Cristina Fernández de Kirchner y Hillary Clinton hicieron como si nada. Como si la secretaria de Estado no hubiera llegado de casualidad a Buenos Aires como consecuencia del terremoto en Chile. Como si la Presidenta no hubiera declarado pocos días atrás que Barack Obama no “cumplió con las expectativas”. Como si un tiempito atrás no hubiera habido un tremendo enojo por el collar de entrevistas que mantuvo el subsecretario de Asuntos Hemisféricos Arturo Valenzuela con miembros de la oposición y por sus desafortunadas declaraciones acerca de la inseguridad jurídica. Cristina y Hillary tuvieron una “cálida, agradable y respetuosa reunión” de una hora y media, según ellas mismas definieron. Que terminó con un presente con moño de la norteamericana, quien al ser consultada sobre el uso de las reservas para saldar deuda dijo: “Argentina hizo un gran progreso. Hoy la relación de su deuda con su PBI es aún mejor que la de Estados Unidos. Como sea que lo estén haciendo, funciona”, felicitó Hillary.
La reunión bilateral privilegió, como se dice en la jerga diplomática, la agenda positiva. Sin embargo, la funcionaria de los Estados Unidos evitó confirmar una cita con Obama en la próxima cumbre sobre seguridad nuclear. En la conferencia de prensa, cada una a su tiempo, entre risas y guiños, destacaron: que Estados Unidos y la Argentina trabajan en conjunto en Haití (la visitante destacó la labor de los cascos blancos y azules), que son los únicos dos países que sufrieron atentados terroristas en el continente y por eso –coincidieron– luchan contra el terrorismo con sincronía. Apenas asumieron una diferencia respecto de Honduras. “Pude explicarle a la Presidenta por qué creo que las elecciones libres sirvieron para dar una vuelta de página”, comentó la secretaria. “Tenemos distintos puntos de vista y podemos sentarnos a discutir. Eso habla de una relación seria, responsable y madura”, justificó Fernández de Kirchner, que advirtió que no habló de su entrevista con la CNN, cuando, lapidaria, se mostró decepcionada con el año de gestión del presidente de los Estados Unidos. Hasta hubo coincidencias respecto del conflicto desatado por la búsqueda de petróleo en las islas Malvinas. Cristina informó que le pidió a Hillary que intente interceder ante el Reino Unido para que acceda a sentarse a dialogar sobre la soberanía (“sentarse a negociar y conversar, no parece demasiado...”, apuntó). Hillary dijo que a Estados Unidos le gustaría que se sienten a negociar, pero que tampoco puede obligar a Gran Bretaña a que lo haga.
Hillary Clinton tenía previsto viajar a Uruguay, Chile y Brasil. Y saltear a la Argentina, aunque iba a tener un breve encuentro con la Presidenta en Montevideo. El terremoto en Chile o las declaraciones de Cristina en la CNN o el juego fuerte de Brasil liderando a la región contra el Consejo de Seguridad de la OTAN, o todo eso junto, hizo que ayer durmiera en Buenos Aires, después de una tarde simpática. “Hay una cosa que no discutimos”, intrigó a la prensa Hillary sobre el final de la conferencia y esperó a que la traductora hiciera su trabajo. “La próxima copa mundial en Sudáfrica”, completó, dos segundos después. Como en un gag, impecable.
“No pueden ampararse más en Galtieri”
Más presión contra el Reino Unido
Queremos sentarnos como indica Naciones Unidas a discutir con el Reino Unido, teniendo en cuenta los intereses de los habitantes de las islas”, informó ayer la Presidenta en la inauguración de las sesiones legislativas, un mes y medio después de la agudización del conflicto con el gobierno de Gordon Brown, por el reinicio de las exploraciones petrolíferas en las Malvinas. “No pueden ampararse más en Galtieri”, aseguró Cristina Fernández de Kirchner. Y se jactó de haber conseguido que todos los países latinoamericanos y del Caribe sostuvieran el reclamo argentino. “Vamos a seguir en la línea de la diplomacia para condenar la rémora colonial que implica que el Reino Unido pretenda tener soberanía a 14 mil kilómetros de distancia. No le da ni por la geografía, ni por la historia, ni por el derecho”, dijo la jefa de Estado.
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