Tras el fuerte apoyo que recibió la Argentina en la cumbre de países latinoamericanos y del Caribe en Cancún, el canciller Jorge Taiana se reunió ayer con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, para pedirle que intercediera ante Gran Bretaña para que detenga la exploración de petróleo en torno a las islas Malvinas, y que acepte negociar la soberanía del archipiélago.
"Este es un acto unilateral dentro de una larga cadena de actos unilaterales que ha realizado el Reino Unido. Es un acto que nosotros creemos claramente ilegal, contrario al derecho internacional y contrario a resoluciones expresas de Naciones Unidas, que piden no realizar actos unilaterales que agraven la disputa de soberanía", señaló, tras el encuentro, Taiana.
Debido al alto voltaje que cobró la cuestión Malvinas en los últimos días, el ministro se vio rodeado de un numeroso grupo de periodistas en la sede de Naciones Unidas (ONU), en pleno proceso de renovación de su edificio. Especialmente interesada se encontraba la prensa británica, que ha avivado especulaciones sobre una posible acción militar argentina, como sucedió en 1982. Sin embargo, el canciller aclaró varias veces que la vía armada no era una opción.
"Nosotros vamos a defender por todos los medios que nos dan la diplomacia y el derecho internacional los recursos y los derechos de los argentinos y vamos a llevar a los más diversos foros el reclamo permanente y claro del gobierno y de la sociedad argentina para no ser despojada. No descartamos ningún recurso que sea diplomático y bajo el respeto del derecho internacional", apuntó, sin dar detalles de cuáles serán los próximos pasos del gobierno de la presidenta Cristina Kirchner ahora que la plataforma de exploración Ocean Guardian ya se encuentra en funcionamiento a un centenar de millas de las islas.
Siguiendo con los requerimientos que a lo largo de los años se han expresado en diversas resoluciones de la Asamblea General y del Comité de Descolonización, el canciller le reiteró a Ban la necesidad de que incremente sus buenos oficios para que Gran Bretaña se siente a negociar sobre la soberanía de las islas.
"La Argentina está dispuesta a ese diálogo, pero el Reino Unido se rehúsa a ese diálogo y a complementar el mandato de Naciones Unidas, y ciertamente esto es más penoso en un país que tiene responsabilidades especiales dentro de Naciones Unidas, por ser un miembro permanente del Consejo de Seguridad", destacó Taiana.
Asimismo, el ministro aclaró que el gobierno argentino está satisfecho con los esfuerzos que ha desplegado el secretario general de la ONU y el interés que ha demostrado en el tema. "Le pedimos redoblar sus buenos oficios dada la grave situación generada por Gran Bretaña", dijo el canciller, antes de emprender anoche su viaje de regreso a Buenos Aires.
Por su parte, aunque Ban se negó a hacer declaraciones cuando LA NACION le solicitó un comentario sobre la reunión, su oficina luego emitió un comunicado en el que subrayó que continuará su misión de buenos oficios, y aprovechó la oportunidad para agradecer la "valiosa contribución" de la Argentina en los esfuerzos de rescate en Haití luego del terremoto del mes pasado.
"El secretario general [?] tomó nota de la preocupación de la Argentina acerca de las islas Malvinas y expresó su satisfacción ante el compromiso de la Argentina de resolver de manera pacífica su disputa con el Reino Unido sobre las islas", señaló el escueto documento.
La estrategia
Si bien dentro de la delegación argentina no descartaron la búsqueda de una nueva resolución de la Asamblea General o incluso del Consejo de Seguridad, entienden que este conflicto no se resolverá con una sola táctica, y la Cancillería mantendrá su estrategia de seguir poniendo en la agenda internacional el problema irresuelto de soberanía sobre el archipiélago.
En tanto, la respuesta británica no se hizo esperar, y desde Londres el encargado para América latina del Foreign Office, Chris Bryant, defendió el derecho de los isleños a la exploración petrolera en las islas, y aclaró que su gobierno está dispuesto a negociar varias cosas, pero no la soberanía sobre las islas.
"Tenemos claro que el gobierno de las islas tiene derecho a desarrollar industria de hidrocarburos en sus aguas. Seguimos concentrados en el apoyo al desarrollo de este negocio legítimo en su territorio. Pero, como diría cualquier político británico, no tengo ninguna duda de nuestra soberanía sobre las islas", afirmó.
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