El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, condenó ayer directamente a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a su Consejo de Seguridad por no posicionarse a favor de la soberanía argentina con respecto a las islas Malvinas y señaló que eso es así porque, como miembro permanente del Consejo de Seguridad, “Gran Bretaña puede hacerlo todo y los demás nada”.
Durante un un enérgico discurso en la Cumbre del Grupo de Río, en Cancún, Lula expresó su “solidaridad con la Argentina” y se preguntó “cuál es la razón geográfica, política y económica por la cual Inglaterra está en Malvinas”.
“¿Será el hecho de que Inglaterra participe como miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la razón por la que ellos lo puedan todo y los otros nada?”, se preguntó retóricamente.
El mandatario brasileño dijo que las Naciones Unidas deberían dar “una explicación política” por “no haber tomado una decisión que dijera que no es posible que Argentina no se dueña de Malvinas y que sí lo sea un país que está a 14.000 kilómetros de distancia” de las islas. Y llamó a sus pares a presionar más. “Es necesario que empecemos a luchar para que el secretario General de las Naciones Unidas reabra ese debate con mucha fuerza”, instó a jefes de Estado latinoamericanos y caribeños en alusión al reclamo argentino sorbre la soberanía de las islas.
El respaldo de Lula llega en medio de la controversia diplomática y comercial con Gran Bretaña por la instalación en las Malvinas de una plataforma británica para buscar petróleo. El canciller argentino Jorge Taiana se reunirá hoy en Nueva York con el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, para plantear el tema y defender la posición argentina. Ayer, en un nuevo documento, los países de América latina y el Caribe volvieron a respaldar las objeciones de Argentina a la exploración.
Las duras críticas de Lula a la ONU y a su Consejo de Seguridad, al cual acusó de defender los intereses de los miembros permanentes que están representados “sin tener en cuenta los cambios que ocurrieron en el mundo”, tuvieron repercusiones más allá de la Cumbre.
El vocero del Departamento de Estado, Phillip Crowley, afirmó que Estados Unidos –uno de los cinco miembros del Consejo, junto con Gran Bretaña, Rusia, Francia y China– mantiene una posición “neutral” respecto a la actual situación entre Argentina y el Reino Unidos en cuanto a la explotación británica de petróleo en las Malvinas y alentó por mantener “un diálogo de buena fe” entre las partes.
Gran Bretaña, por su parte, salió a rechazar las objeciones por la exploración y dijo que las perforaciones están dentro de la legislación internacional.
“La exploración que se está realizando frente a las Falklands está completamente dentro de la legislación internacional, completamente basada en precedentes”, dijo el canciller británico, David Miliband. Y agregó que los residentes de las islas tienen el derecho a construir su propio futuro económico.
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