretende una cosa del Reino Unido: una negociación seria sobre la soberanía de Malvinas.

FUE CLAVE EL APOYO DE JAMAICA A LA DECLARACION POR MALVINAS
Las ex colonias británicas del Caribe también dieron el sí
Con sus más y sus menos, no sorprende que los países latinoamericanos apoyen a la Argentina en su reclamo soberano sobre Malvinas. Pero el dato más relevante, tal como lo subrayaban con euforia en la delegación argentina, es que las naciones del Caribe de herencia colonial británica (muchas de ellas aún parte de la Commonwealth) hayan decidido sumarse a la protesta argentina por el accionar de Londres.
Fue clave, explicaban, la buena relación que cultivan hace tiempo Jorge Taiana y el viceprimer ministro y canciller jamaiquino, Kenneth Baugh. Ambos mantuvieron una larga charla aquí el sábado, en el hotel Fairmont Mayakoba, donde se llevó a cabo la reunión de cancilleres y se aloja la delegación nacional. Baugh no sólo dio su aval a la posición argentina, sino que se comprometió a hacer lobby entre las naciones del CARICOM, la organización que nuclea a los países del Caribe.
Allí se agrupan 14 pequeñas naciones insulares y Belice. La mayoría de ellas consiguió su independencia del Reino Unido en las últimas décadas, pero mantiene un lazo económico, cultural y hasta políticamente intenso con Gran Bretaña.
De ellas, estuvieron presentes ayer en el plenario de cancilleres, los de Jamaica, Barbados, Trinidad y Tobago, Granada, Antigua y Barbuda y Belice. Sólo la canciller de Barbados intervino para moderar las críticas a Londres. Pero eso no fue obstáculo para que junto al resto de los caribeños levantara su mano para sumarse a los latinoamericanos en el respaldo a las declaraciones que defienden la soberanía argentina sobre Malvinas y critican la decisión inglesa de avanzar en la exploración hidrocarburífera. Sólo resta que hoy los presidentes rubriquen con su firma lo acordado.