Anahí Castellanos vive en esa zona de Virrey del Pino y, en diálogo con NCO, desde la Redacción, dijo que las intensas lluvias que azotan a la zona Oeste del Conurbano bonaerense inundaron una buena parte del área ubicada a una cuadra de la Ruta Nacional Nº 3. Están sin luz y con el agua hasta los tobillos. Además, denunció que cercano al lugar hay un depósito Municipal en el que se arroja tierra sobre las bocas de tormenta y eso es lo que ocasiona que el agua se estanque.
“El barrio está muy abandonado y la Municipalidad no nos da bolilla”, dijo Anahí, del barrio El Sapito del kilómetro 41 quien contó que actualmente el nivel del agua les llega a los tobillos y que no tienen energía eléctrica. “Menos mal que el barrio está unido, porque no recibimos nada de la Municipalidad”, dijo la mujer.
En este sentido, remarcó que nunca los “vinieron a evacuar y pusieron muchas excusas”. De este modo, agregó que en diciembre último también sufrieron las inundaciones y que debieron pasar las fiestas con el agua por arriba de la rodilla.
Actualmente, graficó que “hay varias familias que tienen muchos niños”, lo cual es una situación muy peligrosa si es que los chicos salen a la calle. Es más, el propio sobrino de Anahí y otros pequeños del barrio ya fueron afectados por la contaminación del agua y, aunque no se dio un pronóstico clínico todavía, están con fiebre y vómitos.
“Mi sobrino, como estuvo en el agua, está enfermo y tiene vómitos y fiebre. No se sabe que tiene, pero por lo pronto no puede ingresar una ambulancia. Tampoco entran al barrio los camiones de basura y las bolsas tenemos que llevarlas a tres cuadras de acá. Además, todos los pozos ciegos se desbordaron y se mezclaron con el agua”, detalló Anahí.
Asimismo, remarcó que a la gente más afectada “nadie les da nada, ni siquiera colchones. Muchos se fueron a dormir a otras casas y esto sucede nada más porque el barrio está muy unido ya que desde la Municipalidad no nos dan bolilla. Ahora tenemos el agua hasta el tobillo y tenemos miedo de que siga subiendo, además de que no tenemos luz”.
A esto, sumó que para las fiestas desde el Municipio les dijeron que se les entregarían tierra para cada vivienda, de modo que pudiesen levantar la zona y el nivel del agua no suba: “Iban a ser cuatro camiones por casa, pero hasta ahora no pasó nada. De todos modos, sobre la tierra no podemos tener a los chicos”, resaltó.
“Estamos ubicados sobre la colectora de la Ruta Nº3 y todo el fin de semana estuvimos con agua y cuando comenzaba a bajar, volvió a llover. Ahora estamos levantando los muebles y la heladera para que no se nos moje y si bien, nosotros queríamos reunirnos entre los vecinos, no podemos salir de casa”, aseveró.
A su vez, comentó que la situación que están viviendo por el mal clima hace que muchos vecinos no puedan ir a trabajar, precisamente porque no pueden salir de sus casas, lo que genera que además de las carencias y de lo que destrozó el agua, no tengan siquiera para comer.
“Por un lado, todo aumenta y por el otro, no podemos salir a trabajar. Nos arreglamos pidiéndonos entre los vecinos. Encima en el Municipio nos dicen que no hay cupos para anotarnos y recibir la mercadería, y yo me pregunto, ¿Qué, no tengo que darle de comer a mi hija?”, sentenció la mujer.
De este modo, contó que desde allí le respondieron que “lo único que podían hacer era anotarme y si salía, me iban a avisar después. Eso fue el 26 de diciembre pasado (hace casi dos meses) y todavía no hay vacantes para todas las mujeres del barrio”.
Por último, recordó que “sábado pasado a las ocho cortamos la Ruta 3 en el Kilómetro Nº 42 y la colectora. Al pasar un tiempo vino del Subcomisario Campos del Km 35 a estar con nosotros. Lo único que nos trajeron fueron 70 bidones con agua para 40 familias y algunas máquinas para hacer el zanjeo porque sobre colectora hay un campo, que se ubica detrás de nuestras casas y el hombre que está allí nos tapa las bocas de tormenta, lo que hace que se inunde todo. Es un depósito de la Municipalidad donde se tira tierra. Nosotros hablamos con la gente que maneja las máquinas, pero nos dijeron que teníamos que hacer el reclamo en la Municipalidad. Fuimos y nos dijeron que iban a venir, pero no vienen”.
Laferrere; Más de 150 familias desamparadas
En el barrio Luján, los vecinos resguardan su vida esperando ayuda sobre los techos
La situación es más que complicada. Más de 150 familias se encuentran desesperadas porque además de haberlo perdido todo, ahora luchan por poder ser evacuados ya que el agua supera el metro y medio de altura. Como si eso fuese poco, se había asistido a varias personas en una iglesia, pero la tormenta de este lunes obliga a reubicarlos porque esa zona también está inundada.
