La escuela 25 de Mayo inició sus clases durante la jornada de ayer sin agua potable.
Según se informó desde la institución, los tanques para el suministro no tienen tapa y tampoco están desinfectados.
En su edición de ayer, EL DIARIO informó sobre la polémica situación que atraviesa durante estos días la escuela 25 de Mayo, ubicada en el centro de la ciudad.
Pero a pesar de los problemas edilicios, el ciclo lectivo se inició como estaba previsto y las autoridades educativas y Departamentales manifestaron que sí estaban dadas las condiciones para que las clases puedan desarrollarse.
Sin embargo, la falta de agua, junto con otros problemas como el patio vallado o las aulas con grados paralelos son inconvenientes que siguen generando preocupación entre varios padres y ponen entre signos de pregunta la normalidad en el desarrollo de las clases.
“La escuela está en situación de obra. Queremos saber quién responde por los chicos ante un accidente. El patio está clausurado y el agua no se puede tomar. No hay seguridad de que estén dadas las condiciones para poder empezar las clases”, manifestó una de las madres.
De esta forma, el grupo de padres autoconvocados decidió no mandar ayer a sus hijos a clases y, en cambio, pedir que se garantice “por escrito” la seguridad de los alumnos. “Nos gustaría saber cómo se va a preservar la integridad de los chicos, porque vallar el patio no es suficiente”, expresaron algunos padres.
EL DIARIO realizó una cobertura íntegra de la reunión que mantuvieron los padres autoconvocados a la salida de clases en el turno mañana. En el encuentro se resolvió realizar una nota que estará dirigida al Director Departamental de Escuelas de Paraná, Roque Caviglia, para que deje expresado “por escrito”, que la escuela está en condiciones de garantizar la integridad de los alumnos.
Asimismo, el grupo de padres pretende denunciar públicamente “que hasta el momento no se ha cumplido con el acta acuerdo firmada hace 15 días atrás entre el director Departamental, Agmer y las autoridades escolares. El convenio, firmado el 22 de febrero, establecía que en un plazo “no mayor a dos semanas” el director Departamental se compromete a las siguientes obras de arreglo: “de las cuatro aulas del ala norte de la escuela”, “de los mosaicos del pasillo de planta alta”, de la parte más urgente de la instalación eléctrica, a “la colocación de la tapa a los tanques de agua”, al “arreglo de un aula vidriada” y a la “desinfección” del establecimiento.
FALENCIAS. La directora suplente a cargo del establecimiento, Alicia Ferrari, salió a dialogar con los padres que deliberaban en la galería principal y el hall. Ante el problema de la falta de agua, reconoció que no se había informado correctamente sobre la situación, pero que ella, en persona, ya había recorrido las aulas pidiéndole a los alumnos que concurran a clase “con una botella” con agua hasta tanto se pongan en condiciones los tanques. “Hablé con Dirección Departamental y me dijeron que hay ocho escuelas esperando turno para la desinfección de los tanques. Medio Ambiente me pidió (para la desinfección) tres productos que son re caros y no tenemos plata para comprarlos. Hay que desratizar y después hay que desinfectar”, informó Ferrari.
“Esta mañana (por la mañana de ayer) estuvieron la arquitecta Calero junto a un Inspector de Obras (de la Dirección de Arquitectura) me informaron que el techo (y de policarbonato para el patio) se terminará dentro de 15 días, entonces podremos sacar el vallado del patio para que los chicos puedan hacer el recreo normalmente”, dijo la directora a los padres.
Respecto del tema de la electricidad, Ferrari informó que “el trabajo de electricidad que consiste en cambiar todos los cables de la escuela y colocar disyuntores localizados estará terminado dentro de un mes”, explicó Ferrari.
Ante la preocupación de los padres por la no utilización del patio y la utilización de las galerías para el desarrollo del recreo, la directora respondió que “no hay otro espacio disponible y que es lo único que se les puede ofrecer a los alumnos hasta tanto se termine el trabajo de techado”.
Finalmente, algunos padres autoconvocados destacaron la labor de los docentes y de la directora “que de forma insistente y continua se preocuparon por peticionar y reclamar por soluciones ante las autoridades educativas correspondientes”.
En este sentido, las declaraciones de Roque Caviglia sobre la opción del pase a otros establecimientos educativos —para quienes no quieran mandar a sus hijos a la escuela 25 de Mayo—, provocaron un profundo malestar entre los padres presentes, quienes dijeron a EL DIARIO que “hay padres que no pueden hacer eso, por su propia situación laboral o geográfica, y que esa propuesta de Caviglia no es la solución al problema edilicio de la escuela”.
A pesar de la preocupación por todos estos problemas, la reunión de padres no pudo consensuar una decisión unánime sobre si se mandarán o no en el día de hoy a los niños a clase. “Eso quedará a criterio de cada padre. El que quiera, enviará a su hijo con una lista de recomendaciones para que guarde precaución durante su estadía en el edificio. Que no se olvide de recomendarle a sus hijos que dentro de la escuela no tomen agua de la canilla”, dijo uno de los padres que coordinó la reunión.
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