“En el Valle Grande-Río Atuel-, el gobierno mendocino está entregando 40 m3/seg para riego y a La Pampa entrega un mar de lamentos”, reveló ayer mediante un documento público la asociación ecologista Alihuén que preside el concejal santarroseño Leandro Altolaguirre.
El Estudio del Caudal Mínimo Fluvio Ecológico encargado por el Gobierno Provincial arrojó que debería entrar a nuestro territorio aproximadamente un caudal de 5m3/segundo. “Este Caudal Mínimo Fluvio Ecológico está comprometido en el Protocolo de Entendimiento Interprovincial más conocido como el PEI entre La Pampa y Mendoza”, revelaron desde Alihuen.
“Según datos de la Secretaria de Recursos Hídricos de la Provincia el 26/02/2010 ingresaba a La Pampa 0,45 m3/seg. El río estaba cortado en Mendoza, pero el ingreso del agua se debía a la lluvia registrada en la cuenca inferior del Atuel en Mendoza”, destacó Alihuen en el escrito.
De 20 lecturas realizadas en el mes de febrero en la estaciones de aforo de Jacinto Ugalde -el lugar por donde ingresa el Atuel a La Pampa- 16 lecturas dieron “sin escurrimiento” y las restantes cuatro lecturas arrojaron “un mar de lamentos”, destacó la asociación ambientalista. Además, en el caso de las 26 lecturas realizadas en la estaciones de aforo de Algarrobo del Águila durante el mes de febrero, todas arrojaron “sin escurrimiento”.
Incumplimiento
La asociación Alihuén ya había recorrido en el mes de enero el Atuel. Comprobó que no había escurrimientos desde la provincia de Mendoza, a pesar de que en la época de verano -con deshielos en la cordillera y las lluvias- es cuando más caudal trae y tiene la cuenca. La organización ecologista pudo verificar también que las compuertas en Los Nihuiles seguían cerradas cuando “el convenio firmado entre los gobernadores establecía que dejarían de interrumpir el flujo de agua y permitirían un caudal mínimo y permanente”.
Ese compromiso quedó en la letra muerta del convenio que firmaron hace más de un año los gobernadores Celso Jaque y Oscar Mario Jorge. El acuerdo está frenado en el Departamento de Irrigación de la vecina provincia y ni siquiera ha sido tratado por la Legislatura.
Las fotos del sábado 2 en Algarrobo del Águila demuestran un poco de agua encharcada sobre el cauce seco, rastros del diluvio que provocó destrozos en San Rafael, a fin del año pasado, y generó un alerta hídrico en la región.
“Nunca soltaron agua. Nada. Eso fue más debajo de los diques. Sólo corre agua si llueve cuenca abajo”, le dijo en ese momento Altolaguirre a El Diario.
El grupo de Alihuen recorrió Jagüel del Monte, paso de los Algarrobos, Agua de Torres y llegó a Malargüe. Llegaron hasta cerca del nacimiento del río después de recorrer 28 kilómetros a pie.
“La idea es conocer bien de qué hablamos. En este momento el Atuel está en la máxima crecida del año, por los deshielos. Tiene un promedio de 65 m3 de agua. Es el momento en que más agua tiene. Pero está toda envasada”, señaló.
El ambientalista indicó que “en realidad, están violando un compromiso que nunca cumplieron, respecto a que no se iba a interrumpir más el río desde el momento en que firmaron el convenio”.
El acuerdo firmado por Jorge y Jacque establece ese punto, si bien no menciona un flujo específico de agua ni parámetros de calidad.
“Eso se violó desde el primer momento. El agua entra cuando tienen problemas. No porque quieran darte agua. La sueltan cuando tienen problemas”, señaló Altolaguirre.
En realidad, el convenio entre los gobernadores “está muerto”, según planteó, además de Alihuen, la Fundación Chadileuvú. Nunca llegó a la Legislatura mendocina y está frenado en el Departamento de Irrigación de Mendoza.
En el convenio se plantea que La Pampa autoriza a Mendoza a trasvasar parte del río Grande (afluente del Colorado) al Atuel, a cambio de un caudal mínimo para la provincia y de invertir en la impermeabilización de los canales de riego mendocino para que haya más excedente de agua
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