Finalmente, anoche la presidenta Cristina Kirchner mantuvo un largo encuentro con la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, quien incluyó a Buenos Aires en su agenda a último momento, y como consecuencia del acortamiento de su visita a Chile, inmersa en la tragedia que dejó el terremoto del sábado pasado.
La reunión, que se extendió durante casi dos horas, fue ‘fructífera‘, según palabras de la propia Presidenta. Cristina pudo pedirle formalmente a Clinton ‘una intermediación amigable ante el Reino Unido para lograr que podamos sentarnos a discutir sobre las Islas Malvinas, contemplando los intereses de los habitantes del archipiélago‘. Es una apuesta diplomática fuerte para presionar al gobierno británico a una semana de las primeras perforaciones petroleras en las aguas malvinenses, sin autorización argentina.
La respuesta de la secretaria de Estado fue positiva, aunque no contundente. Hillary se comprometió a ‘alentar‘ el diálogo entre ambos países, y dijo que le ‘gustaría ver al Reino Unido y Argentina sentados hablando‘ del tema. Pero también remarcó que Estados Unidos no puede ‘obligar‘ a ambos países a negociar. Ese sería el rol al que está dispuesto Estados Unidos. ‘Vamos a seguir declarando públicamente que el diálogo es la forma correcta de proceder‘, adelantó la secretaria de Estado.
Ya en Uruguay, donde asistió a la asunción del nuevo presidente uruguayo José Mujica, Clinton había adelantado su voluntad para ‘facilitar que ambos gobiernos hablen‘ sobre la disputa. Dependerá entonces de la presión que ejerza el gobierno estadounidense sobre el primer ministro Gordon Brown, quien ya adelantó que no piensa negociar la soberanía de las islas, como mandan las resoluciones de las Naciones Unidas.
La reunión se produjo a días de las declaraciones de la Presidente a la cadena estadounidense CNN, admitiendo su decepción porque consideró que el presidente Barack Obama ‘no cumplió con las expectativas‘ que tenía la región a partir de su mandato. Sin embargo, las intensas gestiones diplomáticas del embajador argentino en Washington, Héctor Timerman, y el canciller Jorge Taiana, lograron aflojar los resquemores de los últimos tiempos en la relación bilateral y concretar la escala argentina.
En la agenda figuraron otros temas. ‘Hemos convenido para Haití desarrollar un plan estratégico, al igual que hemos reafirmado el compromiso histórico de luchar contra el terrorismo. Ambos países, los únicos en el continente, hemos sufrido ataques del terrorismo global, por lo que este es un compromiso muy fuerte que hemos reafirmado‘, enumeró la Presidente en conferencia de prensa. De la reunión participaron además la embajadora estadounidense en Buenos Aires, Vilma Socorro Martinez, y también el encargado de la política para América latina del Departamento de Estado, el funcionario que en su última visita deslizó ante empresarios de su país que la Argentina carecía de suficiente seguridad jurídica para hacer negocios.
El sabor agridulce quizás de la visita es todavía la falta de precisiones sobre una reunión cara a cara entre Cristina Kirchner y Barack Obama. Ambos presidentes van a volver a encontrarse en abril próximo, durante una cumbre internacional sobre seguridad nuclear convocada por el mandatario estadounidense. Pero Hillary eludió fijar una fecha para ese primer encuentro, buscado por la Cancillería desde que asumió el demócrata. La secretaria se limitó a decir que su gobierno va a seguir trabajando sobre ‘futuras reuniones‘ , sin dar detalles.
Ahora Chávez dice que se siente “malvinense”
El presidente venezolano, Hugo Chávez, volvió ayer a apoyar el reclamo argentino por Malvinas. En su visita a Montevideo dijo que se siente “malvinense” y fue contundente al pedir una posición regional ya que, según manifestó, América Latina, el Mercosur y la Unasur no puede dejar “sola” a Argentina en este tema. “Me siento de las Malvinas, me siento malvinense, eso es nuestro, es argentino”, dijo el presidente de Venezuela según consignó la agencia de noticias ANSA.
En el marco de los actos de asunción de José Mujica a la presidencia, Chávez reclamó: “Las Malvinas son argentinas, que las devuelva el imperio”.
La semana pasada, en su discurso en la Cumbre de Río, realizada en Cancún, había calificado de “burdo coloniaje” de Gran Bretaña en las Malvinas la situación de las islas, en sintonía con el resto de los países participantes que acompañaron el reclamo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Incluso fue más lejos: “exigimos que el gobierno inglés cumpla con las resoluciones de Naciones Unidas y devuelva el territorio a su legítimo dueño” en tanto comparó esta situación con las islas de Aruba, Curaçao y Bonaire. “Eso es un coloniaje en las narices de Venezuela”, aseguró.
Ayer, poco antes de los dichos de Chávez, la presidenta Fernández de Kirchner había afirmado, ante la Asamblea Legislativa, que Gran Bretaña “no puede ampararse más” en el ex titular de la Junta Militar en 1982, Leopoldo ‘Galtieri‘, a cuyo gobierno de facto “reconocieron” pese a las violaciones a los derechos humanos.
“Lo único que debemos es sentarnos como indica Naciones Unidas a discutir con el Reino Unido”, dijo CFK.
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