El gobierno británico consideró "no necesaria" la intervención de los Estados Unidos en el diferendo sobre las Malvinas y restó importancia al probable gesto norteamericano al asegurar que, lejos de ser una innovación favorable a la Argentina, es "consecuente con la línea diplomática que Washington mantiene sobre este tema desde hace muchos años".
Aun así, la noticia del planteo de la presidenta Cristina Kirchner formulado anteayer en Buenos Aires a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, para que oficie de "facilitadora" del diálogo en la búsqueda de una solución a la disputa entre la Argentina y Gran Bretaña, cayó aquí como un balde de agua fría.
El periódico conservador The Daily Telegraph calificó el gesto de Clinton de no rechazar la pretensión argentina como "una bofetada en el rostro del Reino Unido" por cuanto, aseguró, es "un giro en la política de neutralidad de Estados Unidos, que tan sólo la semana pasada se había rehusado a apoyar la pretensión argentina de que la negociación por la soberanía prospere en las Naciones Unidas".
"La secretaria de Estado es una hábil operadora política y sabe exactamente qué está haciendo. Ofrece su total respaldo a la posición de Buenos Aires, pese a que Gran Bretaña ha dejado en claro que la soberanía sobre las Malvinas no es negociable", sostuvo el matutino.
El tabloide Daily Mail , por su parte, denunció la "traición" de la secretaria de Estado con el título: "Con amigos como éstos... Hillary Clinton se mete en el lío de las Falklands y ¡sale del lado de los argentinos!". En forma más o menos altisonante, el resto de los medios británicos coincidieron en darle a la noticia una interpretación similar.
La reacción de los medios obligó a Downing Street a movilizarse para apaciguar los ánimos. "Creemos que [la intervención] no es necesaria", sostuvo un vocero del primer ministro Gordon Brown. Y agregó: "Agradecemos el apoyo de la secretaria de Estado en lo que concierne a que nos aseguremos de mantener los canales diplomáticos abiertos, pero no es necesario".
Poco antes una vocera del Foreign Office había procurado restarle trascendencia a lo ocurrido en Buenos Aires. "Por supuesto que estamos en contacto regular con los Estados Unidos en éste como en otros tantos temas. Esta es una posición familiar de los Estados Unidos, que data de muchísimos años", subrayó. "Ellos -agregó- reconocen la administración británica de las islas. Y nosotros reconocemos su buena voluntad."
"La cuestión no radica en la ausencia de un mediador, sino en la aplicación del principio de autodeterminación. Los isleños desean continuar siendo británicos y no podemos legítimamente negociar la soberanía", dijo la vocera diplomática.
Palabra de canciller
El canciller David Miliband reiteró el mensaje durante la habitual interpelación semanal en la Cámara de los Comunes. "La autodeterminación de los isleños es la clave de todo esto", sostuvo Miliband ante las preguntas de los parlamentarios, al tiempo que insistió en que la prospección petrolífera es "enteramente legítima".
Falkland Oil and Gas, la empresa que con Desire Petroleum y Borders & Southern integra el consorcio encargado de la exploración al norte de las islas, anunció ayer que dispone de fondos necesarios para financiar todas las operaciones. En un comunicado, sostuvo que cuenta con US$ 93,5 millones en su balance de activos, la mayoría de los cuales asignará al programa de operaciones de la plataforma Ocean Guardian.
De acuerdo con analistas consultados por el periódico The Independent , apenas alcanzan al 20% las chances de encontrar petróleo en cantidades necesarias para que la operación sea redituable.
LA VISION DE OBAMA, SEGUN TIMERMAN
El embajador argentino en Washington, Héctor Timerman, afirmó ayer que el gobierno de Barack Obama considera que una negociación con Gran Bretaña por las islas Malvinas "es la mejor solución" para resolver el conflicto por la soberanía. En diálogo con FM Milenium, Timerman destacó las señales de Hillary Clinton en favor de la posibilidad de mediación que le planteó la presidenta Cristina Kirchner y sostuvo que el gobierno de EE.UU. "demostró que es realmente neutral en el tema".
|
|
|