La carrera por el petróleo y el gas que podría llegar a contener la plataforma marítima de la Argentina y el mar cercano a las Islas Malvinas ya no tiene freno. A la presencia de la petrolera inglesa Desire Petroleum dentro de la zona de exclusión de Malvinas, ahora se suma que YPF anunció que hará lo mismo a pocos kilómetros.
Como había adelantado El Cronista en su edición del 8 de junio de 2009, la petrolera de capitales argentinos y españoles emplazará una nueva plataforma off shore en el sur argentino. Esta vez, en el área de Malvinas. Ayer, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, informó en Madrid, que se “está en la fase de contratación de la plataforma”, y destacó que “la perforación será más cerca del país que de las propias islas”.
Fuentes locales explicaron que la operación significará una inversión que rondará los u$s 120 millones y que cuando Brufau señaló lo que aún falta contratar, se refirió a que aún no está definido si lo que operará en el sur argentino será una plataforma o un buque perforador. La discusión no tendría que ver con los costos, ya que en ambos casos serían similares, alrededor de u$s 500.000 por día.
El lugar elegido por la compañía se encuentra a 298 km de la costa de Tierra del Fuego –y a sólo 160 km. de las Islas Malvinas–. A poco del límite de la zona de exclusión que el gobierno de Inglaterra impuso luego de la guerra con la Argentina.
Desde la compañía aseguraron que el proyecto es de “exploración de frontera, con elevado potencial y alto riesgo geológico para una zona con profundidad de agua de 500 metros y una profundidad final de pozo estimada en 2000 metros”.
La operación estará a cargo de YPF, que tendrá el 33,5% del consorcio que integrará junto a Pan American Energy (33,5%) y la brasileña Petrobras (33%).
Aunque la plataforma de capitales españoles y argentinos se encuentra fuera de la zona de exclusión, está bastante cerca del desarrollo de la inglesa Desire Petroleum, que generó un cortocircuito entre la diplomacia argentina y la británica.
Desde YPF negaron cualquier tipo de vinculación entre el desarrollo de la plataforma off shore y la discusión con Inglaterra. “Esta inversión forma parte del “Plan de Exploración” de la empresa para los próximos cinco años y no tiene nada que ver con la disputa diplomática”, explicó un vocero de la petrolera argentina.
Pero, además de la disputa política con Inglaterra, de que empresas locales o relacionadas a desarrollos en el país desembarquen en el mar de Malvinas como una muestra simbólica de soberanía, la administración de Cristina Kirchner está muy interesada porque un éxito mar adentro, además, permitiría acercar al país a la imagen que hoy tiene el mundo de Brasil, que hasta hace poco tiempo no contaba con crudo suficiente y hoy tiene excedentes debido a la producción que proviene de sus cuencas.
Ocupación
La Argentina desde la ocupación de Malvinas por los británicos en 1833, ha reivindicado año tras año ante los organismos internacionales la soberanía sobre las islas. Precisamente en la reunión de los presidentes de países de América latina y el Caribe, celebrada en México está semana, todos los países de la región apoyaron el reclamo que en esa oportunidad hizo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
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