Antonio Brufau, titular de la compañía Repsol YPF, confirmó ayer en España que a partir de noviembre de este año explorarán aguas de la cuenca Malvinas en busca de petróleo. La noticia ya había sido anunciada en diciembre del año pasado. Se trata de una inversión de unos 120 millones de dólares, en asociación con Petrobras y Pan American Energy, a 289 kilómetros del continente argentino. En la empresa negaron que el emprendimiento tenga relación con el conflicto desatado con Gran Bretaña en las últimas semanas. Pero, por lo bajo, en el Gobierno aseguran que la Casa Rosada trabajó para promover esas inversiones. En el gobierno argentino observan que el hecho de que una empresa explore sobre la cuenca de Malvinas pero con permiso argentino es una muestra de que la negociación con los kelpers no es la única alternativa viable.Más allá de las informaciones cruzadas, la confirmación de Brufau llegó en medio de una escalada diplomática entre Buenos Aires y Londres luego de que, el lunes pasado, Desire Petroleum comenzó a realizar tareas exploratorias en el mar al norte del archipiélago.
“Ahora estamos en la fase de contratación de la plataforma”, sostuvo Brufau, quien, con todo, admitió que la posibilidad de hallar y extraer petróleo es muy “baja o limitada”.
La compañía se debate entre si es conveniente usar un buque perforador o una plataforma semisumergible. En algún momento pensaron en sondear los servicios de Diamond Drilling. La hipótesis se desvaneció en los últimos meses, cuando esa firma le alquiló a la empresa británica la plataforma Ocean Guardian para trabajar en las aguas al norte de las islas.
“Se trata de un proyecto de exploración de frontera, con elevado potencial pero también alto riesgo geológico para una zona con profundidad de agua de 500 metros y una profundidad final de pozo estimada en 2.000 metros”, explicaron ayer voceros de Repsol YPF. Y subrayaron: “Esto está totalmente escindido del conflicto entre la Argentina y el Reino Unido. Fue decidido en 2008, cuando se definió volver a buscar petróleo en el mar”.
Sin embargo, según le confiaron funcionarios a este diario, la estrategia oficial para hacerle frente a la búsqueda de petróleo en las islas Malvinas desde 2007 tuvo tres patas: llevar el reclamo de soberanía a todos los foros internacionales posibles; encarecer y obstaculizar las inversiones petrolíferas en las islas, y promover facilidades para que se busquen hidrocarburos en las aguas argentinas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores trabaja desde 2008, a la par de Enarsa, para empujar la exploración offshore. Enarsa, según informó semanas atrás este diario, adquirió datos sísmicos desde la provincia de Buenos Aires hasta Tierra del Fuego y desde las costas del continente hasta los límites de la zona de exclusión de las islas Malvinas. Esos datos están en plena etapa de interpretación. Por otro lado, a mediados de 2008 se conformó un consorcio integrado por Sipetrol, YPF y Enarsa para perforar tres pozos exploratorios que no dieron resultados comerciales, pero sí manifestaciones de la presencia de hidrocarburos.
El presidente de Repsol intentó destacar, en Madrid, que “la perforación será más cerca del país que de las propias islas”. Fue después de que el canciller argentino, Jorge Taiana, le pidiera al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que le transmitiera a Gran Bretaña la “necesidad de no cometer más actos unilaterales”, como la decisión de iniciar la exploración de petróleo en el Atlántico Sur.
“Pedí que le transmitiera al gobierno del Reino Unido la necesidad de no cometer más actos unilaterales y (la de) sentarse a negociar sobre la soberanía de las islas Malvinas”, dijo el funcionario argentino.
Grito de guerra de un general
El fantasma de una acción bélica por la escalada en la disputa bilateral que despertó la búsqueda de hidrocarburos en el archipiélago volvió a ser alentado desde Gran Bretaña. Un general británico advirtió que la Argentina sufrirá “las pérdidas más insoportables” si intenta realizar una acción militar en el archipiélago.
A pesar de que el gobierno argentino manifestó siempre –y reiteró en las últimas semanas– que la opción militar no es una vía para discutir la soberanía del territorio, el general retirado sir Peter de la Billiére, vicepresidente de la Falkland Islands Association, sostuvo en declaraciones al matutino Daily Mail que su país no ha “perdido 255 vidas para irnos ahora” del control del archipiélago.
De la Billiére, que fue comandante del contingente militar británico en las islas entre 1984 y 1985, afirmó además que el Reino Unido actuará en defensa de los isleños. “Hemos demostrado nuestra intención de satisfacer los deseos de los isleños y los apoyaremos si son amenazados”, dijo.
“No veo ninguna razón o justificación, o voluntad política en el Reino Unido para hacer algo que no sea eso”, sostuvo el militar británico.
Además, el diario The Sun publicó que una fragata inglesa había interceptado un buque argentino cerca de Malvinas, algo que el gobierno británico desmintió.
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