El número de víctimas por el temporal que azotó el sábado la isla portuguesa de Madera ascendió a 42 muertos, 120 heridos y 250 familias sin techo, según el último reporte provisorio del gobierno regional.
El presidente de la Comisión UE, el portugués Manuel Barroso, sostuvo que Europa está "lista para ayudar a Madera, para que supere la terrible catástrofe que la ha golpeado".
El número de muertos "no es un balance definitivo, seguimos buscando eventuales víctimas, esperamos equipos de auxilio que deben llegar del continente", dijo a la prensa el asesor regional, Francisco Ramos.
La isla se encuentra frente a la costa africana, casi mil kilómetros al suroeste de Lisboa y la capital Funchal, de 100 mil habitantes, es una de las áreas más afectadas por las lluvias torrenciales del sábado, que fueron acompañadas por vientos de más de 100 kilómetros por hora.
El jugador portugués Cristiano Ronaldo de Real Madrid, nacido en un barrio pobre de Funchal, sostuvo hoy que se trata de una "tragedia sin precedentes".
La prensa portuguesa coincidió que el temporal huracanado del sábado es la peor catástrofe en un siglo de historia de la isla.
En la capital Funchal, de 100 mil habitantes, los equipos de rescate comenzaron a remover los escombros y con la aparición del sol se iluminó la destrucción por todas partes de puentes, casas, caminos, árboles arrancados, automóviles amontonados por la furia de los torrentes de lodo que se deslizaron desde las montañas vecinas.
Las imágenes de la televisión portuguesa muestran que las capas de barro cubren aún las calles, los hogares, los supermercados y que montañas de escombros y basura se amontonan en la línea de la costa, zona donde están instalados los grandes hoteles para turistas.
Los equipos de rescate han excavado durante todo el día para liberar las carreteras y en busca de posibles víctimas que quedaron encerradas en automóviles arrastrados por el agua o bajo los escombros de las casas que se derrumbaron.
Algunas zonas están todavía aisladas y en Funchal lentamente se restablecen los servicios de electricidad, agua y teléfonos.
El premier portugués, José Socrates, arribó a la isla en la noche del sábado, apenas fue posible reabrir el aeropuerto de Funchal.
Socrates dijo estar "consternado" por la tragedia y prometió "toda la ayuda" necesaria del gobierno federal de Lisboa.
Una fragata con medicamentos y equipos médicos partió desde Lisboa con destino a Madera, ubicada a 900 kilómetros al sur de Portugal y frente a las costas africanas. (ANSA). |
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