La instalación del servicio de agua por red comenzó esta semana en el barrio San Ignacio, de Esteban Echeverría, luego de que el Juzgado Federal de Quilmes intimara a la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR), a AySa y a la Municipalidad a proveer de agua potable a la zona. Así es que los vecinos que encabezaron las denuncias aseguraron estar “aliviados” porque dejarán de “beber agua contaminada”.
“Estamos muy entusiasmados con el proyecto porque vemos que se están haciendo cosas para revertir la triste situación en la que estuvimos inmersos durante años. Nos da mucha tranquilidad saber que no vamos a seguir expuestos a las enfermedades que puede originar el cromo”, remarcó Miguel Staracci, miembro de la organización Vecinos Solidarios a Info Región.
“Las tareas se están haciendo a muy buen ritmo y seguimos contando con los tres camiones cisterna que nos suministran agua potable. Fueron muchos años de lucha y por fin estamos viendo los resultados de tanto esfuerzo”, agregó.
Las obras se iniciaron en la intersección de las calles Los Robles y 17 de Agosto, próximas al arroyo Ortega, y ya avanzaron poco más de 200 metros.
En ese sentido, desde la agrupación detallaron que la instalación de redes finalizará en seis meses.
“Los responsables de la conexión dividieron el barrio en tres sectores para agilizar el proceso, y ya empezó la obra en las inmediaciones al afluente. Está previsto que finalicen las tareas a principios de agosto”, remarcó Staracci en diálogo con Info Región.
Los surtidores son colocados en diversos puntos del barrio, de acuerdo a los días. Mientras tanto, los domingos se coloca un refuerzo del servicio, que está emplazado en el cruce de la calle Edison con el arroyo Ortega, una de las zonas más golpeadas por la contaminación de los pozos.
La obra estará financiada por PROMEBA, que es el Programa de Mejoramiento de Barrios del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios.
Además, el Municipio y la Provincia firmaron un acuerdo referente a la inclusión del barrio San Ignacio en el PROMEBA II, que tiene como objetivo "consolidar a la población beneficiaria en el lugar que habita, brindando acceso a la propiedad de la tierra, contribuyendo en la provisión de obras de infraestructura urbana, equipamiento comunitario y saneamiento ambiental, y promoviendo el fortalecimiento de su capital humano y social".