El delegado argentino ante la Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru) Héctor Retamal, se reunió el fin de semana con autoridades municipales de Concepción del Uruguay, donde brindó un informe de predicción climática elaborado en la CARU en función de datos de organismos mundiales, considerando que se está viviendo un “año del Niño”, anomalía del Ecuador con aumento de temperatura entre América y Oceanía.
Continuidad. Esta situación particular genera lluvias importantes, lo que hace necesario “estar preparados para la posible continuidad de este fenómeno hasta mayo o junio, según cómo se mantenga el fenómeno”.
Retamal afirmó que actualmente hay un 75% de “posibilidades de precipitaciones de alta densidad, por lo cual acordamos con el intendente Marcelo Bisogni que hay que estar preparados para la contingencia, sin alarmarse, pero estar preparados aprovechando los pronósticos de adelantos tecnológicos”.
Prevención. Bisogni destacó la importancia del panorama general brindado por Retamal en virtud de que “el municipio junto a las instituciones que integran la Junta de Defensa Civil debe mantenerse alerta, tomando las previsiones para el caso de que los pronósticos se cumplan y algunas familias uruguayenses sean nuevamente afectadas tanto por excepcionales lluvias y tormentas, como por una eventual nueva crecida del río”.
A lo largo de estos últimos meses, toda la costa del río Uruguay supervisada por CARU ha sido víctima de inundaciones y grandes tormentas que causaron enormes daños.
En tal sentido se han equipado y mejorado las condiciones de trabajo de muchas dependencias en los distintos municipios, habida cuenta del estado de alerta semipermanente en que se encuentran.
Qué es El Niño y porqué se llama así
El Niño a un síndrome climático, erráticamente cíclico, que consiste en un cambio en los patrones de movimientos de las masas de aire provocando, en consecuencia, irregularidades en las corrientes marinas, desencadenando el calentamiento de las aguas sudamericanas.
El nombre de “El Niño” se debe a pescadores del puerto de Paita, al norte de Perú, que observaron que las aguas se calentaban en la época de las fiestas navideñas o del “Niño Jesús” y los cardúmenes huían hacia el sur.
La normalidad de un río crecido
Según detalló Héctor Retamal, se trata de un fenómeno que mantendrá su continuidad en el tiempo, previéndose que después de mayo o junio la situación se normalice, más allá de que actualmente los datos históricos están siendo trastocados por los cambios climáticos.
Esta situación anómala incidirá en el río, por lo cual “posiblemente se mantenga con los niveles altos actuales, oscilando entre 2 y 3 metros, y posibilidades de picos mayores”, adelantó el delegado.
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