Marta Fernández, una de las vecinas, explicó en NCO, desde la Redacción que este sitio de Gregorio de Laferrere, donde hace dos semanas el agua superaba el metro de altura, se encuentra en una condición desesperante.
La mujer añadió, luego de una charla con el delegado de esta localidad matancera, que no han “obtenido una respuesta favorable para paliar nuestra situación. En este momento la gente está arriba de los techos por el nivel del agua y aunque ayer vinieron dos patrullas de los bomberos no pudieron sacar a las personas. Si bien en una iglesia hay gente evacuada, tenemos que buscar otro lugar porque ya se inundó ahí también”, contó.
En este sentido, comentó que la zona más perjudicada se encuentra delimitada por las calles Zuluaga y Colibrí. Además, remarcó que en la Iglesia a la que acudieron para poder asistir a los evacuados, hay alrededor de 140 chicos. En total son 150 familias las afectadas, aunque unas cuantas pudieron irse del barrio, refugiándose en la casa de sus parientes o amigos, mientras que lo desesperante pasa por el resto que aguarda atención subido en el techo de cada precaria vivienda.
Asimismo, Marta contó que en la reunión, el delegado de Gregorio de Laferrere instó a los vecinos que sean inmigrantes indocumentados a regresarse a su país de origen, porque donde están residiendo es una zona en la que aparentemente se estaría por ejecutar una obra, cuestión que según la mujer “no era conocida en el barrio”.
“Lo que nos dijo es que, como la mayoría de las personas son de Paraguay y de Bolivia, tienen que volverse a su país si es que no cuentan con sus documentos ya que se supone que allí hay una reserva del río Matanza, donde desembocan todos los riachos”, señaló.
De este modo, remarcó que el funcionario les comentó que “hace dos años se está suspendiendo una obra que sería una especie de reservorio y que la gente se tiene que ir. Él me contestó que los documentados puede comenzar los trámites para ingresar al plan de viviendas, pero sabemos que a medida que el clima siga así, estas personas van a continuar perdiendo cada vez más y deberán hacer el esfuerzo de volver a empezar”.
En este sentido, contó que las personas que llegaron a la iglesia, lo hicieron “con lo puesto y mojados”, porque ya perdieron absolutamente todo. El agua arrasó con sus pertenencias, situación que se agrava doblemente en aquellos que viven en casas de chapas.
“En este momento están conmigo varios compañeros de Barrios de Pie, que me trajeron mercadería para abastecer a la gente el tiempo que se pueda, además de colchones y frazadas. Ahora estamos por ir a la iglesia para ver lo que ha sucedido porque todavía no pudimos acercarnos, aunque creemos que se va a inundar, por lo que pedí que reubicaran a la gente. Actualmente, la única opción que tenemos son dos escuelas, la 168 y la 70, de la zona”, detalló.
Al respecto, señaló que se trata de un terreno inundable, pero que desde el gobierno local no dan una solución para reubicar a la gente. “Aquí hay personas ignorantes y a la vez, por desesperación, todos pelean para tener algo. Cabe aclarar que no es una villa sino que la gente que armó sus casitas como pudo, así que es un barrio. Lo extraño es que en otros lugares nadie toca a las villas y aquí no nos dan soluciones”, aseveró Marta.
Para acercar ayuda, pueden acudir a Carlos Casares y Ruta 21, en Laferrere o bien comunicarse telefónicamente con la vecina al 011-3872-7609.
La última inundación
Hace menos de dos semanas, Marta había hablado en el móvil de NCO, desde la Redacción, donde repetía el reclamo que vienen desde hace tres años. “Hasta ahora no nos han dado respuestas y aunque supuestamente hoy (ayer) iban a venir para ver si podían hacer un entubado como para que el agua se vaya, nadie apareció y la situación es trágica”.
De todos modos, contó que si bien ella reside en una zona un poco más alta, continuará apoyando a los vecinos “para que puedan tener una solución ya que por lógica nadie quiere dejar la casa porque les ha costado mucho tener ese terreno”.
“Tampoco es cuestión de que los chicos estén viviendo con parásitos, porque se pueden ver en el agua, y demás bichos”, señaló la mujer. Asimismo, cabe aclarar que también se habría amenazado a los vecinos con ser desalojados.
Además, con respecto al carácter de la inundación, aseveró que es un tema de larga data, pese a que con las lluvias de estos últimos días la cuestión se agravó: “Se tapó una de las salidas que había y el agua quedó estancada. Nosotros estamos cerca del Río Matanza y aparte de eso, tenemos un riacho, donde se había levantado una loma como para contener que el agua no se venga para acá. Eso se desbordó y la gente quedó inundada”, explicó. |
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