Satisfecha, Cristina Kirchner emprendió anoche el regreso a Buenos Aires. Se llevó en sus maletas lo que había venido a buscar a estas playas: un contundente respaldo de esta Cumbre de la Unidad de América latina y el Caribe al reclamo histórico de soberanía sobre Malvinas.
"Lo importante es haber logrado un apoyo muy, muy fuerte a la legitimidad de nuestros reclamos y respecto a la actividad petrolera", comentó la Presidenta ante Clarín y un pequeño grupo de cronistas, antes de de partir de regreso a Buenos Aires.
El apoyo se concretará, tal como había anticipado este diario, en dos documentos que terminarán de rubricar hoy los representantes de los 32 países que participaron de la reunión (Honduras, por ahora, está suspendida del foro). El primero, según confirmó el presidente mexicano Felipe Calderón, es una declaración en la que se expresa el "respaldo a los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía" por Malvinas. El segundo es un comunicado especial sobre la explotación hidrocarburífera en las islas, en el que se insta "a las dos partes a que se abstengan de adoptar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales" hasta tanto se sienten a negociar la soberanía, tal como lo viene reclamando la ONU.
La ocasión fue inmejorable. Cristina pidió la palabra temprano en el plenario de presidentes, después de la apertura de Calderón y el discurso de Tabaré Vázquez. Dedicó a las Malvinas sus 20 minutos frente al micrófono, en los que trató de hilvanar una continuidad en los reclamos de los gobiernos democráticos argentinos entre los que incluyó, para sorpresa, un "reconocimiento" a la política de seducción de los años menemistas, aunque admitió que fue "crítica" con ella por considerarla "ingenua".
Luego acusó al Foreign Office (la cancillería inglesa) de "haber agitado en los últimos días el fantasma de la amenaza bélica por parte de Argentina". Lo calificó de "un ejercicio de cinismo", haciendo referencia a la presencia de tropas inglesas en Afganistán y en Irak.
Cristina Consideró el diferendo actual por el petróleo de las islas como un anticipo de "la diputa por lo recursos naturales que serán el gran escenario del siglo XXI". Y entonces apuntó su dardo más profundo contra el "doble estándar" del derecho internacional. "Quienes tienen un sillón permanente en el Consejo de Seguridad pueden violar una y mil veces las disposiciones de Naciones Unidas, mientras que el resto de los países se ve obligado a cumplirlas, bajo pena de ser declarado enemigo, ser invadido militarmente o intervenido políticamente", subrayó.
La chilena Michelle Bachelet no sólo respaldó el reclamo argentino sino que recordó que cada año su país es el encargado de presentar la demanda argentina ante el comité de descolonización de la ONU. "Y lo seguiremos haciendo", vaticinó sobre la actitud de su sucesor, Sebastián Piñera.
Apenas hubo tiempo para tres breves reuniones bilaterales por la tarde, antes de apurar el regreso. Como es su costumbre, Cristina no se quedará hasta la clausura de la cumbre, prevista para este mediodía. Para la rúbrica final se quedará el canciller, Jorge Taiana, que por la tarde partirá a Nueva York para el nuevo capítulo de la novela por Malvinas: la reunión de mañana con el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon.
Declaración
En su condición de anfitrión, el presidente mexicano Felipe Calderón anunció ayer la declaración en apoyo a la Argentina por Malvinas. "Reafirmamos los legítimos derechos de la Argentina en la disputa de soberanía con el Reino Unido". Y mencionó un comunicado especial sobre la exploración en la plataforma continental del Atlántico Sur. Recordó que los países presentes en la Cumbre evocaron resoluciones de la ONU que "instan a las dos partes a que se abstengan de adoptar decisiones que signifiquen la introducción de modificaciones unilaterales mientras las islas atraviesen por el proceso recomendado por la ONU".
Tentador
Silvia Naishtat
Las compañías que exploran en Malvinas no tienen tradición en el negocio, son pequeñas y muy especulativas. Sin embargo, en medio de la crisis financiera global y a una velocidad llamativa cosecharon US$ 530 millones en la bolsa de Londres para la búsqueda de petróleo. Según el profesor Víctor Bronstein, en Malvinas no es fácil extraer petróleo: se combina la profundidad con un mar embravecido. Durante el menemismo se perforaron 6 pozos, pero no se siguió adelante porque el crudo valía US$ 18. Hoy, con el Mar del Norte en declinación y a US$ 78 el barril, es más tentador.
RIQUEZAS EN DISPUTA
Los kelpers abren el paraguas
Por: Eleonora Gosman
Los kelpers no entienden por qué los latinoamericanos están a favor de la Argentina. Ayer las declaraciones de Emma Edwards a Universo Online, el site del grupo Folha de Sao Paulo, fueron el comentario de esta cumbre de 32 Jefes de Estado.
Edwards es la responsable en el consejo legislativo isleño de los temas de petróleo y minerales. Y se expresó de este modo: "Los isleños no queremos ser colonizados por Argentina, queremos ser independientes". También consideró que el conflicto debe verse en otros términos.
"No entendemos por qué deben ponerse del lado de Argentina en esta cuestión si América del Sur acepta el principio de autodeterminación. Nosotros no queremos ser argentinos" insistió.
De memoria corta, al menos en lo que se refiere al período previo a la Guerra de Malvinas, Emma Edwards sostuvo que los isleños, "nunca tuvimos un comercio con Argentina. Tenemos relaciones con Chile y con el Reino Unido, pero es difícil la relación con el país que quiso venir a colonizarnos".
En realidad, hubo un largo período en el que los habitantes de Malvinas se atendían medicamente en los hospitales de la Argentina. Mantenían, además, un intercambio comercial razonable con el país.
El eje de la disputa actual es la renta que obtendrán ahora a partir del petróleo.
Emma Edwards lo reconoció: "Igual, nada esta probado. Puede haber mucho o poco petróleo. Es prematuro especular sobre ésto".
Consultada acerca de si había movimientos militares en las Malvinas, la parlamentaria lo negó.
" No hemos visto movimientos de tropas en la Isla para garantizar la explotación de petróleo". Luego sostuvo que cualquier tema militar relacionado con la Isla "es tratado por Londres y es desde allí desde donde nos informan".
Segun el Consejo de los kelpers, habría en la zona de Malvinas una reserva equivalente a 60.000 millones de barriles de petróleo.
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