El gobernador Gildo Insfrán sobrevoló en principio y luego recorrió en terreno junto a pobladores del departamento Ramón Lista, la serie de obras de defensas que están conteniendo de manera efectiva las embestidas del crecido río Pilcomayo, a fin de que las comunidades no se vean afectadas.
“Fue todo un símbolo la presencia del mandatario formoseño: por una parte alentando a los trabajadores que se mantienen en el frente de tareas hasta casi por 18 horas diarias en algunas jornadas; y por el otro, para que los lugareños sepan que se está junto a ellos en tiempos buenos y en otros difíciles como el actual, y que se mantiene firme la decisión de protegerlos”, se significó desde el Gobierno.
Insfrán les ratificó a los caciques y dirigentes sociales de El Potrillo, El Quebracho y otras comunidades cercanas, que se mantendrá el despliegue de máquinas viales y recursos humanos para “resguardarlos”, al tiempo de anunciar apoyo a los pequeños productores para que puedan trasladar a su hacienda y tenerla en corrales comunitarios a ser construidos de inmediato en terrenos más elevados, y asegurar las pasturas en este tiempo de sostenida crecida del Pilcomayo que anega vastos hectareajes.
El mandatario llegó a la zona junto al ministro de la Secretaría General del PE, Antonio Ferreira y el intendente Fernando De Vido, siendo recibidos por el coordinador ejecutivo del Instituto PAIPPA, Aldo Ingolotti, el director de Defensa Civil, Pablo López, el diputado provincial Roberto Vizcaino, técnicos de la DPV, y los caciques y dirigentes comunitarios de la zona.
Insfrán compartió con los lugareños las explicaciones del ingeniero jefe de la DPV, Juan Andrés López, entre otros especialistas en materia hídrica. Se expuso sobre lo realizado y también lo que se continúa haciendo, marco en el cual Insfrán les ratificó a los lugareños que se mantendrá la labor en todos los frentes el tiempo que sea necesario, haciéndose lo imposible a fin de que sean los menos quienes tuvieran que dejar sus hogares por el avance de las aguas. Les anunció a los pequeños productores de la zona que se construirán corrales comunitarios a fin de que puedan trasladar su hacienda y mantenerlas seguras ante el avance de las aguas.
Caciques y el común de la gente se sumó a la recorrida por los lugares donde se ejecutaron las correderas y las defensas desde El Potrillo a El Quebracho. Justamente en los anillos defensivos se sigue trabajando fuerte en elevarlas a más de setenta centímetros en sectores críticos y reforzarlas, dado el sostenido crecimiento de casi diez centímetros diarios que experimenta el curso y, sobre todo, al estimarse que restan por llegar algunos picos de importancia aún. Es que las importantes toneladas de sedimento y los grandes troncos que arrastra el río hicieron que muchas zonas se sobre-elevaran y las aguas se recuesten contra los anillos de defensas, ejerciendo enorme presión, que justamente hizo que días atrás se produjera una grieta que pudo ser reparada en 24 horas.

“Compromiso con el oeste”
Antonio Palavecino, vicepresidente de la asociación que nuclea a pequeños productores de El Quebracho, valoró el gesto del mandatario de estar junto a ellos en estos momentos de cierta inquietud ante la crecida del río, “lo que demuestra que hay un decidido compromiso de este Gobierno por la gente de Ramón Lista, de trabajar para que tengamos mejores condiciones de vida”.
También aludió a la decisión inmediata de Insfrán de disponer las acciones -corrales comunitarios en terrenos más elevados- para que no pierdan sus animales ante el avance de las aguas, marco en el cual recordó que “la política de Gobierno hizo posible que mejoremos la hacienda, que las engordemos como nunca antes y podamos venderla en un remate obteniendo precios buenísimos, más del doble de lo que se nos paga habitualmente”.
Por su parte, el cacique aborigen de El Quebracho, Agonías Gómez señaló que “el gobernador Insfrán nos alegra con su visita, nos trae tranquilidad de que seguirá estando junto a nosotros en todos los momentos, en los buenos cuando viene a inaugurar obras y como ahora donde el Pilcomayo está creciendo mucho y llega hasta acá para ver que los trabajos de defensas para las comunidades se hacen”, subrayó.
Refirió a que “junto a muchos otros proyectos que están por terminarse, en salud, educación y mejores servicios, en la producción, todo demuestra que tenemos un señor Gobernador que se preocupa por todos nosotros”.
Moisés Fernández, responsable de la esfera sanitaria en la comunidad wichí de El Potrillo, aseguró que “en todo lo social que tiene relación con la salud, puedo decirles que no existen problemas sanitarios derivados de la crecida. Está toda la infraestructura de hospitales, centros de salud y salas trabajando con normalidad, incluso hace pocos días disponemos de nuevas ambulancias, con lo cual tenemos tranquilidad”.
Valoró asimismo la tarea coordinada que los lugareños mantienen con los técnicos de la provincia, señalando que ello posibilitó que las comunidades no se hayan visto anegadas, dado que en todo momento se intercambian datos sobre la evolución del cuadro de situación en los diferentes sectores del extenso anillo de defensas, con lo cual ante el menor indicio de erosión, se actúa con las máquinas que están hace meses trabajando en el lugar.
Miguel Ortiz, uno de los viejos dirigentes sociales aborigen de El Potrillo, aludió a que si bien la gente tiene cierta preocupación cuando el río Pilcomayo crece tanto, “yo recuerdo que años antes no había ninguna defensa, no se hacían los canales para que el agua corra, incluso quedó El Potrillo viejo sepultado por los sedimentos, lo que demuestra que todo lo que está haciendo el Gobierno es histórico, jamás se hizo tanto en tan poco tiempo por nosotros”.

Trabajo integral
El diputado Roberto Vizcaino clarificó que “los trabajos actuales de ninguna manera es algo que se improvisó ahora. Desde poco después de mediados de año se iniciaron, para así estar listos ante la época de crecida anual, que incluso este año se anticipó un poco, aunque el errático e impredecible Pilcomayo hace que tengamos que estar alertas en todo momento, diseñar y ejecutar de inmediato nuevos trabajos para resolver los contratiempos que se van presentando”.
Admitió que “en esta época siempre se trabaja en un escenario complejo”, marcando que en la zona hace más de tres décadas se convive con los avatares del Pilcomayo, y que “mantener el río encausado no es algo sencillo, no tiene un cauce definido y entonces cuando se dan las crecidas anuales como ahora, por más que se hagan obras durante todo el año, se presentan inconvenientes”. Valoró la labor de casi 18 horas diarias del personal vial, y la colaboración de los lugareños que sostuvo “se sienten protagonistas de este proceso revolucionario en el oeste, y entonces colaboran estrechamente aportando sus conocimientos como baquianos”.
Aludió a que la labor del Estado no se centra sólo en las defensas y correderas, sino en lo social y de manera integral, como también con los productores que “han tenido un salto cualitativo en esta región a la cual algunos opositores la consideran inviable”.