A pesar de la doble declaración de apoyo a la Argentina por parte de los 31 países de América Latina y el Caribe y de las críticas de algunos líderes políticos de la región a la ONU, desde el Foreign Office se mostraron reticentes a discutir sobre la soberanía de las Malvinas y las exploraciones petrolíferas en las aguas que rodean al archipiélago. “Estamos dispuestos a negociar, pero no vamos a negociar la soberanía sobre las islas, porque, como han dicho todos mis predecesores y diría cualquier político británico, no tengo ninguna duda de nuestra soberanía sobre las Falklands (Malvinas)”, declaró el secretario de Estado para Europa y Latinoamérica de ese organismo, Chris Bryant.
Los presidentes latinoamericanos que participaron de la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe pusieron ayer su firma en los dos documentos que respaldan al gobierno argentino frente a su disputa con Gran Bretaña por la instalación de la plataforma petrolera en el Atlántico Sur. Más allá de ese pronunciamiento conjunto, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, cuestionó a la Organización de las Naciones Unidas por no tener una postura favorable hacia la Argentina en relación con las Malvinas.
El líder brasileño, además, manifestó que la posición de la ONU está directamente vinculada a que como miembro permanente del Consejo de Seguridad, “Gran Bretaña puede hacerlo todo”. “Es necesario que empecemos a luchar para que el secretario general de las Naciones Unidas reabra ese debate con mucha fuerza”, agregó Lula da Silva, al referirse al reclamo argentino por la soberanía en el archipiélago. Mientras tanto, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, solicitó que “que Inglaterra se siente a negociar la devolución de las islas Malvinas a la Argentina”.
Sin embargo, ni el rechazo de los países latinoamericanos ni los duros cuestionamientos del mandatario brasileño lograron que el gobierno de Gran Bretaña diera una señal positiva para resolver el reciente conflicto desatado entre ese país y la Argentina. Bryant recordó que ambos gobiernos han negociado en torno a “los hidrocarburos en otras partes del Atlántico, salvo en aguas de las Malvinas, y hasta ahora no he entendido la razón por la cual (los argentinos) abandonaron esas negociaciones”.
Al mismo tiempo, el secretario de Estado defendió el derecho de autodeterminación y explicó que es importante que “todos los países de Latinoamérica pueden decidir qué tipo de gobierno quieren”. “También lo creo para el gobierno de las Malvinas, que deben poder decidir por sí mismos si quieren ser británicos o cualquier otra cosa y yo sé que ellos quieren seguir siendo británicos”, concluyó Bryant.
La próxima carta que se jugará el gobierno argentino en la disputa con Gran Bretaña tiene como escenario la ONU. El canciller Jorge Taiana será recibido hoy por el secretario general de ese organismo internacional, Ban Ki-moon, para escuchar el reclamo argentino. Antes del esperado encuentro, el ministro festejó el respaldo diplomático de los demás gobiernos del continente: “Hemos conseguido ampliar y profundizar nuestro reclamo por las islas Malvinas. Esto ratifica claramente que las naciones de la región valoran la presencia de la Argentina y reconocen su inserción significativa en toda América”.
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