Autoridades del Consejo de Ecología y Medio Ambiente de Río Negro –CODEMA-, realizaron una recorrida por la zona del Área Protegida Río Azul – Lago Escondido en El Bolsón, oportunidad en que se constató el avance de los trabajos de apertura del camino de montaña que desemboca en dicho espejo de agua.
En tal sentido, el presidente del CODEMA, Oscar Echeverría, explicó que “realizamos una recorrida caminando por el lugar, tomamos fotografías para poder mostrar al Superior Tribunal de Justicia en el informe enmarcado en la causa de amparo por el acceso a Lago Escondido, que será presentado en las próximas horas”.
En el lugar continúan trabajando los equipos técnicos del CODEMA, mientras que el pasado jueves la empresa VIARSE concretó una nueva inspección para constatar el grado de avance de las tareas que allí se desarrollan.
Se trata de un camino de unos 26 kilómetros de extensión, y ya se ha concretado más del 50% de la obra hasta el momento.
Echeverría sostuvo que “tenemos un alto grado de avance, más allá de las complicaciones propias de la zona ya sea por el terreno o las condiciones climáticas, y esperamos concluir los trabajos de apertura antes de la finalización del verano”.
Explicó que “estamos abriendo una senda de unos tres metros de ancho, señalizado y con estabilización de las zonas de riesgo. Los trabajos se hacen a mano, con la autorización del Servicio Forestal Andino y sin voltear árboles de gran porte”.
“Entendemos que con esto estamos dando cumplimiento al fallo del Superior Tribunal de Justicia y al artículo 73º de la Constitución de Río Negro que exige el libre acceso a los cursos de agua”, añadió el titular del CODEMA.
En este marco, el organismo ambiental provincial entregará hoy al Superior Tribunal de Justicia un informe con fotografías sobre todo lo que se está haciendo. El camino que estamos abriendo permite el tránsito vehicular, pero allí sólo se lo permite en casos de urgencia o accidente, y solamente para vehículos de bomberos o ambulancias”.
Echeverría destacó que “los trabajos están siendo concretados por los propios pobladores del lugar, en su mayor parte propietarios de tierras fiscales por donde pasa el camino. Es una labor a pico, pala y machete, ya que por la fisonomía del lugar, no se puede llegar con maquinarias, lo que indudablemente hace todo más lento”.
Por otra parte, el funcionario explicó que “la madera producida por la ampliación del camino es reutilizada allí mismo para estabilizar los lugares con cortes o quebradas producidos producto del escurrimiento. En tanto, también se usan para la elaboración de pequeños puentes sobre los distintos cursos de agua que predominan en el lugar”.
“Es imposible bajar madera de ese lugar, porque el costo que acarrearía supera ampliamente el valor que podría lograrse, por lo que se descarta cualquier tipo de comercialización de la misma”, indicó finalmente.