Consecuencia de la escasa cantidad de medidores instalados por ASSA en la planta urbana de nuestra ciudad, donde hay unos 33.000 clientes, se registraría una situación bastante curiosa, como es que aquí se estaría cobrando más agua que la que se distribuye para el consumo.
Es que, todos aquellos clientes que no disponen del medidor correspondiente, abonan una facturación que se hace en base a los metros cuadrados de superficie del lote abastecido, dándose situaciones bastante extrañas, como por ejemplo que en un lote de amplísimas dimensiones haya una sola canilla y muy bajo consumo. Si no cuenta con medidor, terminará abonando una factura muy elevada.
Es por esta razón, que aún siendo el del agua uno de los servicios más baratos, y que por lo tanto impone un ajuste, aquí en Rafaela y con todos los problemas de abastecimiento que tenemos en el verano, ASSA cobra más agua de la que en realidad vende.
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