“La situación está controlada”, aseguraban ayer los jefes del Grupo Especial de Rescate, que opera en la zona más castigada por los desbordes del río Salado, pero los informes que llegan desde Salta hacen presumir que el cuadro puede empeorar. Es que hasta anoche había más de cien familias aisladas en pequeñas porciones de tierra rodeadas de agua, con muchos de sus ranchos inundados, pero con la firme determinación de no abandonar a sus animales y otras pertenencias.
Tal como se presumía, ayer las poblaciones ribereñas del Salado comenzaron a recibir el mayor caudal de agua desde que se informó desde Salta –hace cinco días- la erogación de más de 150 metros cúbicos por segundo debido a las persistentes lluvias en la cuenca. Pero justo cuando el nivel del dique El Tunal había comenzado a descender, ayer volvió a sonar el teléfono en Recursos Hídricos de Santiago para informar desde la vecina provincia que nuevamente debían abrir las compuertas, llevando el caudal a 160 metros cúbicos y temen que en las próximas horas se llegue a más de 200.
Mientras tanto, el desborde ya ganó casi cuatro kilómetros de tierras hacia la ribera este en la zona de Santos Lugares, departamento Alberdi. Esto hizo que parajes como San Juan, Hoyo Cerco y La Parva quedaran totalmente aislados, hasta donde personal del GER pudo llegar en bote o a pie para llevar víveres.
El jefe del GER, oficial principal Juan Maresca, aseguró que la situación está controlada gracias al permanente trabajo del personal de distintas áreas provinciales que desde hace más de una semana trabajan en toda la zona ribereña.
No obstante, se mostró preocupado por más de cien familias que se niegan a salir de las zonas afectadas, donde el agua ya cerró los caminos. Dijo que en La Parva, en la margen izquierda del río, de norte a sur, hay 32 familias acampando en una elevación del terreno. Allí se montó un campamento donde se brinda alimentos, ropa y atención médica a la gente.
Del otro lado del cauce, cerca de la localidad Las Delicias, en el departamento Jiménez, está el mayor número de pobladores aislado. En total se contabilizaron 75 familias que están desperdigadas en una zona que también quedó incomunicada y donde el agua ya tiene casi un metro de profundidad, lo que hace peligroso transitar a pie.
Precisamente, el comité de emergencia provincial ha dispuesto que de aumentar el caudal, en las próximas horas personal del GER deberá dirigirse a la zona con la misión de sacar incluso por la fuerza a todas las personas, ya que corre riesgo sus vidas, informó Maresca. ?
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