Los países del Caribe examinan la desalinización del agua marina y la siembra de nubes para soportar una escasez de lluvias que amenaza la economía regional y que fue anunciada por los científicos hace más de un año.
En Santa Lucía y Trinidad y Tobago hay incluso advertencias de penas de cárcel para los consumidores que violen las medidas que limitan el uso del agua exclusivamente a beber, cocinar e higienizarse.
En un informe científico presentado en 2007 en una conferencia en Barbados, el especialista Bano Mehdi citó advertencias científicas sobre la aparición de esta sequía.
"Se han observado sequías más prolongadas e intensas sobre áreas más extensas desde la década de 1970", afirmaba el reporte "Coping with Drought in the Caribbean" (Manejando la sequía en el Caribe).
Desde Trinidad y Tobago, en el extremo sur del Caribe, hasta Jamaica, en el norte, los gobiernos imponen racionamientos para soportar la drástica caída de reservas en ríos, lagos y embalses y, algunos, como Guyana, bombean fondos para ayudar a los agricultores a superar el trance.
"Hasta ahora tenemos más de 4.000 hectáreas de arroz en peligro, también ganado, sobre todo en las tierras interiores adonde no llegan las lluvias", dijo el ministro de Agricultura de Guyana, Robert Persaud.
"En estas fechas del año pasado estábamos con lluvias más copiosas que las que causaron inundaciones en 2005. Los efectos del cambio climático están afectando muy frecuentemente al país", agregó.
El presupuesto nacional, presentado a mediados de febrero, prevé un monto de 29,4 millones de dólares para mejorar los sistemas de riego agrícola.
Pocos días después, el presidente Bharrat Jagdeo aseveró que se destinarían además 1,2 millones de dólares para hacer frente a las consecuencias de El Niño/Oscilación del Sur, la fase cálida de un fenómeno climático periódico que calienta las aguas y la atmósfera en el océano Pacífico ecuatorial y que está causando alteraciones en casi todo el continente americano.
"Todo el aparato del gobierno está dedicado a suministrar tanto apoyo como sea posible a nuestro pueblo", dijo Jagdeo a los agricultores. Algunas comunidades de Guyana no tienen suficiente agua para beber.
El primer ministro de Trinidad, Patrick Manning, está convencido del vínculo de esta sequía con el cambio climático. Su gobierno busca ampliar la única planta desalinizadora del país para evitar la "excesiva dependencia de las fuentes superficiales de agua", dijo.
"Creemos que es El Niño, pero eso no contradice nuestra conclusión de que, a raíz del cambio climático y de otros factores, podemos experimentar sequías", sostuvo Manning.
Según su ministro de Instalaciones Públicas, Mustafá Abdul-Hamid, el nivel del agua dulce disponible "está muy por debajo de sus cotas habituales para esta época del año". Las autoridades prohibieron el uso de agua para lavar automóviles y regar plantas y césped.
A tal punto llegó la medida que Manning despidió a un trabajador contratado en la residencia oficial cuando la prensa publicó fotografías de surtidores de agua regando los jardines.
Para Collin Nym, gerente de la región sur de la entidad encargada del agua y el saneamiento de Trinidad, el panorama de 2010 se presenta malo para una de las principales plantas de tratamiento y para la central desalinizadora.
"Tenemos un gran embalse y no captamos la lluvia que esperábamos. Entre enero y junio de 2009 tuvimos muchos problemas", indicó. El servicio meteorológico "predijo que tendríamos entre 80 y 90 milímetros de lluvias en enero, y sólo cayeron cinco", añadió. El gobierno de Jamaica ha explorado la posibilidad de sembrar nubes, un procedimiento para dispersar sustancias químicas en el aire que actúen como condensadores de nubes, con el fin de aumentar las precipitaciones en zonas bajo severas sequías.
El ministro del Agua y la Vivienda, Horace Chang, se reunió con especialistas de la University of the West Indies para discutir esta posibilidad, aunque se trata de un proyecto muy costoso.
Las autoridades ya tuvieron que recortar su programa de mitigación de la sequía en virtud de las exigencias de austeridad impuestas por un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
El plan, de varios millones de dólares, preveía reactivar el suministro hídrico de varios manantiales. Según Chang, la Comisión Nacional del Agua, empresa estatal de suministro, está perdiendo unos 2,2 millones de dólares mensuales de ingresos debido a la peor sequía que vive este país en varias décadas.
"Hemos gastado más y reducido ingresos. La gente no puede pagar si no recibe el servicio, entonces debemos destinar más dinero para cubrir los costos de operación", explicó Chang.
Las empresas también se quejan.
"Si la sequía persiste, deberemos llevar agua en camiones a las fábricas, pero eso tiene un costo", dijo el presidente de la Asociación de Manufactureros de Jamaica, Omar Azan.
En Santa Lucía, las autoridades emitieron el día 24 una declaración de emergencia hídrica y advirtieron a quienes contravengan las medidas de ahorro que pueden ser penalizados con multas desde 1.110 dólares y por lo menos seis meses de cárcel.
El decreto prohíbe emplear agua para regar jardines, instalaciones deportivas y huertos, para almacenarla en tanques, para llenar piscinas "y para cualquier otro uso que no sean los servicios domésticos básicos: beber, cocinar, lavar, limpiar y bañarse".
Dominica, que se jacta de sus 365 ríos, ha advertido a la población que la sequía puede empeorar.
Según lo que estableció el Instituto Caribeño de Meteorología e Hidrología, con sede en Barbados, "vamos a experimentar una sequedad severa por bastante tiempo. Si esto sigue, el nivel del agua será muy bajo y no habrá presión suficiente para el suministro de muchas comunidades", dijo el portavoz de la empresa de agua y saneamiento de Dominica, Gwennie Dickson.
Las autoridades de Antigua y Barbuda advirtieron que, al ritmo normal de consumo, el agua del embalse de la represa de Potworks no alcanzará para abastecer al país en marzo.
Adrian Trotman, jefe en funciones de meteorología y climatología aplicada del Instituto Caribeño, sostuvo que países como Barbados podrían soportar por un largo período la ausencia de lluvias.
"Esto es lo que estiman científicos de la CDPMN (siglas en inglés de la red de monitoreo de sequías y precipitaciones del Caribe), que han analizado los patrones de lluvias desde enero de 2009", dijo Trotman en un comunicado.
"Los encargados de administrar los recursos hídricos deben implementar medidas de conservación, pues las condiciones de sequía persistirán en los próximos tres meses", agregó.
La CDPMN, inaugurada en enero de 2009 como parte del programa sexenal Caribbean Water Initiative (iniciativa hídrica del Caribe), indicó que si bien la escasez de lluvias es objeto de estrecha observación, "uno no se da cuenta de que hay sequía hasta que sus efectos se hacen sentir".
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