Al menos a $3 millones asciende el impacto en la economía de las averías consecutivas que se registraron desde el sábado pasado en instalaciones de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA).
De estos, alrededor de $2 millones corresponden a los gastos en los que ha tenido que incurrir la AAA para restablecer el servicio de agua potable a los 200 mil abonados que han estado sin él durante los pasados cinco días, informó su presidente ejecutivo, José Ortiz.
Por su parte, el director ejecutivo de la AEE, Miguel Cordero, señaló que la dependencia que dirige tuvo gastos y pérdidas que ascienden a $500,000
“En esto está la electricidad que dejamos de vender el sábado en lo que se restablecía el servicio, y las reparaciones que se hicieron. Sobre todo en la subestación de Río Bayamón, que se tuvo que reemplazar un transformador y ese equipo es caro”, señaló Cordero.
Por su parte, el alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera Cruz, señaló que ayer en la noche tendría una reunión con su equipo para calcular exactamente el impacto de la emergencia sobre su municipio, el cual cerró algunas de sus dependencias desde el mediodía del lunes ante la falta de agua.
“Serán miles largos”, expresó el alcalde, al señalar que no duda que la cifra sobrepase los $500,000.
“Pero no tenemos todavía un número final, eso lo vamos a tener cuando finalice todo. Por ejemplo, cuánto IVU se perdió por los comercios que dejaron de operar lo vamos a saber a final de mes. Además, tenemos la inversión en repartición de agua, el personal que hemos tirado para la calle desde el sábado y la contratación de camiones, que como los tuve que contratar para una emergencia salen más costosos”, sostuvo Rivera Cruz.
En términos comerciales, economistas consultados por El Nuevo Día señalaron que aún no se puede estimar a cuánto asciende el impacto económico de la falta de agua potable en el área de Bayamón.
Entre ellos, el profesor José Alameda sostuvo que la cantidad no debería ser “muy significativa”, ya que la mayoría de los comercios se las han arreglado para continuar ofreciendo sus servicios mediante el uso de cisternas.
“El impacto mayor fue en términos de los servicios (gubernamentales) que se dejaron de dar. Pero en el comercio no creo que sea algo significativo que va a espetar la economía en una recesión mayor a la que ya está”, dijo Alameda.
La alteración en la vida diaria de miles de ciudadanos a causa de la falta de agua fue causada por una de tres averías que se registraron el sábado. Las razones por las que se registraron explosiones en dos subestaciones de la AEE y una tercera avería en otra son numerosas, explicó el ingeniero electricista Frank Hernández. No obstante, el primer factor que le viene a la mente es algún problema de mantenimiento.
“Se supone que eso no pase”, sostuvo el ingeniero al referirse a la explosión del transformador en la subestación de Río Bayamón. Sin embargo, Hernández señaló que será necesario que la AEE culmine su investigación para así poder evitar que estas situaciones se repitan.
De los tres eventos, a juicio de Hernández Torres el más serio fue esta explosión. Según la información provista a este diario por la AEE, en dicha estación se quemó un transformador luego que fallaran dos interruptores que se supone que detectaran la avería en la línea de distribución y cortaran el flujo de corriente para proteger el sistema.
“El que los sistemas de protección fallen y un transformador se queme no es común, pero eso no debe producir un efecto en cadena”, sostuvo el ex presidente del Instituto de Ingenieros Electricistas del Colegio de Ingenieros y Agrimensores.
Aunque para un observador externo todo podría parecer demasiada coincidencia, las averías en tres subestaciones eléctricas en un mismo día no es motivo para que la AEE apriete el botón de alarma ni que empiece a gritar “sabotaje”, aseguró el director ejecutivo de la corporación pública.
Cordero señaló que la investigación preliminar sostiene que los tres incidentes fueron situaciones aisladas, a pesar que la línea de distribución que se incendió en la subestación Monacillos le sirve a la instalación de Río Bayamón.
“No es común que estas cosas pasen, por eso es que lo estamos investigando. No quiero decir que es sabotaje, pero esto no debió ocurrir tan siquiera porque el sistema tiene suficiente protección para que no ocurra”, señaló Cordero.
Al cierre de esta edición, la AEE sólo había provisto el historial de mantenimiento de la subestación de Río Bayamón. La última vez que dicha instalación recibió su mantenimiento anual fue en octubre pasado.
No obstante, Cordero indicó que en la subestación de Monacillos se reportó una explosión similar hace nueve años. Al momento de la entrevista no pudo precisar qué causó esa primera explosión, pero el director ejecutivo aseguró que solicitó el informe de esa investigación para determinar si se repitió la historia. |
|
|