Una catástrofe ecológica sin precedente amenaza al río Po, el mayor de Italia, a causa de un derrame de petróleo en uno de sus afluentes por un sabotaje a una ex refinería del norte de Milán, que ya dejó cientos de aves y peces muertos.
Pese a las barreras instaladas para intentar encauzar la capa de petróleo, que alcanza ya varios kilómetros de longitud, la mancha descendió el Lambro, un afluente del río, y contaminó el Po cerca de la ciudad de Plascencia. En Calendasco, no muy lejos de la desembocadura, se percibía un olor agrio y fétido.
Las autoridades regionales de Milán dijeron que la causa era seguramente un sabotaje en una ex refinería convertida en depósito petrolero, puesto que las cisternas fueron abiertas y se permitió que el petróleo se vertiera en el río Lambro, cerca de Monza. Quien abrió las cisternas fue "alguien familiarizado con la planta y que sabía cómo operarlas", dijo una vocera del gobierno provincial milanés. Están previstos grandes proyectos de construcción cerca de la refinería cerrada, por lo que medios italianos señalaron que el delito podría estar relacionado con la especulación inmobiliaria.
"La marea negra no es sólo un desastre con consecuencias a largo plazo para el medio ambiente en la zona, sino también para el ecosistema del Po", lamentaron algunos expertos. El derrame se propagó hacia el Sur por el Lambro y ayer había llegado al Po, que cruza desde el Piamonte al Oeste por Turín y Ferrara, antes de desembocar en el mar Adriático.
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